Bloomberg Línea — Si bien desde el 2010 se han adoptado o actualizado las políticas y programas nacionales de seguridad y salud en el trabajo (SST) en 11 de 33 países en la región, que incluyen los asuntos relacionados con la salud mental, actualmente solo cinco de estos territorios tienen alguno de estos instrumentos de gobernanza en vigor, dijo en entrevista con Bloomberg Línea la especialista regional en Seguridad y Salud en el Trabajo en la OIT, Tzvetomira Radoslavova.
“Ello deja ver que la región tiene una deuda importante con el desarrollo de políticas públicas para la seguridad y la salud en el trabajo”, señaló la especialista de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), aunque matizó que la “buena noticia” es que estos instrumentos en la región suelen reconocer la importancia de gestionar los riesgos psicosociales.
En Latinoamérica, los países del Mercosur y los del bloque de la Alianza del Pacífico están prestando especial atención a los riesgos psicosociales y la salud mental, desarrollando directrices para las políticas de prevención de riesgos psicosociales en el trabajo en los Estados miembro.
“Brasil, Chile, Colombia, México, Paraguay, Perú y Uruguay son algunos de los países que han adoptado medidas específicas para abordar los riesgos psicosociales”, manifestó Radoslavova. Estas acciones incluyen herramientas para la evaluación de factores de riesgo psicosocial y procedimientos en caso de violencia y el acoso laboral, entre otras.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que una de cada 8 personas o 970 millones de personas padecen de un trastorno mental en el mundo.
Calcula además que cada año se pierden unos 12.000 millones de días de trabajo mundialmente debido a la depresión y la ansiedad, con un costo de US$1 billón.
Latinoamérica tiene aún bastante camino por recorrer en la materia, con cuatro países en el top 10 de los territorios con más trabajadores que faltan a las empresas por estrés en el mundo, de acuerdo a una encuesta aplicada en 31 países por la firma francesa de investigación de mercado Ipsos.
El informe, titulado Ipsos World Mental Health Day Report, indica que Chile es el segundo país del mundo con la mayor cantidad de trabajadores que reconocieron que se han sentido estresados hasta el punto de no poder ir a trabajar varias veces.
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Las mujeres, trabajadores jóvenes, y aquellos en empleos precarios, suelen ser los más afectados por la falta de atención a la salud mental en el trabajo, manifestó a Bloomberg Línea el especialista en la firma de recursos humanos Adecco, Juan Zamora.
En todo caso, el estrés laboral crónico y los trastornos de salud mental, conducen a un bajo rendimiento, menor innovación y creatividad, y un aumento en el ausentismo y presentismo, es decir, estar presente en el trabajo, pero sin ser productivo, apuntó.
Estos problemas se agravan por situaciones como la violencia y el acoso en el trabajo y los más afectados son, como siempre, los que se encuentran en una situación de vulnerabilidad mayor.
“El impacto, sin duda alguna, es muy importante. Sin embargo, la falta de data específica no nos permite medirlo de manera precisa. No solo que no se diagnostican y registran todos los casos de trastornos mentales, sino que muchas personas ni siquiera buscan ayuda debido a la falta de sensibilización, el estigma que perdura en la sociedad frente a las enfermedades mentales o la falta de recursos para acudir a servicios especializados, impidiendo que estas puedan ser detectadas, contabilizadas y tratadas”, señaló Radoslavova.
Las mujeres jóvenes tienen el doble de probabilidad de sufrir violencia y acoso en comparación a los hombres jóvenes, de acuerdo a la encuesta global de la OIT de 2022 sobre violencia y acoso.
Además, las mujeres migrantes tienen el doble de probabilidad de sufrir violencia y acoso en comparación con las mujeres no migrantes.
En la encuesta también se constató que existe una relación entre discriminación y violencia. Las personas que han sufrido discriminación por nacionalidad, género, religión, estado de discapacidad y color de la piel, mostraron tasas más altas de exposición a violencia y acoso.
Además, “las nuevas generaciones enfrentan altos niveles de estrés debido a la presión para cumplir con expectativas laborales, junto con incertidumbres económicas. Esto reduce su productividad y, a largo plazo, puede llevar a problemas crónicos de salud mental que afectan su trayectoria profesional y personal”, dijo Juan Zamora, de Adecco.
Según la OIT, las políticas y programas nacionales de seguridad y salud en el trabajo deberían prever un abanico diverso de medidas como el desarrollo de herramientas de identificación, evaluación y gestión de riesgos psicosociales; la incorporación de la perspectiva de género en la evaluación y gestión de riesgos psicosociales, así como la consideración de los colectivos que tienen una mayor vulnerabilidad frente los riesgos psicosociales.
Asimismo, la realización de actividades de sensibilización para trabajadores y empleadores; la ampliación de la oferta académica especializada para los profesionales de la seguridad y salud en el trabajo, y la inclusión expresa de los riesgos psicosociales como parte de las funciones de técnicos de prevención y servicios de salud ocupacionales.
La OIT también indica que estas iniciativas deben centrarse en la elaboración de capacitaciones sobre la detección de riesgos psicosociales para los inspectores del trabajo; el diseño de investigación sobre el impacto de las condiciones laborales en la salud mental; el reconocimiento del derecho a la desconexión digital, y el despliegue de programas de promoción de la salud en el lugar de trabajo, que incluyan aspectos como la actividad física y la nutrición saludable, etc.
El impacto de la salud mental en el ambiente laboral
Tzvetomira Radoslavova, de la OIT, explica que los problemas de salud de los trabajadores, además de tener consecuencias devastadoras para ellos mismos, sus familias y comunidades, tienen también un impacto negativo directo en su capacidad productiva y en la productividad corporativa.
Los problemas de salud generan ausencias por enfermedad, que pueden conllevar responsabilidades legales para la empresa y acarrear sanciones importantes (incluso penales). Pero los entornos de trabajo peligrosos también contribuyen a un entorno laboral hostil y con baja moral.
La falta de motivación que sufren los trabajadores se traduce en “presentismo” (estar presente en el trabajo sin estar rindiendo) o simplemente hacen lo mínimo estricto (acuñado como “quiet quitting” o “renuncia silenciosa”).
Los trabajadores que temen por su salud también pueden acabar yéndose de la empresa, dando lugar a rotaciones altas, lo que requiere más recursos empresariales para nuevas contrataciones y formaciones del personal.
Por tanto, “es muy necesario contar con políticas y programas nacionales de seguridad y salud en el trabajo que sean integrales y que incluyan medidas apropiadas para gestionar todas las categorías de riesgos laborales, asegurando una salud óptima, tanto física como mental”, comentó.
Estrategias para abordar los temas relacionados con la salud mental de los colaboradores
La capacitación en salud mental, la flexibilidad laboral, los programas de bienestar y las evaluaciones psicosociales están entre las cuatro estrategias clave para abordar con éxito los temas relacionados con la salud mental de los colaboradores, según Adecco.
- Capacitación en salud mental: promover la formación de líderes y empleados para identificar y gestionar problemas de este tipo.
- Flexibilidad laboral: impulsar políticas que ofrezcan horarios flexibles y opciones de trabajo remoto, reduciendo el estrés por la gestión del tiempo.
- Programas de bienestar: implementar iniciativas que aborden el bienestar integral, desde apoyo psicológico, hasta promoción de actividades físicas y recreativas, como lo ha sido nuestro Centro de Consejería Psicológico Nacional, y ahora con implementación a consultorio psicológico presencial.
- Evaluaciones psicosociales: monitorear periódicamente los factores de riesgo psicosocial en el entorno laboral, como las cargas de trabajo y el clima organizacional.
Bloomberg Línea también consultó las estrategias aplicadas en esta materia por las empresas clasificadas entre las mejores en Great Place to Work y estas fueron las políticas que compartieron:
SAP: la empresa indicó a Bloomberg Línea que desde 2019 ha desarrollado una iniciativa de cuidado de la salud mental, dirigida por los equipos de Salud, Recursos Humanos, Diversidad e Inclusión, Marketing y Comunicación, “que sigue en curso y ha cobrado aún más fuerza en el contexto de la pandemia, el aislamiento social y la inseguridad”. Brinda paneles mensuales con psicólogos y especialistas, sesiones de mindfulness, pautas en OneSAP (boletín semanal), una página especial en la intranet para consolidar información, programas y beneficios en bienestar y salud mental. Otras iniciativas incluyen sesiones con nutricionista, con enfoque en el objetivo de salud del profesional, frutas en la oficina, clases de yoga (funcional, gimnasia laboral, etc.), práctica de journaling (escritura de pensamientos y sentimientos) y práctica de meditación.
Hilton: luego de la implementación de programas de salud mental, el 85% de los miembros del equipo expresan que se sienten cómodos hablando sobre el bienestar mental con sus gerentes y el 88% confirman que se sienten equilibrados y saludables, ambos aumentos significativos desde 2022, según cifras aportadas por la compañía a este medio. En la actualidad, sus programas de bienestar mental se centran en dos objetivos clave: proporcionar a las personas que requieren atención clínica los recursos necesarios y brindar herramientas para fortalecer su resiliencia y habilidades para enfrentar situaciones. Para el personal que necesita atención clínica, por ejemplo, está disponible un terapeuta o psiquiatra. Otros beneficios particulares incluyen Thrive Sabbatical (Prosperidad Sabática), en donde miembros selectos del equipo reciben un incentivo financiero para tomar una licencia de una semana o de un mes y Thrive Reset (Prosperidad de reinicio), un programa para ayudar a otros a desarrollar habilidades o descansar y recargar energías.
DHL: una de estas prácticas incluye el programa Fit For Work-Fit for Life, el cual se enfoca en que los colaboradores mantengan el equilibrio promoviendo un enfoque en cuatro energías: Energía física (descanso, ejercicio, buena alimentación), Energía emocional (que motiva el rendimiento), Energía mental (contemplación y relajación) y Energía personal (cómo la actitud personal beneficia a los demás). “También contamos con seminarios sobre la salud mental, donde ofrecemos una guía para que todos nuestros colaboradores puedan expresar cualquier reto que estén viviendo, y también poder reconocer y apoyar a quienes lo necesitan”, dijeron. El Grupo DHL ha implementado un nuevo Marco de Salud y Bienestar centrado en Mente, Cuerpo y Conexión. Internamente, sus colaboradores cuentan con una plataforma de Salud y Bienestar donde obtienen información y recursos necesarios.
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