La administración Trump comenzó a enviar correos electrónicos a más de 2 millones de trabajadores federales el sábado, pidiéndoles que informen sobre lo que hicieron la semana pasada o se verán obligados a renunciar.
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La directiva fue la última salva del Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE) de Elon Musk a la fuerza de trabajo federal.
Un correo electrónico obtenido por Bloomberg pedía a los empleados federales que respondieran con cinco puntos sobre lo que hicieron la semana pasada, copiando a su jefe. Se pedía a los empleados que excluyeran cualquier información clasificada, enlaces o archivos adjuntos. El plazo para responder finaliza el lunes a las 23.59 horas en Washington.
En una publicación en las redes sociales el sábado por la tarde, Musk dijo que la directiva llegó a instancias del presidente Donald Trump. “La falta de respuesta se tomará como una renuncia”, dijo Musk.
Su post no abordaba una miríada de complejidades legales y pragmáticas, y parecía indicar que el gobierno podría simplemente dejar de pagar a cualquier número de trabajadores federales, desde el servicio postal hasta los centros penitenciarios, si no se justificaba por correo electrónico sus puestos de trabajo.
Como empleado especial del gobierno y asesor del presidente, Musk no tiene poder directo para despedir a empleados federales.
“Las agencias determinarán los pasos a seguir”, dijo la portavoz de la OPM, McLaurine Pinover.
El jefe de un sindicato de empleados federales calificó el correo electrónico de “cruel e irrespetuoso” y dijo que impugnaría cualquier despido de miembros despedidos bajo la directiva.
“Una vez más, Elon Musk y la Administración Trump han demostrado su absoluto desprecio por los empleados federales y los servicios críticos que prestan al pueblo estadounidense”, dijo Everett Kelley, presidente de la Federación Estadounidense de Empleados del Gobierno, calificando a Musk de “multimillonario desubicado, privilegiado y no elegido que nunca ha realizado una sola hora de servicio público honesto en su vida”.
El correo electrónico procedía de la misma dirección de correo electrónico hr@opm.gov utilizada para enviar a los trabajadores federales la oferta “Fork in the Road” de pagar sus salarios hasta septiembre si se ofrecían a dimitir este mes.
Unos 75.000 empleados federales aceptaron esa oferta y, desde entonces, muchas agencias han iniciado despidos masivos de empleados a prueba con menos de uno o dos años de servicio.
“Gran trabajo”
Su advertencia llegó poco después de que Trump dijera en un mensaje en las redes sociales que “Elon está haciendo un gran trabajo, pero me gustaría verle más agresivo.”
La pregunta “¿Qué has conseguido hacer esta semana?" es una de las que Musk ha hecho a los empleados de sus empresas. Antes de adquirir Twitter en 2022 y renombrarla como X, envió esa pregunta por mensaje de texto al consejero delegado Parag Agrawal, a quien despidió más tarde.
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Trump creó el DOGE mediante una orden ejecutiva del 20 de enero que reorganizaba una oficina existente de la Casa Blanca, el Servicio Digital de EE.UU., y encomendaba al equipo la tarea de modernizar la tecnología en todo el gobierno. A principios de febrero amplió sus funciones para incluir la supervisión del gasto y los recortes de personal para transformar la plantilla federal, reducir el tamaño del Gobierno y limitar la contratación a los puestos esenciales.
Musk ha prometido que la empresa de recorte de gastos del DOGE ofrecerá la “máxima transparencia” y que “todas nuestras acciones serán totalmente públicas”. El departamento afirma que hasta ahora ha ahorrado unos US$55.000 millones en gasto federal, pero esta semana su sitio web sólo contabilizaba US$16.600 millones de esa cantidad.
DOGE ha tratado de obtener acceso a los sistemas internos a través de varias agencias gubernamentales, lo que provocó demandas sobre los límites legales y constitucionales de Trump como presidente.
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Un juez federal denegó esta semana una solicitud de los fiscales generales estatales demócratas para bloquear temporalmente el trabajo de DOGE. Los demócratas sostienen que Musk está ejerciendo un poder para remodelar el gobierno de EE.UU. que se supone que está reservado para funcionarios de alto nivel confirmados por el Senado.
El departamento también ha dado marcha atrás en algunos de sus despidos y recortes, entre ellos el de un programa de salud para los primeros intervinientes y supervivientes del 11-S. Y el Departamento de Energía decidió reincorporar a especialistas en energía nuclear después de suprimir abruptamente sus puestos de trabajo.
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