Bloomberg — Después de años de activismo laboral fallido en Amazon.com Inc. (AMZN), la Hermandad Internacional de Camioneros ha adoptado una táctica más directa: convocar una huelga nacional seis días antes de Navidad.
El sindicato Teamsters ha pedido a los trabajadores que abandonen sus puestos el jueves por la mañana en siete instalaciones de Amazon en las que han intentado representar a los conductores de reparto o a los trabajadores de almacén contratados por la empresa.
También se ha comprometido a enviar a miembros que no trabajan en Amazon para establecer líneas de piquetes en cientos de almacenes de todo el país, su mayor demostración de fuerza hasta la fecha en una campaña para organizar al segundo mayor empleador privado de Estados Unidos.
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Los almacenes de entrega objetivo de la huelga están en Nueva York, Atlanta, el área de Chicago y California, dijeron los Teamsters. Los medios de comunicación informaron a primera hora del jueves de piquetes de los Teamsters en el exterior de otros almacenes, incluidos los de Florida, Illinois, Ohio, Pensilvania y Rhode Island, en un esfuerzo por conseguir que los camiones que recogen paquetes destinados a los compradores navideños den la vuelta.
Una instalación de Amazon en Queens parecía ser uno de los puntos calientes, con piquetes chocando con la policía y bloqueando furgonetas mientras los medios de comunicación captaban la tensión, según publicaciones en las redes sociales. Los piquetes en otras instalaciones fueron más moderados, con apenas un puñado de personas sosteniendo pancartas.
Los directivos de algunas instalaciones de Amazon están enviando avisos en los que preguntan a los trabajadores si se sienten seguros y les animan a informar de cualquier dificultad para entrar o salir de los edificios, según publicaciones en las redes sociales.
Interrumpir las operaciones de Amazon es una tarea difícil. El minorista en línea despacha paquetes desde casi 230 almacenes masivos y más de 600 depósitos de entrega más pequeños diseminados por todo EE.UU., según MWPVL International, una consultora de logística. Las huelgas anteriores han tenido poco impacto en las operaciones de la empresa, y un portavoz dijo que la compañía no espera interrupciones esta semana.
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Pero ningún esfuerzo anterior ha tenido esta envergadura, ni el músculo de relaciones públicas de los Teamsters, que representan a unos 1,3 millones de trabajadores. Muchos de esos miembros son conductores, un sector que Amazon ha puesto patas arriba con su dominio del comercio electrónico y su red a medida de empresas de reparto por contrato. Los Teamsters han programado su acción para generar la máxima atención justo cuando los compradores realizan sus últimas compras navideñas.
Amazon ha sido objetivo de los esfuerzos de organización desde que la pandemia puso de relieve el papel fundamental que desempeñan las personas que empaquetan y envían artículos en los almacenes del comercio electrónico. Los empleados lanzaron campañas sindicales, incluso en instalaciones de la ciudad de Nueva York y Bessemer, Alabama, buscando sindicalizarse a través de una votación en el lugar de trabajo supervisada por una junta laboral federal.
En Nueva York, ganó el incipiente sindicato Amazon Labor Union, que más tarde se afilió a los Teamsters. En Alabama, los trabajadores votaron en contra de afiliarse al Sindicato de Minoristas, Mayoristas y Grandes Almacenes.
Sin resolución
Pero ambos esfuerzos carecen de una resolución definitiva años después de su inicio, ya que la empresa y los sindicatos, respectivamente, apelan sus derrotas. Mientras tanto, Amazon, al igual que otras grandes empresas, ha optado por impugnar la constitucionalidad de la Junta Nacional de Relaciones Laborales, el organismo federal que vela por el cumplimiento de la legislación laboral que rige la negociación colectiva.
Los Teamsters pusieron su punto de mira en Amazon a finales del año pasado tras cerrar un nuevo contrato para sus afiliados de United Parcel Service Inc. Hasta ahora, el sindicato ha evitado el proceso electoral de la NLRB, optando por plantear sus preocupaciones directamente a los directivos de Amazon y exigir a la empresa que acuda a la mesa de negociación.
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"Está bastante claro que Amazon no va a hacer nada de acuerdo con las normas", dijo Randy Korgan, un organizador con sede en California que dirige los esfuerzos de los Teamsters con los trabajadores de Amazon y los conductores de reparto. Los paros, dijo en una entrevista poco antes de que los Teamsters anunciaran la huelga, están diseñados para que los trabajadores "entiendan que tienen la capacidad de retener su trabajo en masa."
La teoría es que si participan suficientes trabajadores, Amazon no tendrá más remedio que entablar conversaciones. Eso llevará tiempo, dijo Korgan. “No es razonable pensar que una de estas lo arregla todo, y que entra la varita mágica y todo el mundo entra en razón”, dijo. “Se acumula con el tiempo”.
Amazon dice que los Teamsters están exagerando su apoyo entre la plantilla de la empresa y los empleados contratados.
“Lo que están viendo es casi en su totalidad gente de fuera -no empleados ni socios de Amazon- y cualquier sugerencia de lo contrario es solo otra mentira de los Teamsters”, dijo la portavoz Kelly Nantel en un comunicado enviado por correo electrónico. “La verdad es que no pudieron conseguir suficiente apoyo de nuestros empleados y socios y han traído a sus propios miembros y a personas ajenas para que vengan a acosar e intimidar a nuestro equipo, lo cual es inapropiado y peligroso”.
En un foro de las redes sociales donde se congregan los trabajadores de los almacenes de Amazon, algunos empleados debatieron los méritos de un sindicato y los retos a los que se enfrentan los Teamsters para conseguir una masa crítica de personas que participen en las huelgas. Los trabajadores se advertían unos a otros sobre la posibilidad de ser despedidos por organizarse, mientras que otros preguntaban cómo podían participar y ayudar a organizar sus ubicaciones.
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La empresa afirma que ya ofrece el tipo de salarios y prestaciones que suelen buscar los sindicatos.
Los Teamsters han tratado principalmente de organizar a los trabajadores de lo que Amazon denomina socios de servicios de entrega, las empresas contratistas que contratan a empleados que conducen furgonetas con la marca de Amazon. Operan desde pequeños depósitos de entrega, donde los empleados a tiempo completo clasifican los artículos en estanterías antes de entregarlos a los contratistas. Una gran ciudad puede tener varias de estas instalaciones, lo que da a Amazon flexibilidad para trasladar el volumen a otros sitios en caso de interrupciones.
El modelo también complica la tarea de los aspirantes a organizadores, que deben reunir a empleados de entre varias empresas independientes, todas en deuda con Amazon. En el almacén de Queens donde algunos conductores establecieron un piquete el jueves, los Teamsters han intentado conseguir apoyo entre los empleados de varias empresas.
Amazon dice que esos trabajadores no son sus empleados. Los funcionarios de la NLRB, en respuesta a las quejas de los trabajadores presentadas en relación con los almacenes de California y Atlanta, discreparon, diciendo que la empresa era un empleador conjunto de los conductores en esas instalaciones y debe negociar con los trabajadores.
Las dos instalaciones más críticas en las que los Teamsters se están organizando con los empleados de Amazon -un centro de carga aérea en San Bernardino, California, y el almacén representado por el sindicato Amazon en Staten Island, Nueva York- no están entre la lista inicial de instalaciones en huelga.
Al menos hasta ahora: Los Teamsters dicen que otros sitios pueden unirse al esfuerzo más adelante.
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