Bloomberg — Los bomberos surcoreanos siguen esforzándose por extinguir los múltiples incendios forestales que se han declarado durante la última semana en el sur del país, mientras las llamas causan la muerte de al menos 18 personas y desplazan a decenas de miles de personas de sus hogares.
Los incendios que comenzaron el viernes en el condado meridional de Sancheong se han extendido al menos a otras tres regiones del sur de la provincia de Gyeongsang, quemando más de 17.000 hectáreas de terreno y obligando a evacuar a 23.000 personas, declaró el miércoles el presidente en funciones Han Duck-soo.
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“Tenemos que movilizar todos los recursos disponibles en la extinción de los incendios durante el resto de la semana, ya que se teme que experimentemos un nivel de daños sin precedentes por los incendios forestales”, dijo Han en un discurso nacional.
“Están batiendo récords como los peores incendios forestales de la historia”.
El Servicio Forestal de Corea elevó el martes la alerta nacional de crisis al nivel más alto, ya que las llamas arrasaron un antiguo templo y amenazaron con destruir un patrimonio cultural incluido en la lista de la UNESCO.
Unos 500 reclusos encarcelados en una prisión cercana fueron evacuados para escapar de los incendios, según informó el Ministerio de Justicia.
Los incendios suponen una importante prueba de liderazgo para Han, que regresó al cargo hace solo dos días después de que un fallo judicial revocara su suspensión de funciones tras el fiasco de la ley marcial del presidente Yoon Suk Yeol.
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Corea del Sur ha desplegado miles de efectivos para controlar las llamas, pero las labores de extinción se han visto obstaculizadas por los fuertes vientos y las condiciones secas, dijo Han. No se pronosticaban lluvias en la provincia de Gyeongsang hasta el jueves.
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