Bloomberg — El presidente Donald Trump dijo que firmará un memorando el viernes para contrarrestar los impuestos a los servicios digitales que algunos países imponen a los gigantes tecnológicos estadounidenses, un paso que podría ampliar una batalla global destinada a abordar los desequilibrios en el comercio.
El memorando pedirá a la Oficina del Representante de Comercio de EE.UU. que proponga medidas de represalia, incluidos aranceles, a los países que impongan impuestos digitales a empresas tecnológicas estadounidenses como Alphabet Inc. (GOOGL) y Meta Platforms Inc. (META), según personas familiarizadas con los planes.
“Lo que nos están haciendo en otros países es terrible con lo digital. Así que lo anunciaremos”, dijo Trump a los periodistas el viernes.
El memorando, que las personas familiarizadas comentaron bajo condición de anonimato antes de que se haga público, se centra ampliamente en cuestiones de comercio digital. No se espera que aplique aranceles de inmediato y no establece un calendario para cuando dichos aranceles podrían entrar en vigor, dijeron las personas.
La medida aborda una cuestión que preocupa a Trump desde hace tiempo, desde su primera etapa en la Casa Blanca. En 2019, la USTR inició investigaciones separadas sobre los sistemas fiscales de Francia, Italia, España, India y otros países, y EE.UU. concluyó entonces que los impuestos eran discriminatorios y perjudicaban desproporcionadamente a las empresas estadounidenses.
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Desde entonces, algunas naciones han retirado sus planes de impuestos sobre los servicios digitales y, en su lugar, se han unido a una negociación global para un impuesto mínimo sobre las empresas tecnológicas, pero esas conversaciones se han estancado en repetidas ocasiones.
Según la Asociación de la Industria de la Informática y las Comunicaciones, unos 30 países han adoptado o propuesto impuestos DST en los últimos años, entre ellos otros importantes socios comerciales de EE.UU. como el Reino Unido y Canadá. El impuesto de Canadá entró en vigor en 2024.
La medida de Trump se produce antes de una visita del presidente francés, Emmanuel Macron, cuyo país tiene un impuesto digital que afecta a las principales multinacionales tecnológicas estadounidenses, y cuyo ministro de Finanzas dijo a principios de este mes que tenían la intención de mantener en vigor.
Francia fue uno de los primeros países en aplicar un impuesto sobre los servicios digitales. Ambas partes negociaron una tregua, según la cual Francia habría retirado el impuesto tras la entrada en vigor de las normas mundiales sobre fiscalidad de las multinacionales digitales. Sin embargo, esas negociaciones nunca llegaron a buen puerto.
Las represalias estadounidenses por los impuestos digitales amenazan con agitar las ya tensas relaciones con Francia y otros países europeos ya enfrentados con Washington por la presión de Trump para negociar el fin de la guerra en Ucrania directamente con el presidente ruso, Vladímir Putin.
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Trump y sus aliados han arremetido contra lo que él considera prácticas desleales de Europa en materia de comercio, fiscalidad y esfuerzos para contrarrestar la desinformación en las redes sociales que, según él, tienen como objetivo a las empresas tecnológicas estadounidenses. En términos más generales, los planes de Trump ponen de relieve cómo en su segundo mandato ha tratado de emplear aranceles para remodelar los lazos comerciales mundiales y obligar a las empresas a trasladar la producción a EE.UU.
El presidente ya ha impuesto un impuesto general del 10% a las importaciones procedentes de China, ha ordenado -y luego pausado- aranceles del 25% a los bienes procedentes de Canadá y México, ha desvelado planes para un gravamen del 25% a las importaciones estadounidenses de acero y aluminio y ha ordenado a su administración que proponga una ronda de aranceles recíprocos para cada socio comercial. También ha dicho que se avecinan aranceles sobre automóviles, semiconductores e importaciones de medicamentos.
El segundo mandato de Trump ha visto cómo los ejecutivos de Silicon Valley intentaban cortejar al nuevo presidente, con los destacados CEO de algunas de las mayores empresas tecnológicas del país visitándole en su finca de Mar-a-Lago durante la transición y asistiendo a su toma de posesión el mes pasado. Trump ha prometido atacar las políticas en el extranjero que, según él, perjudican a esos gigantes, pero muchas de sus medidas, como los nuevos aranceles, amenazan con exprimir a las empresas tecnológicas que dependen de las cadenas de suministro mundiales.
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