Bloomberg — El abismo en el rendimiento entre las acciones de Adidas AG y Puma SE desde que Bjorn Gulden saltó entre los fabricantes alemanes de ropa deportiva acaba de hacerse más grande.
Las acciones de Puma cayeron hasta un 23% el jueves, el descenso diario más pronunciado registrado, después de que la empresa con sede en Herzogenaurach, Baviera, informara de unos beneficios decepcionantes en el cuarto trimestre y retrasara sus objetivos de rentabilidad. Esto elevó la caída de las acciones a más del 40% desde que el exCEO Gulden tomó las riendas de su rival cruzado hace unos dos años, con las acciones de Adidas más que duplicándose en el mismo periodo.
Adidas presentó el miércoles unos resultados preliminares mejores de lo esperado, beneficiándose del auge sostenido de la demanda de zapatillas retro. La fortaleza generalizada supuso un marcado contraste con la actualización de Puma, dijo la analista de JPMorgan & Chase Co. (JPM) Olivia Townsend en una nota el jueves.
"Esta actualización hace que la entrega de Adidas parezca aún más fuerte", dijo Townsend, al tiempo que señaló que el impulso de la marca es un diferenciador clave entre las dos firmas de ropa deportiva.
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Y aunque las acciones de Puma puedan parecer baratas, cotizando a unas 13 veces los beneficios futuros combinados frente a las 33 veces de Adidas, algunos inversores, como Swetha Ramachandran, gestor de fondos de Artemis Investment Management LLP, no anticipan cambios inminentes.
"Las tendencias en el calzado tienden a seguir ciclos plurianuales, por lo que es probable que Adidas aún tenga más recorrido", afirma Ramachandran. "Si el ciclo de innovación de Puma tiene éxito, también podría ver un repunte, pero sigue siendo más bien un compás de espera".
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