Bloomberg — Stellantis NV (STLA) está llevando a sus empleados de regreso a la oficina, dando marcha atrás con una política de trabajo desde casa después de que una advertencia de ganancias provocara una reestructuración de la alta gerencia del fabricante de automóviles.
El fabricante de Jeeps y Fiats ahora quiere que el personal esté en la oficina tres días a la semana en promedio, un cambio importante con respecto a su política anterior de trabajo remoto del 70%. Stellantis renovará los espacios de trabajo para dar la bienvenida a los empleados, dijo el jefe de recursos humanos, Xavier Chereau, en una entrevista en el salón del automóvil de París.
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“Tenemos que ser pragmáticos y estamos recalibrando”, dijo Chereau. “Si hay un proyecto difícil que requiere atención, entonces pasamos toda la semana en la oficina”.
El CEO de Stellantis, Carlos Tavares, había defendido el trabajo remoto tras los confinamientos por el Covid-19 y, en el proceso, redujo drásticamente el espacio de oficinas y vendió activos inmobiliarios para reducir costos. Los sindicatos han criticado la intensidad de la iniciativa, diciendo que a menudo se anima a los trabajadores a mantenerse alejados tanto como sea posible.
Los inversores y analistas están examinando la estrategia del CEO después de que las malas ventas, los problemas de calidad y los retrasos en la introducción de nuevos modelos clave culminaran en una importante advertencia de beneficios el mes pasado. Tavares ha adoptado un tono desafiante desde entonces, prometiendo soluciones en el mercado clave de Estados Unidos y despidiendo a ejecutivos, incluido su director financiero.
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“Teniendo en cuenta la situación actual, siento la necesidad de estar con mis equipos más a menudo, para tranquilizarlos, para comunicarlos, para ayudarlos a entender las cosas”, afirmó Chereau.
Tesla Inc. fue uno de los primeros fabricantes de automóviles en poner fin al trabajo remoto. A fines de mayo de 2022, el director ejecutivo Elon Musk advirtió al personal que regresara a la oficina o trabajara en otro lugar. General Motors Co. (GM) pidió a los empleados que regresaran a trabajar tres días a la semana en septiembre de ese año, pero no implementó la política hasta 2023 después de la reacción negativa de los trabajadores.
Los empleados de Renault SA trabajan desde casa dos o tres días a la semana en promedio, y el trabajo remoto es uno de los temas que se discuten actualmente con los sindicatos, dijo el martes un portavoz de la empresa.
A principios de este año, Stellantis ya había pedido a los ingenieros automotrices que volvieran a la oficina con más frecuencia. Ahora, la empresa está ampliando el alcance para incluir a todos los equipos de investigación y desarrollo y a varios otros roles, dijo Chereau.
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El ejecutivo citó como ejemplo de este nuevo enfoque un centro en Poissy, un suburbio de París, que ha sido remodelado para albergar a unos 9.000 empleados mediante espacios abiertos y una menor proporción de salas privadas en lugar de oficinas a puerta cerrada. La iniciativa se extenderá a Italia, Alemania y Estados Unidos.
Los sindicatos se han quejado de los repetidos intentos de eliminar puestos de trabajo en países con costes elevados, como Francia, una medida que, según afirman, ha socavado la moral y ha provocado la pérdida de talentos clave. El mes pasado, Stellantis invitó a los trabajadores de Poissy a reunirse con los encargados de selección de empresas como la empresa francesa de servicios públicos Engie SA y el fabricante de equipos aeronáuticos Safran SA.
Sin embargo, Chereau dijo que el objetivo principal del fabricante de automóviles no es sacar a los trabajadores de la empresa, sino capacitarlos para la transición a los autos eléctricos. La empresa gastará 144 millones de euros (157 millones de dólares) este año para capacitar a los empleados.
“La movilidad interna es lo que más me preocupa”, afirmó.
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