Bloomberg — Algunas enfermedades infecciosas experimentarán un enorme repunte en 2024, y la propagación se atribuye en parte al cambio climático, al descenso de las tasas de vacunación y a la aparición de nuevas variantes de patógenos.
Las conclusiones, que forman parte de un análisis preliminar de la empresa londinense de previsión de enfermedades Airfinity Ltd., pretenden renovar la atención sobre el aumento de las enfermedades prevenibles y sensibles al clima, así como sobre una respuesta mundial coordinada.
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A finales de diciembre, el mundo vio saltar los casos de dengue a un nuevo récord de más de 13 millones, más del doble que el año pasado, ya que las infecciones casi se triplicaron en América Central y del Sur, y mataron a casi 10.000 personas en todo el mundo este año. Los casos de tos ferina, también conocida como tos convulsa, aumentaron casi 10 veces el número total de 2023. Muchas otras, como el mpox, la fiebre oropouche y la poliomielitis, también aumentaron.
El año también fue testigo de un número sin precedentes de humanos que contrajeron la gripe aviar causada por el virus H5N1 en EE.UU., donde se habían registrado 61 casos hasta finales de diciembre. Ruanda también informó de su primer brote del virus de Marburgo, que puede causar una fiebre hemorrágica grave y potencialmente mortal en las personas.
El análisis, que se basó en datos de 128 fuentes de 206 países, descubrió que las temperaturas extremas y los patrones climáticos cambiantes contribuyeron al aumento de las enfermedades, algunas de las cuales están causadas por virus, bacterias y parásitos transmitidos por vectores como mosquitos y garrapatas.
Las temperaturas más cálidas hacen que algunos de estos vectores puedan sobrevivir y llegar a regiones más nuevas. Se espera que este año sea el más caluroso jamás registrado, con una temperatura media mundial que alcanzará en noviembre 1,62C por encima de los niveles preindustriales, según el Servicio de Cambio Climático Copernicus, financiado por la Unión Europea.
Además, la caída de las tasas de inmunización tras la pandemia de Covid-19 y la aparición de nuevas cepas de enfermedades también contribuyeron a una mayor propagación.
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El Mpox, el primo típicamente menos contagioso y más leve de la viruela, ha matado a cientos de personas este año después de que una cepa más grave apareciera en la República Democrática del Congo y llevara a la Organización Mundial de la Salud a declararla como emergencia de salud pública mundial por segunda vez. El descenso de las tasas de inmunización en todo el mundo tras la pandemia provocó un rebrote del sarampión, que experimentó un aumento del 380% en EE.UU. y del 147% en Europa.
Airfinity también descubrió que los desplazamientos de población a gran escala y la interrupción de las campañas de vacunación debido a los conflictos militares provocaron el resurgimiento de la poliomielitis en Afganistán y Pakistán, los dos países endémicos restantes de esta enfermedad que afecta sobre todo a los niños.
“El resurgimiento de enfermedades prevenibles y sensibles al clima pone de relieve la importancia de adherirse a las medidas preventivas al tiempo que se avanza en la innovación para hacer frente a las enfermedades”, afirmó Kristan Piroeva, analista de Airfinity, e hizo un llamamiento para que se compartan datos a nivel mundial y se vigilen las tendencias para dar una respuesta coordinada de salud pública.
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