Bloomberg — La cirugía para extirpar la próstata del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, “terminó con éxito y sin complicaciones”, dijo su oficina.
“El primer ministro despertó de la anestesia, su estado es bueno y está plenamente consciente”, según el comunicado emitido a última hora de este domingo.
Ha sido "trasladado a una unidad de recuperación subterránea segura". Se espera que permanezca en el hospital en observación durante los próximos días".
El primer ministro de 75 años, el líder más longevo de la nación, se sometió a una intervención quirúrgica después de que su oficina anunciara la semana pasada que padecía una infección urinaria derivada de un agrandamiento benigno de la próstata. Netanyahu “había recibido un tratamiento antibiótico que erradicó la infección”, dijo su oficina, pero los médicos optaron por seguir adelante con la operación.
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Netanyahu, que ha sufrido varios problemas de salud en los últimos años, ha liderado la acción militar de la nación tras el ataque del 7 de octubre de 2023 en el que el grupo militante Hamás mató a 1.200 personas en el sur de Israel. La guerra se ha extendido regionalmente, incluyendo Cisjordania, Líbano, Yemen, Siria e Irán.
Ha soportado protestas masivas contra su liderazgo y en los últimos días ha testificado a su favor en un juicio por corrupción.
Su testimonio para esta semana fue cancelado por el tribunal a petición suya y con el consentimiento de la Fiscalía. Está previsto provisionalmente que se reanude el 6 de enero.
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A principios de este año, Netanyahu se sometió a una operación de hernia que, según su oficina, fue descubierta en un examen rutinario un día antes.
En julio de 2023, al primer ministro se le implantó un marcapasos cardíaco una semana después de que fuera hospitalizado por lo que los médicos dijeron que era deshidratación. Su oficina dijo entonces que había sufrido mareos causados por un día al sol durante una intensa ola de calor.
El Centro Médico Sheba insistió tras su alta en que Netanyahu se encontraba en “excelentes condiciones”, que su corazón era “completamente normal” y que “en ningún momento se encontró arritmia cardiaca alguna”.
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