Bloomberg Línea — El presidente electo de EE.UU., el líder republicano Donald Trump, ha confirmado que es “verdad” que planea declarar la emergencia nacional en el país para adelantar su programa de deportación masiva, según publicó en su red social Truth Social.
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El mandatario electo ha reposteado un mensaje de Thomas Fitton, un activista conservador estadounidense y presidente de Judicial Watch, que se ha referido en una publicación en esa red social a informes que apuntan a que la entrante Administración republicana está “preparada para declarar una emergencia nacional”.
“Y utilizará activos militares para revertir la invasión provocada por Joe Biden a través de un programa de deportación masiva”, escribió Thomas Fitton, a lo que Donald Trump reaccionó compartiendo el comentario con el mensaje: “Verdad!!!”.
La semana pasada, un juez federal de Texas anuló el programa ‘Manteniendo a las familias unidas’, también conocido como Parole in place, con el que la Administración de Joe Biden pretendía ayudar a cerca de 700.000 migrantes indocumentados con una vía para obtener la ciudadanía estadounidense, como consta en el fallo de 74 páginas proferido el 7 de noviembre.
De acuerdo con información de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, en inglés) divulgada en octubre, Estados Unidos repatrió en el año fiscal 2024 a más de 700.000 migrantes, lo que supone la cifra más alta registrada desde 2010.
Según el reporte de esa entidad, el Departamento de Seguridad Interna (DHS, en inglés) expulsó más de 160.000 personas detenidas en la frontera suroeste a más de 145 países desde el pasado 5 de junio hasta fines de septiembre.
Trump manifestó en la campaña que busca retomar su propuesta de la construcción del muro fronterizo con México para evitar el paso de los migrantes irregulares. Asimismo, ha manifestado que buscaría eliminar los beneficios migratorios para personas que huyen de sus respectivos países.
Además, ha prometido “llevar a cabo la operación de deportación interna más grande en la historia estadounidense”, dijo en febrero en un video publicado en su red social, Truth Social. El plan de deportación masiva afectaría, según sus cálculos, a entre 15 millones y 20 millones de personas.
Asimismo, en el marco de la guerra en Medio Oriente el líder republicano ha dicho que su estrategia migratoria apuntará contra los “simpatizantes de Hamás”. “Los sacaremos de nuestros campus universitarios, de nuestras ciudades y los sacaremos de nuestro país, si eso les parece bien”, ha dicho Trump.
Para poner en marcha su plan de deportaciones masivas, Trump ha dicho que apelaría al Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos e incluso se ha referido a la Ley de Enemigos Extranjeros de 1798 -utilizada para justificar el internamiento de no ciudadanos en la época de la Segunda Guerra Mundial- para llevar a cabo el plan, que probablemente se enfrentaría a impugnaciones judiciales.
La Ley de Enemigos Extranjeros, promulgada en 1798, le otorgó al Gobierno poderes adicionales para regular a los no ciudadanos. Bajo esta ley, el presidente podía autorizar el arresto, reubicación o deportación de cualquier hombre mayor de 14 años originario de un país enemigo extranjero. También proporcionaba algunas protecciones legales para aquellos sujetos a la ley.
Impacto en las remesas del plan de Trump
Según una nota de Bloomberg Economics, firmada por Chris Collins, deportar a los llegados después de 2020 contraería la economía de EE.UU. en torno a un 3% para las próximas elecciones de 2028, mientras que la caída de la demanda de una población más pequeña haría bajar los precios.
Adriana Dupita, de Bloomberg Economics, dice en otra nota que las políticas de migración de Trump pueden tener un impacto directo en las remesas, siendo El Salvador y Honduras los mercados “más afectados”.
“Entre los mercados emergentes más grandes, México podría ver caer las remesas en un 0,6% del PIB si la próxima Administración estadounidense asegura efectivamente su frontera, o en un 3,4% del PIB si deporta a todos los inmigrantes no autorizados”, indica.
Se estima que en Latinoamérica y el Caribe las remesas representan en la actualidad un 2,5% del Producto Interno Bruto (PIB), aunque en algunas subregiones como Centroamérica esta contribución salta al 12,7%, y en el Caribe al 9,4%, mientras que en Sudamérica la dependencia es menor y apenas llega al 0,7%, de acuerdo a cifras del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).