Bloomberg — La disputa legal de Arm Holdings Plc (ARM) con Qualcomm Inc. (QCOM) se dirime esta semana ante un jurado federal en Delaware, enfrentando a dos de los fabricantes de chips más influyentes del mundo en un caso de propiedad intelectual que amenaza con sacudir la industria tecnológica.
Qualcomm es uno de los mayores clientes de Arm y un socio desde hace mucho tiempo, pero cada vez están más enfrentados. En el centro de esta lucha legal se encuentra la adquisición en 2021 por parte de Qualcomm de la startup de chips Nuvia y un acuerdo de licencia para utilizar la tecnología de Arm.
Arm afirma que el acuerdo que tenía con Nuvia tuvo que renegociarse después de que Qualcomm comprara la empresa, y exigió a Qualcomm que destruyera los diseños de chips obtenidos con la adquisición. Qualcomm, que cuenta con los productos de Nuvia para introducirse en el mercado de los procesadores informáticos, argumentó que ya tenía un contrato de licencia independiente para la tecnología de Arm que cubre su trabajo.
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La disputa ha remachado la industria del chip. Muchas de las mayores empresas tecnológicas del mundo dependen de la tecnología bajo licencia de Arm y Qualcomm para fabricar sus productos, por lo que el juicio podría tener implicaciones de gran alcance.
"Querían quedarse con el código, pero no querían pagar por él", dijo la abogada de Arm, Daralyn Durie, a los miembros del jurado durante los alegatos iniciales el lunes. Se espera que el juicio dure una semana.
La abogada de Qualcomm, Karen Dunn, dijo que la empresa tenía su propia licencia para utilizar la tecnología de Arm y que siempre había tenido por costumbre “respetar los contratos”. Archivos internos de Arm mostraban que sus ejecutivos reconocían que el contrato de licencia de Qualcomm era “a prueba de bombas”, afirmó.
Arm, con sede en el Reino Unido y propiedad mayoritaria de la japonesa SoftBank Group Corp, vende diseños de chips y concede licencias del llamado conjunto de instrucciones, el código que utiliza el software para comunicarse con los procesadores.
Arm afirma que negocia las condiciones contractuales para el uso de su tecnología con las empresas de forma individual. Las startups como Nuvia suelen obtener condiciones financieras menos onerosas que las empresas establecidas como Qualcomm, que argumenta que su propia licencia es lo suficientemente amplia como para cubrir la propiedad intelectual en cuestión.
Arm solicitó la cancelación de la licencia de Qualcomm este año, alegando que la empresa estadounidense nunca renegoció los términos tras la adquisición de Nuvia. Qualcomm contraatacó diciendo que no ha hecho nada malo y que Arm intenta intimidarla injustamente para que pague más.
Ambas empresas declinaron hacer comentarios antes del juicio.
Además de la disputa por la licencia -cuyo valor se estima en US$1.500 millones-, el caso pone de relieve la creciente rivalidad entre dos empresas que anteriormente habían estado estrechamente alineadas. Qualcomm es el mayor proveedor de chips del mercado de la telefonía móvil. La tecnología de Arm se incorpora a la mayoría de esos chips.
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Los CEO testificarán
Arm -bajo la dirección de su CEO, Rene Haas- quiere convertirse más en un proveedor de chips y menos en un proveedor de tecnología. Pero eso le convierte más en rival de Qualcomm, que quiere diferenciar su tecnología y reducir la dependencia de los diseños de Arm.
Qualcomm, con sede en San Diego, adquirió Nuvia para reforzar su tecnología y ofrecer chips más potentes adaptados a aplicaciones de gama alta. Forma parte del plan del CEO de Qualcomm, Cristiano Amon, para expandirse más allá del sector de los smartphones y hacerse con una parte del mercado de chips para ordenadores portátiles.
Está previsto que Amon y Haas testifiquen en el juicio.
No es la primera vez que Qualcomm se enfrenta a Arm. En 2020, Nvidia Corp. (NVDA) puso a las empresas en conflicto cuando anunció sus planes de adquirir Arm por US$40.000 millones. El acuerdo provocó la reacción de varias empresas de semiconductores y finalmente fue abandonado ante la oposición de las autoridades reguladoras de EE.UU., China y Europa.
Entre los opositores estaba Qualcomm, que se quejó ante los reguladores de todo el mundo de que Nvidia daría prioridad a su propio uso de la tecnología de Arm, o incluso cortaría por completo el acceso a sus competidores. Aunque Nvidia dijo que esas preocupaciones carecían de fundamento y prometió mantener el acceso abierto a los diseños de Arm, esos argumentos acabaron imponiéndose ante los reguladores.
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Flexionar su poder
El fabricante de chips de San Diego considera que el movimiento de Arm para cortar la licencia existente de Qualcomm es una forma de que la empresa británica flexione su poder sobre los diseños de chips que son fundamentales para gran parte de la industria.
Tamlin Bason y Kunjan Sobhani, de Bloomberg Intelligence, han pronosticado que las empresas llegarán a un acuerdo en el caso antes de que el jurado emita su veredicto, y que Qualcomm pagará una tarifa de licencia más elevada para acceder a la tecnología de Arm.
Sin embargo, cuando se trata de peleas en los tribunales, Qualcomm tiene un sólido historial en litigios sobre patentes de chips informáticos. En 2019, consiguió un acuerdo favorable en una lucha por licencias de dos años con Apple Inc (AAPL).
El caso Arm se está juzgando en Delaware porque Qualcomm está constituida en este estado, donde se encuentran casi el 70% de las empresas de la lista Fortune 500. El tribunal federal de Delaware también es un centro estadounidense de litigios por infracción de patentes y licencias. En 2021, ese tribunal fue el segundo foro de patentes más concurrido del país, por detrás de un tribunal federal del oeste de Texas.
El caso es Arm contra Qualcomm, 22-cv-01146, Tribunal de Distrito de EE.UU., Distrito de Delaware (Wilmington).
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