Bloomberg — El presidente Donald Trump señaló sus planes de imponer aranceles previamente amenazados de hasta el 25% a México y Canadá para el 1 de febrero, reiterando su argumento de que los vecinos más cercanos de Estados Unidos y sus mayores socios comerciales están dejando que los migrantes indocumentados y las drogas inunden Estados Unidos.
“Estamos pensando en términos de un 25% sobre México y Canadá, porque están permitiendo que un gran número de personas” crucen la frontera, dijo Trump en respuesta a preguntas de los periodistas en el Despacho Oval el lunes por la noche. “Creo que lo haremos el 1 de febrero”.
Más temprano, Trump dijo en su discurso inaugural que "en lugar de gravar a nuestros ciudadanos para enriquecer a otros países, arancelaremos y gravaremos a los países extranjeros para enriquecer a nuestros ciudadanos." Se abstuvo de mencionar países concretos como objetivos arancelarios.
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Sin embargo, sus comentarios improvisados iban dirigidos a dos aliados vitales para las importaciones energéticas y las cadenas de suministro automovilístico estadounidenses. Cualquier andanada de nuevos impuestos fronterizos amenaza con desencadenar una guerra comercial entre los signatarios del Acuerdo Estados Unidos-México-Canadá, el sucesor del Tlcan negociado por insistencia de Trump durante su primer mandato. El pacto regía el flujo de US$1,8 billones en comercio de bienes y servicios, según datos de 2022.
Tanto Canadá como México han dicho que tomarían represalias contra los productos estadounidenses si Trump les impone aranceles. El USMCA se revisará en 2026.
“Canadá abusa mucho”, dijo Trump, quejándose de la corriente de fentanilo y de migrantes a través de la frontera norte de EEUU.
El dólar canadiense y el peso mexicano, que habían subido a primera hora del lunes ante las señales de que Trump se abstendría de imponer inmediatamente aranceles radicales, cayeron hasta un 1,4% cada uno frente al billete verde tras conocerse la noticia. El indicador del dólar de Bloomberg subió hasta un 0,7%, el máximo desde el 18 de diciembre.
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Apostar por el billete verde se ha convertido en una de las operaciones favoritas de Wall Street para los inversores que anticipan que una expansión de los aranceles reducirá el crecimiento mundial, elevará la inflación estadounidense y potencialmente provocará que la Reserva Federal se abstenga de reducir los costes de los préstamos, todo lo cual apoyaría a la divisa estadounidense.
Hubo cierto alivio en los mercados chinos, ya que Trump no llegó a anunciar gravámenes inmediatos contra la segunda mayor economía del mundo. Un índice de acciones chinas negociadas en Hong Kong subió un 1%, mientras que los indicadores en el continente fluctuaron. El yuan extraterritorial cedió un 0,2%, pero mantuvo la mayor parte de su subida del lunes.
Revisión
En una acción ejecutiva publicada el lunes, Trump pidió amplias revisiones de la supervisión y las relaciones comerciales, incluidos los persistentes déficits bilaterales de bienes, la formación de un Servicio de Ingresos Externos para recaudar aranceles, los desajustes monetarios y la aplicación libre de aranceles de paquetes valorados en US$800 o menos, lo que se conoce como exenciones de minimis.
Unos aranceles de la magnitud de los que propone Trump a los vecinos estadounidenses supondrían un “desastre” para la industria automovilística estadounidense y los fabricantes de automóviles de Detroit, cada uno de los cuales importa un número significativo de vehículos de Canadá y México, señalaron los analistas de Bernstein en una nota de investigación de noviembre.
Stellantis NV importa alrededor del 40% de los vehículos que vende en EE.UU., mientras que General Motors Co. importa aproximadamente el 30% y Ford Motor Co. el 25%, dijeron entonces.
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Los gravámenes adicionales afectarían a unos US$97.000 millones en piezas de automóviles y a 4 millones de vehículos terminados que entran en EE.UU. procedentes de esos países, y podrían aumentar los precios medios de los coches nuevos en unos 3.000 dólares, según Wolfe Research.
Trump también indicó que todavía estaba considerando un arancel universal sobre todas las importaciones extranjeras a EE.UU., pero dijo que "no estaba listo para eso todavía".
“Pondría un arancel universal a cualquiera que haga negocios en Estados Unidos, porque están entrando y están robando nuestra riqueza”, dijo, añadiendo que la implementación podría ser “rápida”.
En un post del 25 de noviembre en Truth Social, Trump advirtió que impondría aranceles del 25% a todas las importaciones mexicanas y canadienses como "una de mis muchas primeras Órdenes Ejecutivas" y dijo que "¡estará en vigor hasta que las Drogas, en particular el Fentanilo, y todos los Extranjeros Ilegales detengan esta Invasión de nuestro País!"
Esas tácticas desencadenaron un rifirrafe en Ciudad de México y Ottawa para demostrar al presidente entrante que ambos gobiernos estaban atendiendo sus preocupaciones.
A los pocos días, el primer ministro Justin Trudeau, que desde entonces ha dicho que va a dimitir, voló a Florida para recalcar a Trump que el número de migrantes que cruzan la frontera del país con EE.UU. es pequeño, y que Canadá también está trabajando estrechamente con EE.UU. para detener el contrabando de drogas.
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Canadá también ha elaborado una lista inicial de 150.000 millones de dólares canadienses (105.000 millones de dólares estadounidenses) de artículos fabricados en EE.UU. que atacaría con aranceles si la primera salva viene de Trump, que se ha burlado de los canadienses con una invitación a convertirse en el 51º estado de EE.UU..
"Nada de esto debería sorprendernos. Lo único que hemos aprendido es que el presidente Trump en algunos momentos puede ser impredecible", dijo a la prensa Dominic LeBlanc, ministro de Finanzas de Canadá, poco después de los comentarios de Trump.
El gobierno canadiense seguirá hablando sobre seguridad fronteriza y otros temas con la administración Trump, dijo LeBlanc. “En nuestra conversación con funcionarios estadounidenses, hemos hablado de nuestro compromiso compartido en la lucha contra el fentanilo, para garantizar que la inmigración sea ordenada y legal”.
En diciembre, el gobierno de Trudeau presentó un plan para gastar unos 1.000 millones de dólares en medidas adicionales, como más helicópteros y aviones no tripulados para cerca de la frontera.
México ha tratado de evitar la imposición de aranceles, adoptando medidas para aplacar a Trump, como tratar de reducir las importaciones procedentes de China y llevar a cabo una incautación récord de fentanilo.
El gobierno de la presidenta mexicana Claudia Sheinbaum ha dicho que los aranceles podrían afectar los 800.000 millones de dólares de comercio anual entre los países y potencialmente impulsarían la inflación en EEUU.
--Con la colaboración de Carolina Millan, Laura Dhillon Kane, Maya Averbuch, Malcolm Scott y Tan Hwee Ann.
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