Bloomberg — Boeing Co (BA) empezará a enviar este miércoles las cartas de despido a los empleados afectados por una ronda prevista de recortes de empleo, un delicado acto de equilibrio entre la mejora de la eficiencia y el mantenimiento de una mano de obra cualificada que ayude a elevar de nuevo la producción.
La empresa anunció el mes pasado una reducción de puestos del 10%, equivalente a unos 17.000 empleados. El objetivo de la medida es restaurar la ventaja competitiva de Boeing mientras se tambalea tras múltiples crisis, incluida la reducción de la producción tras un accidente casi catastrófico en enero y una huelga que paralizó la mayor parte de su producción durante siete semanas.
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Pero si Boeing recorta demasiado o en los lugares equivocados, corre el riesgo de socavar su eventual recuperación de años de turbulencias. Los fabricantes como Boeing solían contar con que una gran parte de los trabajadores despedidos acabaría volviendo al trabajo. Esa pauta se rompió cuando sus despidos de la era Covid provocaron un éxodo permanente, incluidos ingenieros y mecánicos de alto nivel.
Y hoy en día, los trabajadores tienen más opciones. El desempleo en Seattle ronda el 4% y los trabajadores del sector aeroespacial están muy solicitados, sobre todo con la pujante economía espacial de la región.
Rivales como SpaceX, Blue Origin LLC y el Proyecto Kuiper de Amazon.com Inc (AMZN) están buscando nuevas contrataciones para apoyar las operaciones de rápido crecimiento alrededor de Seattle, donde Boeing fabrica la mayoría de sus aviones comerciales, dijo Stan Shull, analista de la industria espacial y consultor de Alliance Velocity LLC. Las oportunidades van desde trabajar en los satélites Starlink para la empresa espacial de Elon Musk hasta ayudar con cohetes, estaciones espaciales, aterrizadores lunares y similares para la empresa rival de Jeff Bezos.
Mercado ajustado
Según las cuentas de Shull, hay unas 1.350 vacantes en más de 50 empresas espaciales de la región de Puget Sound. Aunque hay demanda de ingenieros de todo tipo, las empresas también buscan maquinistas, ayuda administrativa, personal de ventas y marketing y otros puestos, dijo Shull.
Los cambios demográficos en la mano de obra estadounidense y el bajo desempleo continuado significan que Boeing se enfrentará a una mayor competencia cuando necesite reanudar las contrataciones para apoyar su crecimiento, dijo Richard Aboulafia, director general de AeroDynamic Advisory.
“Funciona bien mientras los mercados laborales no estén tensos”, dijo Aboulafia en una entrevista. “Pero los mercados laborales aeroespacial y de defensa están realmente ajustados”.
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Además, desplegar recortes generales de plantilla es "la fórmula más segura para perder al 10% de tus mejores personas", que gravitarán hacia empleadores potencialmente más estables, dijo Aboulafia.
La pérdida de conocimientos institucionales se hizo patente cuando la empresa solo avanzó a trompicones en la fabricación de su avión de pasajeros 737 Max durante esta década. Los ejecutivos reconocieron más tarde que habían subestimado la formación necesaria para poner al día a la gran afluencia de nuevos empleados en sus fábricas.
“Reajustar prioridades”
Aun así, la empresa está dotada de personal para unos niveles máximos de producción que probablemente no verá en años, especialmente después de que una huelga de 53 días paralizara en gran medida el trabajo en sus plantas de toda la costa oeste. Boeing tenía 171.000 empleados a principios de este año, un 12% más que los 153.000 que empleaba cinco años antes, cuando sus fábricas estaban en su punto álgido previo a la crisis.
Las relaciones entre los trabajadores y Boeing tocaron fondo durante la huelga que acaba de terminar. Boeing pudo finalmente resolver el conflicto con concesiones que incluían una mejora salarial del 38%, pero muchos empleados siguen enemistados con una empresa que, según dicen, no les ha pagado justamente durante años.
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Kelly Ortberg, que fue contratado en agosto como CEO para dar un giro a Boeing, ha dicho que la reducción del 10% de la plantilla forma parte de una campaña más amplia para recortar la sobrecarga y la ineficacia.
“Tenemos que reajustar las prioridades y crear una organización más esbelta y centrada”, dijo Ortberg durante una llamada de resultados el 23 de octubre. Los recortes pretenden “centrarse en la consolidación de áreas en las que no somos eficientes, y tenemos que seguir centrándonos en reducir la actividad no esencial.”
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