Bloomberg — El endeudamiento de los consumidores estadounidenses aumentó en octubre más de lo previsto, reflejando el mayor avance de los saldos de las tarjetas de crédito desde mediados de 2022.
El crédito total pendiente aumentó en US$19.200 millones tras un incremento revisado de US$3.200 millones en septiembre, según los datos de la Reserva Federal publicados el viernes. La estimación mediana en una encuesta de Bloomberg entre economistas preveía un aumento de US$10.000 millones. Las cifras no están ajustadas a la inflación.
Lea más: Confianza de los consumidores de EE.UU. aumenta junto con las expectativas de inflación.
La deuda renovable pendiente, que incluye las tarjetas de crédito, aumentó en US$15.700 millones. Octubre incluyó el Prime Day de Amazon.com Inc., así como promociones similares en Walmart Inc. y Target Corp.
El crédito no revolvente, como los préstamos para la compra de vehículos y la matrícula escolar, aumentó en US$3.500 millones, según mostró el informe de la Fed. El ritmo de ventas de automóviles durante el mes fue el más fuerte en más de tres años, según los datos de Ward’s Automotive Group.
Aunque la Fed ha bajado su tasa de referencia en 0,75 puntos porcentuales desde septiembre, tardará tiempo en filtrarse en costes de financiación más baratos para los consumidores.
Aunque el aumento de los ingresos ha permitido a muchos consumidores hacer frente al elevado coste de los préstamos, muchos estadounidenses con rentas más bajas están experimentando mayores tensiones financieras. El presidente de la Fed, Jerome Powell, aludió a ello a principios de esta semana, señalando que los datos económicos agregados de EE.UU. parecen buenos, pero que hay presión en los tramos de ingresos más bajos.
Un informe de la Fed de Nueva York de noviembre mostró que el 3,5% de la deuda pendiente de los consumidores se encontraba en alguna fase de morosidad en el tercer trimestre, frente al 3,2% del trimestre anterior. La proporción de préstamos para automóviles que pasaron a una situación de morosidad grave, lo que significa que los pagos se retrasaron al menos 90 días, aumentó hasta el 2,9%.
Con la colaboración de Chris Middleton.
Lea más en Bloomberg.com