Bloomberg — La gran industria alimenticia se está encariñando con el Ozempic.
No hace más de un año, el CEO de Novo Nordisk A/S respondía a las llamadas de ejecutivos de la industria de alimentos « atemorizados» por el exitoso fármaco de su compañía que suprime las ansias de comer, y los informes de los sondeos apuntaban a que las ventas podrían verse perjudicadas por un menor consumo.
Hoy, con una visión más acertada de cómo afecta este fármaco al apetito, las compañías de productos alimenticios envasados intentan rentabilizar la moda del Ozempic.
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Por su parte, Nestlé SA ha sacado al mercado toda una línea de productos congelados dirigidos específicamente a quienes toman estos fármacos, conocidos como GLP-1.
También Conagra Brands Inc. (CAG) tiene previsto resaltar atributos como el contenido en proteínas, que se aconseja potenciar durante el tratamiento. Campbell Soup Co. (CPB) y Danone SA sostienen que las propiedades de sus alimentos, como la facilidad de digestión y su riqueza proteínica, atraerán a la cohorte.
Aunque la industria alimenticia jamás ha conocido una tendencia dietética que no intentara capitalizar, los GLP-1 en un momento dado parecían presentar una amenaza existencial: la desaparición de los antojos. No era solamente reducir el contenido de azúcar o sodio: era de esperar que los consumidores simplemente comieran menos sin ni siquiera intentarlo.
La realidad para los productores de alimentos está resultando mucho más benigna, dicen muchos de ellos. Incluso los fabricantes de galletas y aperitivos, cuyas ventas dependen a menudo de los caprichos del momento, afirman que sus datos muestran que el impacto sobre la ingesta calórica será probablemente muy limitado.
“Al igual que todo el mundo, nos sentimos nerviosos cuando salieron esas encuestas”, dijo Bob Nolan, vicepresidente senior de ciencia de la demanda de Conagra, que fabrica alimentos congelados, así como aperitivos y productos de pastelería. Ahora, “nos sentimos mucho mejor”.
No todo el mundo comparte las perspectivas: Nicholas Fereday, analista senior de alimentos de consumo de Rabobank, afirmó que las empresas aún pueden verse perjudicadas por la tendencia, y que las de aperitivos en particular “tienen más probabilidades de estar en la línea de fuego”. Pero el tono de los ejecutivos sobre el tema ha cambiado notablemente desde hace un año.
Es un rompecabezas potencialmente lucrativo de resolver para las empresas, dado que unos 30 millones de adultos estadounidenses han probado los medicamentos, según una encuesta de la organización de investigación sanitaria KFF realizada en mayo. Aproximadamente la mitad siguen tomándolos, muestra la investigación.
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Conagra dijo que está viendo un pequeño repunte de los usuarios de GLP-1 gracias a sus comidas precocinadas Healthy Choice y Marie Callender's, que son atractivas porque vienen en porciones individuales. Sus aperitivos congelados también se están beneficiando.
Megan Bullock, directora de ciencia predictiva de Conagra, dijo que las comidas congeladas, individuales y enfocadas a la salud se están vendiendo mejor en los hogares unipersonales usuarios de GLP-1, señalando que la tendencia es “muy positiva”. El análisis se basa ahora en cuatro trimestres de datos de comportamiento.
Por ahora, al menos, la empresa planea limitarse a destacar los atributos en sus alimentos que probablemente busquen los usuarios de GLP-1. "Creemos que nuestros productos actuales hacen el trabajo bastante bien", dijo Nolan, pero la empresa puede "marcar" los envases para destacar el contenido proteínico y otra información nutricional. Esto "ayudará a la gente a conectar los puntos", dijo.
Dado que la medicación disminuye el apetito de los usuarios, los médicos aconsejan a los pacientes que busquen alimentos con valores nutricionales más altos y proteínas para asegurarse de que están ingiriendo lo suficiente, incluso con un menor recuento de calorías.
Los GLP-1 también pueden causar problemas estomacales, que pueden agravarse con alimentos más densos y pesados, con mayor contenido en grasa. Los médicos también aconsejan a los pacientes que aumenten la ingesta de agua mientras toman los medicamentos para evitar la deshidratación.
Nestlé vende comidas congeladas de ración controlada con el nombre de Vital Pursuit, que ya están disponibles en EE UU. Tienen un alto contenido en proteínas, así como fibra y otros nutrientes como calcio, hierro y vitamina A. Entre las ofertas se incluyen la pizza de pepperoni con corteza de coliflor y los sándwiches fundidos de fajita de pollo al estilo suroeste.
El CEO de Campbell Soup Co., Mark Clouse, dijo a los inversores el mes pasado que las sopas y los aperitivos de su empresa están “extremadamente bien posicionados” para los usuarios de GLP-1, ya que estos consumidores buscan alimentos de fácil digestión y ricos en nutrientes, e incluso algún bocadillo o galleta ocasional.
Esto puede beneficiar al negocio de sopas de la empresa, dijo, partes del cual han tenido dificultades en los últimos años. Además de sopa en lata, Campbell ofrece zumo de verduras V8, tazas de sopa para beber a sorbos y caldos, que según Clouse son “ideales” para quienes toman GLP-1 como Ozempic o Mounjaro de Eli Lilly & Co (LLY).
Aunque las raciones sean cada vez más pequeñas, los usuarios de GLP-1 siguen queriendo picar y darse algún capricho de vez en cuando, afirmó Clouse. “Un puñado de Goldfish para antes de una comida, un paquete de dos Milanos pueden satisfacer estos momentos”, dijo a los inversores.
En otro acto celebrado el mes pasado, el CEO de Danone, Antoine de Saint-Affrique, afirmó que los GLP-1 son “una buena noticia para nosotros”, y que la percepción de que el yogur es un alimento saludable para los intestinos significa que “hay un solapamiento evidente”.
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Tendencias más amplias
Tras aumentar su gasto en investigación y desarrollo en los últimos años, las empresas alimentarias pueden pasar ahora a “posicionar sus productos como complemento de los tratamientos para perder peso”, según la investigación de los analistas de Bloomberg Intelligence Jennifer Bartashus y Jibril Lawal.
Los fabricantes de alimentos envasados pueden sacar provecho haciendo hincapié en los beneficios nutricionales que apoyan los esfuerzos para perder peso, escribieron en un informe reciente. No obstante, las empresas deberían evitar mencionar los GLP-1 en sus envases para evitar el escrutinio de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés), escribieron.
Bobby Gibbs, socio de la consultora Oliver Wyman que trabaja con la industria alimentaria, afirmó que el mercado de alimentos más saludables va más allá de los usuarios de GLP-1 y forma parte de una tendencia mucho más amplia.
Al mismo tiempo, dirigirse a los usuarios de GLP-1 con cenas congeladas más saludables, por ejemplo, es una idea “genial”, según Lisa Mann, ejecutiva de Raines International Inc. que durante décadas trabajó en empresas como PepsiCo Inc. (PEP) y Kind Snacks.
Incluso los fabricantes de dulces y aperitivos, como Kellanova (K), fabricante de Pringles, y Mondelez International Inc (MDLZ), propietario de Oreo, afirman que se espera que el impacto sea mínimo. Mark Smucker, CEO de JM Smucker Co (SJM), que recientemente adquirió el fabricante de Twinkies Hostess Brands, dijo que no ha habido un efecto perceptible.
"Nos fijamos mucho en el asunto del GLP-1 y realmente no hemos encontrado pruebas de que haya tenido un impacto", dijo.
Fereday, de Rabobank, dijo que la última postura de la industria alimentaria no significa que no siga habiendo desafíos.
"Para gran parte de la industria alimentaria, está la conversación pública y luego está la conversación privada", dijo. "La pública consiste en restarle importancia: 'Ya lo tenemos, nuestra cartera es lo suficientemente sólida'".
En privado, dijo, dicen otra cosa: "'Ojalá todo esto desapareciera'".
-- Con la colaboración de Ignacio González y Madison Muller.
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