Bloomberg Línea — El próximo 5 de noviembre, cuando se lleven a cabo las elecciones presidenciales en EE.UU., se podrá calcular el impacto del polémico comentario sobre Puerto Rico durante un mitín político de Donald Trump.
En un evento de campaña del candidato republicano en Nueva York, el pasado 27 de octubre, el humorista Tony Hinchcliffe dijo que Puerto Rico era “una isla de basura flotando en mitad del océano”, comentario que fue calificado como racista y suscitó la respuesta de reconocidas personalidades boricuas, entre ellas, Bad Bunny, que manifestó su apoyo a Kamala Harris.
Acerca del comentario también se pronunciaron algunos demócratas, como el presidente de EE.UU., Joe Biden, que dejó un mensaje al exmandatario: “La única basura que veo flotando por ahí es la de sus partidarios”.
Leer más: Así van las encuestas presidenciales en Estados Unidos para Harris y Trump
Aunque Trump no se ha disculpado, quizá al considerar que no es responsabilidad suya lo que diga Hinchcliffe, sí dijo: “Nadie quiere a la comunidad puertorriqueña más que yo”.
Lo cierto, más allá de que el expresidente quizá tenga culpabilidad en el comentario sobre Puerto Rico, es que la coyuntura deja algunos interrogantes, por ejemplo, ¿por qué Puerto Rico no puede votar en las elecciones presidenciales si es territorio de EE.UU.?, y, ¿qué impacto tendrá el chiste de Hinchcliffe en el voto de los puertorriqueños que sí pueden sufragar, es decir, los residentes en alguno de los 50 estados de EE.UU.?
¿Por qué Puerto Rico no puede votar en las elecciones?
Pese a que Puerto Rico pertenece al territorio de EE.UU., nunca ha podido votar en las elecciones presidenciales, y esta vez no será la excepción.
Aunque la isla hace parte de EE.UU., no está constituida como estado, sino como una entidad administrativa extracontinental, estatus que también tienen Guam, las Islas Marianas del Norte y las Islas Vírgenes.
Puerto Rico tiene la potestad de elegir a su gobernante, así como a los miembros del poder legislativo y judicial, como cualquier país soberano. Sin embargo, en asuntos migratorios, de política exterior y defensa, su actuar está ligado a lo que se decida en la Casa Blanca.
Los puertorriqueños tienen ciudadanía norteamericana desde 1940, pero resulta llamativo que solo los residentes en los 50 estados de EE.UU. pueden votar en las elecciones presidenciales, pero no quienes viven en la isla.
A lo que sí tienen derecho los puertorriqueños que viven en la isla es a participar en las elecciones primarias, en las cuales los partidos políticos escogen a sus candidatos.
Leer más: Bad Bunny respalda a Kamala Harris tras insulto a Puerto Rico en evento de Trump
Ahora, ¿por qué no incluir a Puerto Rico en los estados de EE.UU.? Esta pregunta es de vieja data y tiene más de una respuesta, pero una en específico retumba siempre: una eventual inclusión aumentaría su peso en el Congreso, con dos senadores y un número de representantes a la Cámara acorde a su población.
¿Qué impacto tendrá el comentario sobre Puerto Rico?
Es difícil vaticinar el impacto del comentario sobre Puerto Rico en las elecciones presidenciales y si traerá perjuicios para Donald Trump. La única certeza es que 6 millones de puertorriqueños residentes en EE.UU. continental están habilitados para votar, en contraste con los 3,5 millones que viven en la isla, de acuerdo con un estudio del Pew Research Center.
Aunque el voto latino en EE.UU. es cada vez más diversificado, la coyuntura puede hacer que algunos puertorriqueños que pensaban apoyar a Trump cambien su intención de voto y apoyen a Harris, la primera mujer que podría llegar a la presidencia.
Otro factor para tener en cuenta: los puertorriqueños integran el segundo grupo más grande de hispanos en EE.UU..