Bloomberg — Marco Rubio, un veterano senador republicano que una vez compitió contra Donald Trump por la nominación presidencial del partido, fue confirmado como su secretario de Estado, el primero de los nominados del segundo mandato del presidente en ser aprobado por el Senado.
Rubio, que formó parte durante 14 años de la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado, es una de las opciones más convencionales del gabinete de Trump y fue aprobado el lunes por 99 votos a favor y 0 en contra. Su rápida confirmación no fue tanto un reflejo de las prioridades de Trump como una señal del amplio apoyo con el que contaba entre sus antiguos colegas.
Rubio, de 53 años, ha adoptado una postura agresiva ante la emergencia de China como potencia económica y será el primer Secretario de Estado estadounidense sancionado por Pekín. Hijo de inmigrantes cubanos, ha criticado duramente las dictaduras izquierdistas de Venezuela, Cuba y Nicaragua y el régimen clerical islámico de Irán.
Lea más: Trump aplaza aplicación de aranceles, pero México no se ha librado de la amenaza.
Le esperan confirmaciones más difíciles. Algunos senadores han expresado en privado sus reservas sobre la candidata de Trump a directora de Inteligencia Nacional, Tulsi Gabbard, y no se ha fijado fecha para su audiencia de confirmación. Pete Hegseth, el candidato a secretario de Defensa, parece que será confirmado a pesar de la oposición casi unánime de los demócratas y de la preocupación por las acusaciones de agresión sexual, mala gestión financiera y abuso de alcohol.
Algunas de las posturas de Rubio podrían ponerle en desacuerdo con su nuevo jefe. Es un firme partidario de la alianza de la OTAN, que Trump ha criticado a menudo, y respaldó el proyecto de ley para prohibir la aplicación de intercambio de vídeos TikTok, de propiedad china. Trump había apoyado inicialmente la prohibición, pero la aplicación le ha caído bien y ha prometido concederle un indulto por ahora.
Sin embargo, Rubio ha dejado de lado la preocupación de que pueda enfrentarse al presidente. Ha defendido la posición de Trump de poner fin rápidamente a la invasión rusa de Ucrania, pidiendo conversaciones que podrían llevar a Kiev a ceder territorio. Rubio ha abrazado la perspectiva de Trump de “América primero”, prometiendo en su audiencia de confirmación reorientar la política exterior de EE.UU. hacia una América más fuerte y segura.
Vea más: Trump enlista sus primeras acciones como presidente sin profundizar en aranceles.
Aún así, existen dudas sobre cuánta influencia tendrá Rubio como máximo diplomático de la nación.
Trump ya cuenta con el asesoramiento de multimillonarios como Elon Musk, que ha azuzado a los líderes del Reino Unido y Alemania, y ha nombrado a una serie de amigos y asesores como enviados especiales para supervisar algunas de las prioridades más importantes de la política exterior de Washington, como la guerra entre Ucrania y Rusia y Oriente Próximo.
Trump apenas mencionó la política exterior en su discurso de investidura del lunes. Reiteró su amenaza de recuperar el Canal de Panamá, pero por lo demás no mencionó puntos calientes globales como Ucrania e Irán que habían figurado en su campaña. Sí repitió su amenaza de imponer aranceles a otros países, aunque por el momento se abstuvo de hacerlo.
Lea más en Bloomberg.com