La Depresión Aislada en Niveles Altos (DANA), también conocida como “gota fría”, ha vuelto a ser protagonista en el clima español, afectando severamente a la Comunidad Valenciana y a Castilla-La Mancha, entre otras regiones.
Este fenómeno, que no siempre provoca lluvias torrenciales, forma parte del comportamiento atmosférico que caracteriza los meses de otoño en la península y en las Islas Baleares. En una entrevista con la cadena radial COPE, el meteorólogo de Meteored, Samuel Biener, explicó que “la DANA o gota fría no es sinónimo directo de tormenta; se refiere a una masa de aire frío en altura, separada del chorro polar, que puede provocar lluvias si interactúa con otras condiciones”.
El fenómeno es más propenso en otoño, cuando el contraste entre el calor del mar Mediterráneo y las primeras masas de aire frío que llegan del norte es mayor. Biener señaló que, “al sobrevolar un mar más cálido de lo habitual, la DANA adquiere mayor energía. Esto da lugar a sistemas convectivos en los que el aire caliente y húmedo asciende rápidamente, formando nubes de gran desarrollo vertical y potenciales tormentas muy intensas”.
Estos fenómenos suelen ser estacionarios, lo que significa que pueden persistir sobre una misma zona durante mucho tiempo, aumentando el riesgo de inundaciones y acumulación de agua.
Según explican los expertos, las DANA son difíciles de prever y sus efectos dependen en gran medida de factores locales, como la geografía y la intensidad de los vientos. En lugares como el sureste español, donde el relieve interactúa con los flujos de aire, este fenómeno puede provocar lluvias torrenciales en cuestión de horas. El riesgo es alto en las áreas orientadas al mar, que reciben los vientos cargados de humedad.
Aunque este fenómeno puede ser destructivo, no siempre implica lluvias fuertes. Biener recalcó que “la DANA es solo una condición meteorológica de inestabilidad en altura, y puede pasar desapercibida si no hay factores adicionales, como un Mediterráneo cálido y vientos húmedos, que activen el proceso de convección”.
La Agencia Estatal de Meteorología española (Aemet) recomienda emplear el término DANA para hacer referencia a este fenómeno, más que “gota fría”, concepto que viene de la escuela alemana que lo bautizó como “kaltlufttropfen”, según informó ABC.
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Ocurre que la gota fría es un concepto coloquial que hace referencia a “cualquier situación meteorológica” que lleve o pueda llevar asociada lluvias intensas, efectos desastrosos, preferentemente en la época otoñal y en la zona mediterránea.
Una DANA, por su parte, sufre un proceso de ondulación, separación, ruptura y aislamiento y tiene una circulación intensa, mientras que la gota fría se basa en el núcleo de temperatura fría de la depresión cerrada.