Bloomberg — El FC Barcelona, uno de los clubes de fútbol más laureados del mundo, se enfrenta a una crisis financiera que podría costarle al equipo su fichaje estrella de la temporada y los 50 millones de euros (US$51,5 millones) iniciales que pagó por él.
LaLiga, la máxima competición española, retiró al centrocampista Dani Olmo, así como al delantero Pau Víctor, de la lista oficial del Barcelona después de que el club catalán incumpliera el plazo del 1 de enero para inscribir a los dos jugadores.
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Eso podría significar no solo perder la tarifa de transferencia pagada en agosto para fichar a Olmo y verlo firmar con otro club, sino también tener que pagar su salario completo hasta 2030 mientras juega en otro lugar, un golpe de varios millones de euros a las finanzas ya estiradas del equipo.
El dilema para el Barça es consecuencia de la estricta normativa de juego limpio financiero de LaLiga. Pero también pone de relieve los problemas de financiación más amplios del club, marcando el último giro en una crisis que dura ya años.
Aunque la financiación del equipo se ha ido deshaciendo desde hace casi una década, la situación ha llegado a un punto crítico en los últimos años bajo la presidencia de Joan Laporta, que ha intentado utilizar una serie de oscuros acuerdos financieros para cumplir con las normas de la liga.
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LaLiga fija los topes salariales de los equipos en función de sus ingresos, deudas y pérdidas. El Barcelona, que en el pasado fue el único club cuyo límite de gasto se fijó en menos de cero, solo pudo inscribir a Olmo en agosto después de que otro jugador sufriera una lesión de larga duración. Eso permitió al club reasignar a Olmo el 80% de su salario.
Sin duda, el Barcelona sigue explorando alternativas para resolver sus problemas de financiación, sobre todo intentando convencer a LaLiga de que dispondrá de ingresos por la venta de futuros derechos de localidades VIP valorados en millones de euros. Pero hasta ahora, LaLiga ha dicho que eso no es suficiente. El estadio del club está actualmente en obras.
Desde que comenzó su actual mandato en 2021, Laporta ha intentado apuntalar las arcas del club con una serie de acuerdos que no siempre han dado resultado, la mayoría vinculados a ingresos futuros.
Entre ellos, la venta del 25% de los derechos audiovisuales de LaLiga del club a la firma de inversión Sixth Street Partners, con sede en San Francisco, la desinversión de una participación del 24,5% en el centro de contenidos Barça Studios y un acuerdo para dar nombre al estadio con Spotify Technology SA.
El club también dijo el año pasado que sacaría a bolsa su negocio de medios de comunicación en el mercado Nasdaq mediante una fusión con una sociedad de adquisiciones para fines especiales. El acuerdo valoraba la entidad combinada en US$1.000 millones, pero finalmente se archivó.
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