Bloomberg — La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ya tiene un nuevo equipo, justo a tiempo para prepararse para el regreso de Donald Trump.
El Parlamento Europeo votó el miércoles la confirmación de su equipo de 26 comisarios, que tomarán posesión de sus cargos el 1° de diciembre.
Encargado de rejuvenecer la competitividad de Europa, el brazo ejecutivo de la UE tendrá que averiguar primero si podrá impulsar el apoyo financiero y militar a Ucrania si Trump retira la ayuda estadounidense. Y mientras la UE se arriesga a un enfrentamiento comercial con Pekín, puede que tenga que hacer frente a otro con Washington.
Von der Leyen dijo el miércoles ante el Parlamento Europeo que la primera iniciativa de su nueva comisión será una “Brújula de la Competitividad” que “enmarcará nuestro trabajo para el resto de la legislatura” centrándose en cerrar la brecha de la innovación con EEUU y China, un plan de descarbonización y aumentar la seguridad al tiempo que se reducen las dependencias.
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“Nuestra libertad y soberanía dependen más que nunca de nuestra fortaleza económica. Nuestra seguridad depende de nuestra capacidad para competir, innovar y producir”, afirmó. “Y nuestro modelo social depende de una economía en crecimiento mientras afrontamos el cambio demográfico”.
Von der Leyen anunció que dirigirá personalmente un diálogo estratégico sobre el futuro de la industria automovilística en Europa para reunir a todos los actores y aportar soluciones "mientras esta industria atraviesa una transición profunda y disruptiva".
Y añadió: “Juntos tenemos que asegurarnos de que el futuro del automóvil siga fabricándose en Europa”.
Su nuevo equipo asume el cargo justo cuando muchos de los líderes políticos tradicionales de la UE -sobre todo en Alemania y Francia- luchan por mantenerse en el poder y hacer frente al auge de las fuerzas populistas. Esa dinámica podría acabar dando una influencia adicional a von der Leyen, según los funcionarios de la UE.
Se espera que una de sus vicepresidentas más influyentes sea Teresa Ribera, una socialista española que se hará cargo de una amplia cartera que incluye la competencia y la transición climática. El francés Stéphane Sejourne será vicepresidente responsable de la política industrial. La estonia Kaja Kallas será la responsable de la política exterior del bloque.
Maros Sefcovic, diplomático eslovaco que será el miembro más veterano de la comisión, será responsable de comercio, seguridad económica y relaciones UE-Reino Unido. Y la ex ministra portuguesa de Finanzas, Maria Luis Albuquerque, tendrá el dossier de los servicios financieros.
Una de las iniciativas más difíciles de la comisión será presentar un presupuesto a largo plazo para el periodo 2028-2034 que obtenga el respaldo unánime de los 27 líderes de la UE.
Von der Leyen, exministra alemana de Defensa, también ha afirmado que la principal prioridad para los próximos cinco años será impulsar la productividad de la región, dado el terreno perdido en la carrera global contra las empresas estadounidenses y la agresiva competencia de China.
Junto con el portugués Antonio Costa, presidente entrante del Consejo Europeo, von der Leyen tendrá que encontrar la manera de persuadir a las naciones fiscalmente conservadoras de que aporten fondos para cubrir un déficit de inversión anual de unos 800.000 millones de euros (US$841.000 millones) para necesidades que incluyen la defensa y el desarrollo de tecnologías limpias, según una estimación del ex presidente del Banco Central Europeo Mario Draghi.
Coalición frágil
Para llegar a este punto, von der Leyen tuvo que navegar por la espinosa política de la frágil coalición en el parlamento que le dio un segundo mandato de cinco años a principios de este año. Los legisladores de los partidos mayoritarios y los Verdes, que la respaldaron en julio, acabaron aprobando su colegio de comisarios, junto con miembros del Partido de los Conservadores y Reformistas Europeos, de extrema derecha.
En los días previos a la votación, el Partido Popular Europeo de centro-derecha de von der Leyen, el mayor grupo del parlamento, y los socialistas se enfrentaron por la confirmación de Ribera tras su gestión de las peores inundaciones en España en décadas. El PPE también respaldó al italiano Raffaele Fitto para la vicepresidencia de la Comisión, una medida inicialmente muy contestada por los socialistas.
A algunos legisladores les sigue preocupando que von der Leyen construya su próxima comisión con carteras que se solapen y que puedan provocar enfrentamientos, lo que a su vez podría darle más margen para tomar ella misma las decisiones finales.
En su primer mandato, von der Leyen amplió el poder de su cargo, encabezando una respuesta musculosa a la epidemia de Covid y trazando la enérgica respuesta del bloque a la invasión rusa de Ucrania.
En su segundo mandato de cinco años, probablemente tendrá que apoyarse más en su equipo para tomar la iniciativa sobre cómo impulsar la competitividad de Europa, advirtió un diplomático de la UE.
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