Bloomberg — Durante años, Macy’s Inc. (M) pregonó su capacidad para aumentar los beneficios recortando los costes de entrega y recortando otros gastos en las llamadas con analistas de Wall Street. Luego, el lunes, la cadena de grandes almacenes sorprendió a los inversores al revelar que esos mismos costes se habían convertido en la fuente de una investigación interna sobre lo que la compañía ha descrito como un complot multimillonario de empleados para manipular las métricas.
El minorista dijo que el incidente solo implicaba a un antiguo empleado, que había ocultado hasta US$154 millones en gastos de entrega desde 2021. No se llevó dinero en efectivo de la empresa y la cantidad de gastos ocultos es una pequeña parte de los US$4.360 millones de gastos generales de entrega incurridos durante ese tiempo.
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Macy’s dijo que descubrió los gastos ocultos mientras el minorista preparaba su publicación de resultados trimestrales más reciente, que estaba prevista para el martes, pero se retrasó debido al problema contable.
La compañía dijo que lanzó una investigación tras el descubrimiento, pero declinó responder por qué los errores contables, aparentemente intencionados, pasaron desapercibidos durante casi tres años. Su auditor, KPMG, declinó hacer comentarios. Macy's tampoco facilitó información sobre cuál era el motivo del empleado, cuándo se marchó, si su salida estaba relacionada con los hechos o si el asunto estaba siendo investigado por las fuerzas de seguridad. Macy's no ha identificado al empleado.
Recortar el coste de entrega de los pedidos en línea ha sido uno de los objetivos del minorista en los últimos años, en su intento de apuntalar la rentabilidad ante la caída de las ventas.
A tal efecto, el minorista ha estado diversificando los transportistas de envío, reduciendo la distancia a la que se envían sus paquetes y encabezando lo que el director financiero Adrian Mitchell llamó recientemente “iniciativas de reingeniería de procesos” en la llamada de ganancias de la compañía en agosto.
Un mes más tarde, Mitchell calificó estos esfuerzos como uno de los "impulsores clave en términos de expansión del margen bruto" en la conferencia anual de venta al por menor de Goldman Sachs, donde los inversores se reunieron para escuchar el plan de cambio de rumbo de la compañía bajo un nuevo director ejecutivo que tomó el timón a principios de este año.
Macy's está poniendo "nuestros gastos de entrega bajo control para muchos clientes que van a recibir entregas a domicilio", dijo Mitchell, que se incorporó a Macy's en 2020 procedente del Boston Consulting Group. Ha mencionado los gastos de entrega en todas menos una de las 16 convocatorias de resultados trimestrales en las que ha participado desde que se incorporó al minorista.
Fue una gran ayuda para el minorista y su jefe de finanzas, que dijo a Wall Street en mayo de 2021 que el “mayor viento en contra” para los beneficios eran sus gastos de entrega. En ese momento, Mitchell dijo que el gasto de entrega representaba casi el doble del lastre para los beneficios en comparación con el mismo periodo de 2019. Cuanto más compraba la gente por Internet, más aumentaba la partida de gastos de entrega.
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Controles y balances
Sin duda, el importe de los gastos ocultos por el antiguo empleado es una pequeña parte de los gastos generales de entrega. Macy’s se ha centrado en recortar costes en toda la empresa, no sólo los gastos de entrega. Y no hay indicios de que Mitchell y otros miembros del equipo directivo de la empresa estuvieran al tanto de las acciones del único empleado.
Pero el descubrimiento plantea interrogantes sobre los controles y equilibrios que Macy's tiene establecidos para garantizar una contabilidad precisa de sus actividades empresariales, especialmente en torno a una métrica en la que su director financiero estaba muy centrado. Macy's declinó poner a su director financiero a disposición para una entrevista.
Un escenario posible es que un contable de Macy’s pudiera haber cambiado la codificación interna de las transacciones de entrega para cargar esos pagos a la cuenta equivocada, según Adriana Carpenter, ex contable de la auditora PwC que ahora es directora financiera de la empresa de software de gestión de gastos Emburse.
Como resultado, los pagos podrían haberse registrado como salidas de efectivo, pero no se habría informado del gasto, dijo Carpenter, que no conoce de primera mano las prácticas empresariales de Macy's.
Una gran empresa como Macy's suele contar con controles para garantizar que un escenario así no pueda producirse, pero no está claro si fue así en este caso, añadió. Macy's declinó hacer comentarios sobre sus controles.
El tamaño y la duración del incidente también hacen probable que la Comisión del Mercado de Valores de EE.UU. esté investigando o vaya a investigar, dijo Jim Barratt, antiguo contable de la SEC y fundador de Barratt Consulting Group.
La SEC, que revisa regularmente los archivos de las empresas en busca de revelaciones inusuales, dijo que no hace comentarios sobre la “existencia o inexistencia de una posible investigación”. Macy’s declinó hacer comentarios sobre posibles investigaciones externas.
La revelación también llama la atención sobre la empresa en su conjunto, no solo sobre el empleado anónimo señalado en el comunicado de prensa, dijo Barratt. “Los asientos contables no los hace una sola persona”, dijo. “Se necesita más de una persona”.
Con la colaboración de Nicola M. White y Erik Schatzker.
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