Bloomberg — Las Fuerzas de Defensa de Israel dijeron que interceptaron la mayor parte de una andanada de cohetes disparados hacia Tel Aviv por Hamás y otros grupos respaldados por Irán, mientras los combates se intensificaban el lunes en múltiples frentes después de un año de guerra.
Las sirenas sonaron en todo el centro de Israel y dos personas resultaron heridas, según las autoridades sanitarias israelíes. El ejército había advertido anteriormente de lo que llamó una amenaza “inmediata” de lanzamiento de cohetes por parte de Hamas para conmemorar el ataque del grupo militante contra el país hace 12 meses.
Reflejando las tensiones regionales generadas por la guerra, las Fuerzas de Defensa de Israel dijeron que Hezbolá, con sede en el Líbano, disparó 135 cohetes contra el norte de Israel, mientras que aviones israelíes llevaron a cabo intensos bombardeos en el sur del Líbano. Las FDI dijeron que la Fuerza Aérea de Israel atacó lo que llamó más de 110 “objetivos terroristas de Hezbolá” en el Líbano.
Y las FDI dijeron que también interceptaron un misil entrante desde Yemen, donde los rebeldes hutíes continúan realizando ataques contra barcos en el Mar Rojo.
El intercambio de disparos, junto con la decisión de Israel de enviar tropas de regreso a partes del norte de Gaza durante el fin de semana, subrayó el peligro que el gobierno de Benjamin Netanyahu aún ve en Hamas. Eso a pesar de que Hamas ha sufrido enormes pérdidas desde su invasión el 7 de octubre del año pasado, y las autoridades israelíes estiman que aproximadamente la mitad de sus aproximadamente 35.000 combatientes están muertos.
Casi 42.000 personas han muerto por las operaciones de Israel en Gaza, según el Ministerio de Salud de Hamas, que no distingue entre víctimas civiles y combatientes. El territorio ha sido devastado por el conflicto, con gran parte de la población de más de 2 millones de personas desplazadas.
El presidente Joe Biden dijo en un comunicado que “hoy se cumple un año de luto por las más de 1.200 personas inocentes de todas las edades, incluidos 46 estadounidenses, masacradas en el sur de Israel por el grupo terrorista Hamas”. Dijo que el pasado 7 de octubre también fue “un día oscuro para el pueblo palestino debido al conflicto que Hamas desató ese día. Demasiados civiles han sufrido demasiado durante este año de conflicto”.
Además de Gaza, Israel está librando una ofensiva terrestre y aérea a través de su frontera norte en el Líbano para combatir a Hezbolá, otro grupo apoyado por Irán. Las FDI dijeron el lunes que desplegaron una tercera división en el sur del país, donde están llevando a cabo una extensa campaña de bombardeos, mientras mantienen los ataques aéreos en los suburbios del sur de Beirut.
Como señal de una operación naval planeada contra Hezbolá, las FDI advirtieron que no se entrara en cinco ciudades fronterizas del norte de Israel y dijeron a la población del sur del Líbano que se mantuviera alejada de las playas y no utilizara embarcaciones.
Más de 1.500 personas han muerto en Líbano por los bombardeos israelíes en las últimas semanas y alrededor de un millón han sido desplazadas, según las autoridades locales. Mientras tanto, se espera que Israel tome represalias contra Irán por un ataque con 200 misiles balísticos la semana pasada.
El primer ministro israelí, hablando con las tropas en el norte del país, prometió seguir adelante con los combates en múltiples frentes, diciendo que los enemigos del país están a la defensiva.
“Hace un año recibimos un golpe terrible”, dijo Netanyahu. “Desde entonces, hemos cambiado la realidad en todos los ámbitos. El mundo entero está asombrado por los golpes que estás asestando a nuestros enemigos”.
Israel ha estado en estado de guerra desde que Hamas irrumpió en las comunidades y bases militares del sur de Israel el 7 de octubre del año pasado, matando a 1.200 personas y secuestrando a 250. Unos 100 rehenes permanecen en Gaza, aunque el ejército israelí cree que alrededor de un tercio de ellos están muertos. Israel declaró muerta el lunes a una persona secuestrada en el festival de música Nova, un evento objetivo de la invasión.
Tanto Hezbolá como Hamás son considerados organizaciones terroristas por Estados Unidos y muchos otros países.
En una publicación en hebreo en X, el líder supremo de Irán, el ayatolá Ali Khamenei, dijo que el ataque de Hamas “hizo retroceder al régimen sionista 70 años”.
En el norte de Gaza, la parte más poblada del territorio palestino antes de que comenzara la guerra, Israel ha intensificado los ataques aéreos y terrestres, advirtiendo que Hamas está tratando de reconstruir en la zona. Las FDI dijeron que los aviones alcanzaron lanzadores e infraestructura subterránea en todo el territorio.
Israel envió tropas al sur de Líbano la semana pasada, diciendo que no tenía otra opción porque los esfuerzos diplomáticos de Estados Unidos, Francia y otros para detener un año de misiles y ataques con aviones no tripulados de Hezbollah habían fracasado. Las tropas israelíes están operando en aldeas libanesas cerca de la frontera, y el ejército dice que ha destruido miles de armas e instalaciones de Hezbolá.
Hezbollah dijo que detonó varias bombas al borde de las carreteras en Yaroun y Maroun el Ras contra las tropas israelíes que avanzaban allí durante el fin de semana. El grupo continúa disparando cohetes contra Israel, como lo ha hecho desde el inicio de la guerra en Gaza, y 10 personas fueron hospitalizadas el domingo después de los ataques en Haifa y Baja Galilea, según los servicios de emergencia.
Israel continuó un ataque aéreo contra los suburbios del sur de Beirut, con imágenes de televisión que mostraron explosiones que siguieron a un ataque tardío cerca del principal aeropuerto del país. También llevó a cabo ataques contra ciudades fronterizas del sur del Líbano, entre ellas Bint Jbeil. Unos 10 bomberos murieron en un ataque israelí contra la ciudad, según el Ministerio de Salud del Líbano.
Al menos 25 personas murieron y otras 96 resultaron heridas el domingo, dijo el ministerio.
El gobierno de Netanyahu ha hecho a un lado los llamados a un alto el fuego con Hezbolá. Su campaña es parte de un plan para garantizar que decenas de miles de israelíes desplazados puedan regresar a sus hogares en el norte.
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