Bloomberg — Elon Musk está intensificando su disputa con Sam Altman, alegando en una presentación judicial que OpenAI está tratando de acaparar el mercado de la inteligencia artificial generativa y sacrificando la seguridad en una carrera por salir adelante.
En una versión revisada de una demanda que presentó en agosto, Musk destacó las preocupaciones antimonopolio sobre el viaje de OpenAI desde sus raíces sin ánimo de lucro en 2015 -cuando él y Altman trabajaron juntos como fundadores- hasta su actual esfuerzo por reestructurarse como una empresa con ánimo de lucro tras miles de millones de dólares de inversión externa por parte de Microsoft (MSFT) y otros.
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Musk, que lanzó su startup xAI el año pasado, dijo que OpenAI ha abandonado ahora toda pretensión de proceder como una organización sin fines de lucro para aportar a la humanidad con un enfoque en la apertura y la seguridad, ya que trata de completar su reestructuración en un plazo de dos años.
“Microsoft y OpenAI, aparentemente insatisfechos con su monopolio, o casi, en inteligencia artificial generativa (”IA”) están ahora intentando activamente eliminar competidores, como xAI, arrancando a los inversores promesas de no financiarlos”, escribieron los abogados del multimillonario en la demanda enmendada presentada a última hora del jueves en el tribunal federal de Oakland, California.
OpenAI no respondió inmediatamente fuera del horario laboral a una solicitud de comentarios. En octubre, calificó la demanda federal de Musk -que siguió a una demanda ante un tribunal estatal que Musk retiró- como la última apuesta de una “campaña cada vez más fanfarrona para acosar a OpenAI por su propia ventaja competitiva”.
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La demanda revisada enumera 26 reclamaciones legales y ocupa 107 páginas, frente a las 15 reclamaciones de la demanda original de 83 páginas.
La presentación del jueves añade al fiscal general de California, Rob Bonta, como demandado. La empresa se encuentra en las primeras conversaciones con la oficina de Bonta sobre el proceso para cambiar su estructura corporativa, según informó Bloomberg News este mes.
Los representantes de la oficina de Bonta no respondieron inmediatamente fuera del horario laboral habitual a una solicitud de comentarios.
Para respaldar su afirmación de que OpenAI se está volviendo más anticompetitiva, Musk dijo en la presentación que la empresa “ha intentado privar a sus competidores del talento en IA reclutando agresivamente empleados con ofertas de lujosas compensaciones, y está en camino de gastar US$1.500 millones en personal para solo 1.500 empleados”.
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Musk también expresó su preocupación por el hecho de que OpenAI haya “empezado a contratar con el Departamento de Defensa” y haya eliminado una cláusula de sus políticas de uso que prohibía la utilización de su tecnología para “actividades con un alto riesgo de daño físico”, como el “desarrollo de armas” o “militares y bélicas”.
Según el expediente, “montones” de investigadores de seguridad están dimitiendo en señal de protesta, o se les está obligando a abandonar sus puestos, y se han disuelto equipos de seguridad, “todo para dejar paso a personal de ‘seguridad’ cuyo verdadero trabajo es facilitar la contratación militar”.
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