Bloomberg — La Unión Europea votó el viernes a favor de imponer aranceles de hasta el 45% a los vehículos eléctricos procedentes de China, amenazando un conflicto comercial más amplio con Pekín, que ya ha prometido proteger a sus empresas.
Las acciones de los fabricantes de automóviles europeos subieron tras la votación.
La Comisión Europea, brazo ejecutivo del bloque, puede ahora proceder a la aplicación de los aranceles, que durarían cinco años. Diez Estados miembros votaron a favor de la medida, mientras que Alemania y otros cuatro votaron en contra y 12 se abstuvieron, según personas familiarizadas con los resultados.
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La decisión de la UE se produce después de que una investigación revelara que China subvenciona injustamente a su industria. Pekín niega esa afirmación y ha amenazado con imponer sus propios aranceles a los sectores lácteo, del brandy, porcino y automovilístico europeos.
El bloque intenta activamente reducir su dependencia de China, y el expresidente del Banco Central Europeo Mario Draghi advirtió el mes pasado de que “la competencia de China patrocinada por el Estado” era una amenaza para la UE que podía dejarla vulnerable a la coerción. La UE, que el año pasado mantuvo relaciones comerciales con China por valor de 739.000 millones de euros (US$815.000 millones), se mostró dividida sobre la conveniencia de seguir adelante con los aranceles.
La UE y China seguirán negociando para encontrar una alternativa a los aranceles. Ambas partes están estudiando la posibilidad de llegar a un acuerdo sobre un mecanismo de control de los precios y volúmenes de exportación que sustituya a los aranceles.
“La UE y China siguen esforzándose por encontrar una solución alternativa que sea plenamente compatible con la OMC, adecuada para hacer frente a las subvenciones perjudiciales establecidas por la investigación de la Comisión, controlable y aplicable”, declaró la Comisión en un comunicado de prensa en el que anunciaba la decisión.
El Ministerio de Comercio chino reconoció la voluntad política de la UE de proseguir las negociaciones, al tiempo que advirtió de que los aranceles “sacudirán y dificultarán” la confianza de las empresas chinas que invierten en Europa.
La industria automovilística europea se ha tambaleado por la ralentización de la demanda y la dura competencia en China, el mayor mercado mundial del automóvil, donde las marcas locales dominan ahora los vehículos eléctricos. Volkswagen AG ha causado consternación en Alemania al considerar por primera vez la posibilidad de cerrar fábricas allí para reducir costes.
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Después de que las acciones de los fabricantes de automóviles europeos sufrieran un varapalo en las últimas semanas tras un aluvión de advertencias de beneficios por parte de los fabricantes, entre ellos Stellantis NV, Mercedes-Benz Group AG y BMW AG, se recuperaron un poco tras la votación de los aranceles del viernes.
El índice Stoxx 600 de automóviles y recambios subió, pero eso se debió a que la noticia ya estaba descontada, dijo Tom Narayan, analista de RBC Europe. El índice sigue perdiendo más de un 10% este año, a pesar de que Ferrari NV está en constante ascenso.
El lobby francés del coñac criticó la medida, afirmando que el Gobierno les había abandonado. Las acciones de Pernod Ricard SA cayeron hasta un 1,8%, mientras que Remy Cointreau SA perdió hasta un 3,1%. Diageo Plc, que tiene una empresa conjunta de producción de coñac y champán con LVMH, bajó un 1%.
Los fabricantes chinos de vehículos eléctricos tendrán que decidir si absorben los aranceles o suben los precios, en un momento en que la ralentización de la demanda interna está reduciendo sus márgenes de beneficio. La perspectiva de los aranceles ha llevado a algunos fabricantes de automóviles chinos a considerar la posibilidad de invertir en fábricas en Europa, lo que podría ayudarles a esquivar los aranceles.
Un comunicado de Geely Holding Group Co., que controla la sueca Volvo y la británica Lotus Cars, criticó la decisión, afirmando que “no es constructiva y puede obstaculizar potencialmente las relaciones económicas y comerciales entre la UE y China, perjudicando en última instancia a las empresas europeas y a los intereses de los consumidores”.
Los aranceles adicionales ya han frenado el impulso de los fabricantes chinos de automóviles en Europa, cuyas ventas se desplomaron un 48% en agosto, alcanzando su nivel más bajo en 18 meses. La región es un destino apetecible para los fabricantes del país porque los vehículos eléctricos se venden en cantidades relativamente elevadas y a precios mucho más sólidos que en otros mercados de exportación.
El porcentaje de coches eléctricos fabricados en China vendidos en la UE pasó del 3% a más del 20% en los últimos tres años. Las marcas chinas representaron en torno al 8% de esa cuota de mercado, mientras que las empresas internacionales que exportan desde China, entre ellas Tesla Inc., acapararon el resto.
Aun así, la subida de aranceles de Europa tendrá un “impacto menor” en los fabricantes chinos porque la región representa solo una fracción de sus ventas totales, según Kevin Lau, analista de Daiwa Securities. Según sus estimaciones, Europa aportó entre el 1% y el 3% de las ventas totales de BYD Co, Geely y SAIC Motor Corp en los cuatro primeros meses de este año.
Un portavoz de Volkswagen dijo en un comunicado el viernes que los aranceles eran el «enfoque equivocado» y no mejorarían la competitividad europea.
“Hacemos un llamamiento a la Comisión de la UE y al Gobierno chino para que continúen de forma constructiva las negociaciones en curso para encontrar una solución política”, según el comunicado. “El objetivo común debe ser evitar cualquier derecho compensatorio y, por tanto, un conflicto comercial”.
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El gran número de abstenciones en la votación de la UE revela el malestar de muchos Estados miembros ante una posible guerra comercial con China, a pesar de que países clave como Francia han afirmado que el bloque debe defender con más firmeza sus propias industrias. El ministro alemán de Economía, Robert Habeck, advirtió antes de que la imposición de aranceles podría desembocar en una guerra arancelaria.
“Es la señal correcta del Gobierno alemán, que -en interés de la economía, la prosperidad y el crecimiento- ha respaldado los intereses de la industria automovilística europea y alemana y de sus empleados en un asunto tan importante y ha votado hoy no en la decisión de la UE”, dijo Hildegard Müller, presidenta del lobby automovilístico alemán VDA, en un comunicado tras la votación.
Aunque Bruselas ha buscado la igualdad de condiciones para las empresas europeas, a los fabricantes de automóviles alemanes les preocupan las reacciones negativas que podrían agravar los problemas que ya tienen en su mercado más importante a nivel mundial. Mercedes y BMW presionaron a Berlín para que votara en contra de la subida de aranceles e instaron a la UE a negociar con Pekín.
Los fabricantes de automóviles alemanes, como Volkswagen, Mercedes y BMW, serían los más afectados en un conflicto comercial, ya que China representó aproximadamente un tercio de sus ventas de automóviles en 2023.
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