Bloomberg Línea — Horas después de haber desatado caos al decretar una ley marcial en el territorio nacional, el presidente de Corea del Sur, Yoon Suk Yeol, decidió levantar la medida, según la prensa internacional. Aseguró que lo hará oficial una vez cuente con la aprobación de su gabinete, como establece la Constitución del país, y debido al rechazo de la Asamblea Nacional. Pero, ¿por qué atrajo todos los reflectores este suceso?
La ley marcial es una medida similar a la declaratoria de un estado de excepción y, entre otras, otorga al Ejército funciones extraordinarias para mantener el orden público en el país. Con esta decisión, los militares tienen potestad para ejecutar arrestos sin necesidad de una orden judicial, pero también reprimir manifestaciones y actividades políticas, debido a que derechos ciudadanos como estos son suspendidos temporalmente, al igual que la libertad de expresión.
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En el contexto surcoreano, la declaración de ley marcial generó alarmas por dos razones: en primer lugar, porque se trata de una determinación que no había sido impuesta desde la democratización de Corea del Sur, en 1987, y en segunda instancia, porque no había causas de peso para decretarla.
La ley marcial y los estados de excepción suelen tomarse en medio de emergencias, así como en situaciones de guerra, pero Yoon Suk Yeol la justificó argumentando una supuesta amenaza norcoreana en el país.
“Declaro la ley marcial para proteger a la República de Corea libre de la amenaza de las fuerzas comunistas norcoreanas, para erradicar las despreciables fuerzas antiestatales pro-norcoreanas que están saqueando la libertad y la felicidad de nuestro pueblo, y para proteger el orden constitucional libre”, dijo en un discurso de seis minutos emitido por la televisión nacional.
La medida, sin embargo, al parecer fue una represalia que tomó Yoon Suk Yeol contra la oposición ante la pérdida evidente de poder en los últimos tiempo, aunque puede ser “contraproducente”, dijeron a Bloomberg algunos analistas. Aunque llegó a la presidencia en 2022, venciendo por el 0,7% a su contendiente en las elecciones, Lee Jae-myung, la Asamblea Nacional ha truncado sus proyectos para el país.
La Asamblea de mayoría opositora, por ejemplo, recortó el presupuesto a su Gobierno recientemente, hecho que no cayó bien en el mandatario, cuya popularidad ha estado a la baja por su presunto vínculo con hechos de corrupción.
Asambleístas y ciudadanos protestan contra la ley marcial en Corea
Tan pronto Yoon Suk Yeol anunció la ley marcial, los miembros de la Asamblea Nacional expresaron su inconformismo hacia la medida y votaron para que se desistiera de ella.
La Cláusula 77 de la Constitución dice que el presidente debe retirar una declaración de ley marcial después de que una mayoría parlamentaria lo exija, razón por la que los asambleístas convocaron a una votación. En el parlamento de 300 escaños, 190 legisladores votaron unánimemente para exigir la derogatoria de ley marcial, documentó Bloomberg.
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Ahora, aunque el presidente del Corea del Sur aseguró que levantará la medida, podrá hacerlo solo hasta que su gabinete revise la decisión, según la Cláusula 89 de la Constitución.
Pero el malestar no solo fue expresado por la oposición política surcoreana, sino por la Confederación Coreana de Sindicatos, la unión de trabajadores más grandes del país, con unos 1,2 millones de miembros, que convocó a una huelga pese a la restricción de las manifestaciones.
“Estamos aquí para frenar la declaración ilegal de la ley marcial y también para destituir al presidente”, dijo a la prensa Kim Jin Euk, director de la oficina en Seúl de la confederación. “No puedo creer que esté haciendo algo tan loco”.