Bloomberg — El CEO de Volkswagen AG, Oliver Blume, espera una solución alternativa a los aranceles sobre los vehículos eléctricos chinos, mientras se prepara para posibles represalias de Pekín, informó Bild am Sonntag.
"Unos posibles aranceles punitivos serían especialmente arriesgados para la industria automovilística alemana", declaró Blume al diario berlinés. "Nos enfrentaríamos a desventajas significativas en el mercado chino. Y por eso nos oponemos claramente a esas nuevas normas".
Blume afirmó que las empresas que invierten y crean empleo en Europa deberían recibir beneficios, posiblemente eximiéndolas de aranceles de hasta el 45% sobre los vehículos eléctricos chinos que la UE votó el viernes.
Los posibles aranceles de represalia de China sobre los coches alemanes podrían afectar a los vehículos Volkswagen fabricados en ese país, así como a las exportaciones alemanas, incluidas marcas como Audi, Porsche o Lamborghini, dijo Blume.
Una medida de este tipo supondría otro golpe para la industria automovilística alemana, que se ha tambaleado por las advertencias de beneficios y las crecientes preocupaciones sobre los balances en medio de la ralentización de la demanda y la dura competencia.
Volkswagen, que recientemente recortó sus previsiones por segunda vez este año, está considerando cerrar fábricas en Alemania por primera vez para recortar costes.
La presión de la UE para imponer aranceles se produce después de que una investigación descubriera que China subvencionaba injustamente su industria de vehículos eléctricos. Alemania, que depende de su industria automovilística para el crecimiento económico, estuvo entre los estados miembros que votaron en contra de la medida.
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