Havana Club: ¿por qué dos multinacionales se disputan el ron y cómo Biden elevó la guerra?

La guerra comenzó tras la revolución cubana, cuando Fidel Castro nacionalizó la empresa que lo producía, y se acresentó con la internacionalización de esta bebida. Dos marcas, una sola receta

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Bloomberg Línea — Quizá usted no lo sabe, pero existe la posibilidad de que la botella de ron Havana Club que tiene guardada en la cava de su casa no sea de origen cubano, sino puertorriqueño. La probabilidad aumenta si el licor fue un obsequio de alguien que visitó los Estados Unidos, en lugar de la isla. No se asuste, de cualquier modo la receta es la misma, aunque tras la bebida que los puristas toman sin hielo y otros prefieren en un mojito, exista una batalla legal de años.

¿Por qué hablar Havana Club en este momento? Porque el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, estampó su firma al final de un documento denominado “Ley de marcas robadas”, que agitó la disputa en torno a este trago. La cuestión es así: hay dos versiones de la misma marca, una cubana y otra norteamericana, comercializada por Bacardí, aunque su origen es el mismo.

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Todo comenzó con un adolescente español que en 1862 arribó a Cuba y en 1878 fundó el alambique La Vizcaya, que luego se convertiría en la empresa José Arechabala S.A., dedicada a “producir los rones y destilados de mayor calidad vistos hasta entonces”, reseña la compañía.

Lo que no imaginaba Arachebala antes de su muerte, en 1923, es que su familia continuaría con la tradición y en 1934 produciría un ron que hoy se comercializa en 120 países: Havana Club.

A lo mejor tampoco supuso, como la mayor parte de los cubanos, que una revolución estaba por avecinarse y le arrebataría el alambique que durante años fue tan querido en la provincia de Matanzas.

Tras la consolidación de la Revolución Cubana, un 1 de enero de 1959 que seguirá reposando los libros de historia, el Gobierno implantado por Fidel Castro nacionalizó o expropió, como se denomina ahora, un sinnúmero de propiedades, entre ellas La Vizcaya, por lo que sus propietarios migraron a los Estados Unidos.

Fue tanta la popularidad del ron Havana Club, con todo y que sus dueños tuvieron que abandonar la isla, que el Gobierno apostó por internacionalizarlo, gracias a una asociación entre la estatal Cubaexport y el Grupo Francés Pernod Ricard, en 1993.

Pero como todo relato, este también tiene un antes y un después. En 1976, Cubaexport registró la marca Havana Club en los Estados Unidos y, sin embargo, no pudo comercializar el ron debido al embargo a la isla ordenado por el expresidente Dwight Eisenhower en 1960, extendido por John F. Kennedy en 1962.

En ese contexto, Bacardí aprovechó para inundar el mercado estadounidense con Havana Club producido en Puerto Rico, una entidad administrativa de EE.UU., pero que continúa sin ser reconocido como un estado.

Fidel Castro no contaba con que, tres décadas después de abandonar la isla, la familia Arachebala vendería la receta original de su ron a Bacardí. De ahí que la etiqueta del Havana Club comercializado en territorio norteamericano sea distinta a la que se distribuye en el resto del mundo.

Pero entonces: ¿Cuál Havana Club es el original? ¿El que se produce en Cuba con una receta robada por el Estado? ¿El que se comercializa en Estados Unidos con la aprobación de sus creadores y es producido en Puerto Rico?

Paola Arechabala, una de las herederas de la familia, respondió a BBC años atrás: “Mi padre se trajo a Estados Unidos la receta original. Por eso el Havana Club que se vende aquí es el auténtico”.

Ahora sí, la ley firmada por Joe Biden

Antes de que temine su Gobierno y de abrir las puertas de la Casa Blanca para el regreso de Donald Trump, el presidente Joe Biden firmó una ley que impide reconocer las marcas “ilegalmente confiscadas” por el Gobierno cubano desde 1959 en territorio estadounidense.

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En ese sentido, la marca Havana Club registrada por Cubaexport y Pernod Ricard termina afectada, puesto que en 2016 recibió la licencia de Oficina de Patentes y Marcas (PTO) de Estados Unidos, si bien no ha podido distribuir su ron por el embargo hacia la Cuba.

Pernod Ricard dijo al medio especializado The Drink Business que la Ley de marcas robadas, firmada por Biden y aprobada previamente en el Congreso, “pone en entredicho sus derechos de larga data sobre la marca Havana Club en Estados Unidos, una marca que Pernod Ricard y su socio de empresa conjunta, Cubaexport, poseen legítimamente desde 1976″.

Por supuesto, los reparos también llegaron desde la isla. El canciller cubano, Bruno Rodríguez, escribió en su cuenta en X: “La llamada Ley de marcas robadas firmada por Biden modifica la ley en una medida agresiva contra Cuba, precisamente con el propósito de abrir la puerta”.

Por otra parte, la directora de asuntos de EE.UU. en la Cancillería de Cuba, Johana Tablada, comentó: “La intención verdadera de esta maniobra es impedir la renovación de la marca Havana Club en Estados Unidos, que debe ocurrir en 2026″.

La reacción de Cuba es de esperarse, si se tiene en cuenta que en Havana Club vendió 3,8 millones de cajas de 9 litros a nivel mundial en 2023, según Statista.