Bloomberg — Treinta y cinco personas murieron después de que un conductor chino embistiera con su coche a una multitud en el sur de China, el atentado con más víctimas de la nación en al menos una década, mientras una desaceleración económica provoca brotes de violencia.
Un hombre apellidado Fan arrolló con su pequeño jeep a los peatones que se encontraban a las puertas de un centro deportivo en la ciudad de Zhuhai sobre las 19:48 horas del lunes, según informó a última hora de este martes la televisión estatal China Central. La policía atribuyó el atropello al descontento del agresor, de 62 años, por su acuerdo de divorcio, sugiriendo que existía una disputa por una propiedad.
Los vídeos compartidos en la plataforma de medios sociales X, prohibida en China, mostraban un coche circulando alrededor del estadio, donde había gente haciendo ejercicio. Se veían víctimas esparcidas por el suelo, mientras otras intentaban huir del lugar.
Más de 40 personas resultaron heridas y fueron trasladadas al hospital, según informó la policía en el comunicado.
El número de víctimas mortales del incidente es el mayor del país desde que unos asaltantes armados con cuchillos arrasaron una estación de tren en la ciudad suroccidental de Kunming en marzo de 2014, matando a 29 personas. El presidente Xi Jinping respondió a la violencia étnica lanzando una campaña para aplastar el separatismo en la remota región de Xinjiang que vio cómo decenas de miles de uigures eran arrastrados a campos de detención por razones tan triviales como tener barba.
China, que durante mucho tiempo ha presumido de ser una de las naciones más seguras del mundo, se ha visto sacudida este año por una oleada de apuñalamientos mortales. Los usuarios de las redes sociales han relacionado ese aumento de la violencia con las crecientes presiones económicas, a medida que la crisis inmobiliaria acaba con miles de millones de dólares de la riqueza de los hogares y ejerce una presión cada vez mayor sobre el mercado laboral.
Los principales medios de comunicación chinos no informaron del incidente de Zhuhai hasta el martes por la noche, casi 24 horas después. Cuando se publicó el comunicado de la policía, una búsqueda inmediata de “embestida de coche en Zhuhai” en la red china Weibo, similar a X, solo devolvió un puñado de mensajes, lo que sugiere que las discusiones sobre la tragedia se han controlado estrictamente durante la noche.
Ese informe fue seguido rápidamente por instrucciones de los máximos dirigentes chinos. Xi instó a todas las autoridades a extraer lecciones del caso y a reforzar la prevención y el control de los riesgos. También subrayó la importancia de resolver las disputas a tiempo y de hacer todo lo posible para salvaguardar la seguridad de la vida de las personas y la estabilidad social.
Cuestionamientos ciudadanos
El atentado tuvo lugar cuando Zhuhai ya estaba en el punto de mira nacional, ya que se preparaba para inaugurar el martes la mayor exposición anual de aviación civil y militar del país, en la que el gobernante Partido Comunista suele exhibir sus últimos avances en equipamiento.
La tragedia también se produjo cuando el presidente chino se disponía a abandonar su país el miércoles para asistir a una cumbre de naciones de Asia-Pacífico en Perú, donde se reunirá con otros líderes mundiales por primera vez desde que Donald Trump ganó las elecciones estadounidenses.
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En Weibo, algunos usuarios ya cuestionaron la explicación oficial sobre el motivo del atacante, después de que las autoridades también dijeran que el hombre estaba inconsciente en el hospital tras autolesionarse con un cuchillo dentro de su coche.
"Fan está en coma, ¿cómo sabían el motivo del asesinato?", preguntó un usuario, que criticó el apagón mediático inicial. "¿Por qué impidieron que los medios presentes en el lugar de los hechos enviaran informes?".
El usuario añadió: "Estoy esperando la investigación de seguimiento para ver si la vida de las personas importa menos que los acontecimientos nacionales."
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