Thomas Homan y Sthepen Miller, primeras señales de la política migratoria de Trump en EE.UU.

Expertos analizan las primeras movidas políticas del presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, para consolidar su equipo de trabajo y ejecutar sus promesas de campaña

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Bloomberg Línea — Donald Trump está priorizando a republicanos fieles y ultraconservadores en el equipo que lo acompañará en su regreso a la Casa Blanca, aunque no necesariamente sean los más técnicos. El presidente electo de Estados Unidos considera que así podrá sacar adelante sus promesas de campaña, entre ellas, endurecer las medidas para contener la migración irregular y deportar masivamente a los migrantes indocumentados que ya están en territorio norteamericano, según expertos consultados por Bloomberg Línea.

Trump anunció que el hombre a cargo de su política migratoria será Thomas Homan, que fungió como exdirector del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) en su pasado periodo presidencial, e informó que “estará a cargo de todas las deportaciones de extranjeros ilegales a su país de origen”. Incluso lo bautizó como el “zar de la frontera”, expresión que se robó el protagonismo en los titulares de la prensa internacional.

También designó a Stephen Miller como subdirector de política de la Casa Blanca, es decir, a su consejero presidencial de 2017 a 2021, también conocido como el ideólogo de la controversial política migratoria.

Ambos nombramientos demuestran que la estrategia es apostar por republicanos leales y radicales como garantía para cumplir la agenda de migración. Para muestra, un botón: tanto Homan como Miller trabajaron con él durante su primer mandato y, además, colaboraron en el Proyecto 2025, un compendio de propuestas de grupos conservadores para los siguientes cuatro años de Gobierno, del que Trump ha buscado desligarse.

El internacionalista y docente de la Pontificia Universidad Javeriana Manuel Camilo González asegura que las decisiones de Trump revelan la necesidad de “funcionarios y una burocracia politizada que sea eficaz por lealtad, estos nombramientos responden a la capacidad de control que tiene del Partido Republicano, donde ha privilegiado la tenencia de miembros del Proyecto 2025 como garantía de sus promesas electorales que miembros más moderados del partido”.

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La designación de Thomas Homan y Stephen Miller también llama la atención porque ambos diseñaron la estrategia de separación efectiva de familias implementada por Trump en 2018, que ahora podría mutar.

En ese entonces, la separación familiar buscaba disuadir a los migrantes de cruzar la frontera con México de manera irregular, incluso alejando a niños de sus padres. En 2025, el programa buscará deportar a familias completas sin separarlos en el proceso de deportación, aun cuando algunos de sus miembros tengan un estatus legal.

“Esta práctica implica una expulsión total de las familias, aunque Trump, Homann y Miller han dicho que no va a haber redadas ni se va a capturar indiscriminadamente a los migrantes”, explica el internacionalista y docente investigador de la Universidad Militar de Colombia,Gabriel Clavijo.

Trump, por ejemplo, aseguró que las deportaciones no se enfocarán en los alrededor de 11 millones de latinos indocumentados que residen en Estados Unidos, sino en quienes tienen antecedentes penales, alrededor de 1,2 millones, según Goldman Sachs.

Homan ratificó lo dicho por Trump en una entrevista con CBS, donde expuso: “Serán detenciones selectivas. Sabremos a quién vamos a arrestar y dónde es más probable que los encontremos, basándonos en numerosos procesos de investigación”.

Pese a ello, expertos como Andrés Sampayo, doctor en estudios políticos de la Universidad del Rosario, plantean que sucedería todo lo contrario.

“El nombramiento de Thomas Homan intensificará el ala más radical de la extrema derecha en la administración de Trump. Veremos redadas masivas de inmigrantes indocumentados, tanto en sus lugares de trabajo como en los barrios donde residen, y un aumento de denuncias por parte de extremistas contra quienes consideren sospechosos”, plantea a Bloomberg Línea.

¿Qué tan fácil será implementar las deportaciones masivas?

En el plano político, Trump tiene todo para sacar adelante el programa migratorio que prometió durante su campaña presidencial, aunque a nivel estatal podría tener algunos obstáculos, a juicio de Manuel Camilo González.

“Los resultados de las elecciones legislativas parecen ser un punto a favor de Trump, así como su control del Supremo de Justicia, todo un escenario de Ejecutivo Unitario”, argumenta.

Pero el presidente electo podría moderar su discurso frente a la migración por factores externos: “Las decisiones de cortes estatales o la no cooperación con gobernadores demócratas en California, Arizona y Colorado, que pueden defender las ciudades santuario e inclusive la misma arquitectura de la política de migración debido al lento trámite de peticiones migratorias”, agrega González.

Para Gabriel Clavijo, aunque Trump cuenta con un respaldo político, su principal reto será llevar su programa migratorio de la teoría a la práctica, no solo por la inyección financiera que requiere, sino por los reparos en cuanto a la proyección de derechos humanos que seguramente deberá afrontar, entre otras,

“No deja de generar cuestionamientos y, sobre todo, preguntas, cómo va a ser la logística de estas deportaciones, debido a que la inversión de recursos, de material logístico y personal especializado requiere políticas públicas y movimiento muy fuerte del Gobierno de Trump”, plantea.

¿Qué hay detrás de Marco Rubio como secretario de Estado?

El senador Marco Rubio habría sido escogido por Trump como secretario de Estado de EE.UU., según fuentes cercanas al presidente. Y la posible designación no puede pasar desapercibida si se tiene en cuenta que sus padres son migrantes cubanos; de hecho, tendría como objetivo mostrar al presidente electo como pluralista y abierto al cambio.

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“El posible nombramiento de Rubio no solo responde a la lealtad del senador cubano-americano y sus coincidencias ideológicas, sino también a un golpe de escena para demostrar una nueva cara del Gobierno, más plural en su composición (...). Además, la segunda administración de Trump ha buscado más leales que técnicos”, opina Manuel Camilo González.

Y no es para menos, Rubio representa a los ciudadanos de origen latino que respaldaron a Trump en los comicios presidenciales y al cambio en esta población en los últimos años.

Se trata de los latinos asentados, con recursos financieros grandes y que están haciendo que esta minoría poblacional sea la que más aporte a la economía del país, incluso a los hijos de latinos que nacieron en terrritorio estadounidense, de acuerdo con Gabriel Clavijo.

“Ya muchos de ellos son nacidos en EE.UU., ciudadanos en plenitud de sus derechos, que dejan de pensar como visitantes inmigrantes y empiezan a pensar en los problemas del ciudadano estadounidense. Marco Rubio responde a estas características”.

Pero, ¿qué implica la posible designación de Marco Rubio como secretario Estado de EE.UU. para Latinoamérica? Seguramente el fortalecimiento de las relaciones con mandatarios como Javier Milei.

Para Andrés Sampayo, “en América Latina, intentará fortalecer los lazos con la Argentina de Milei y suavizar la confrontación Trump con Bukele que dejó la campaña. Con el resto de la región, adoptará un enfoque más pragmático. A nivel global, la confrontación económica con China será intensa, llevando los acuerdos comerciales al límite y rompiendo constantemente acuerdos de patentes. Además, se esforzará por retirar a Estados Unidos de cualquier conflicto bélico presente o futuro, y podrían surgir tensiones con la Unión Europea”.