Bloomberg — Un quién es quién de las personas más ricas del mundo rodeó al presidente Donald Trump mientras juraba el cargo, reuniendo para la ocasión un patrimonio neto combinado superior a US$1,3 billones.
Sentados de forma prominente detrás de la familia Trump para el juramento del lunes estaban los tres individuos más ricos del Índice de Multimillonarios de Bloomberg: Elon Musk, Jeff Bezos y Mark Zuckerberg. También fueron vistos en el interior de la Rotonda del Capitolio para la ceremonia inaugural el CEO de LVMH y el hombre más rico de Francia, Bernard Arnault, el cofundador de Alphabet Inc. (GOOGL) Sergey Brin y la propietaria mayoritaria de Las Vegas Sands Corp. Miriam Adelson.
En un gesto revelador, los multimillonarios de la tecnología se sentaron frente al Gabinete nominado por Trump. El nominado a secretario de Defensa, Pete Hegseth, tuvo que pasar por delante de Musk y del CEO de Alphabet, Sundar Pichai, para ver el acto.
“Es importante reunir a algunas de las mentes más brillantes del mundo”, dijo Donald Trump Jr. cuando se le preguntó tras la ceremonia por la presencia de multimillonarios tecnológicos.
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El grupo de asistentes con grandes fortunas puso de relieve un aumento del apoyo a Trump por parte de Silicon Valley, Wall Street y otras industrias tras su victoria en las elecciones de noviembre. Lo que está en juego para muchas de sus empresas es la promesa de un alivio de las regulaciones estadounidenses y la esperanza de un impulso a sus cuentas de resultados corporativos gracias a la promesa de Trump de estimular la inversión. Otros esperan evitar lo peor de las consecuencias de los aranceles que el presidente ha prometido utilizar como instrumento de política económica.
Abrazar a Trump marca un giro para algunos líderes empresariales, que habían retrocedido ante él hace cuatro años tras el ataque del 6 de enero de 2021 contra el Capitolio de EE.UU. por parte de cientos de sus partidarios. Sin embargo, el estatus de paria de Trump se desvaneció a medida que aumentaban las probabilidades de que fuera elegido gracias a un mensaje favorable a las empresas que incluía una prórroga de los recortes fiscales promulgados en 2017 durante su primer mandato.
De todos los presentes, Musk es quizá quien más ha apostado por el regreso de Trump a la Casa Blanca. El CEO de Tesla Inc. (TSLA), gastó más de US$200 millones de su fortuna personal en la campaña del presidente, convirtiéndose rápidamente en un influyente asesor de Trump y asumiendo un papel como jefe de una iniciativa de eficiencia gubernamental.
Musk también tiene mucho en juego con la nueva administración, ya que reducir la regulación gubernamental e impulsar el acceso a los contratos espaciales es clave para sus negocios. Tras oír a Trump invocar durante su discurso de investidura planes para enviar astronautas estadounidenses a Marte, el CEO de SpaceX levantó los puños. Colonizar Marte ha sido una vieja ambición de Musk.
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Entre la multitud también estaban presentes el multimillonario de los fondos de cobertura John Paulson, el magnate conservador de los medios de comunicación Rupert Murdoch y el CEO de Apple Inc. (AAPL) CEO Tim Cook, que disfrutó de una relación cordial con el presidente durante su primer mandato. El domingo, durante un mitin en el Capital One Arena en vísperas de la toma de posesión de Trump, Cook recibió un saludo del presidente entrante, quien dijo que Apple había planeado una inversión no especificada en EE.UU.
Los multimillonarios esperaron en fila junto con legisladores y otros altos funcionarios para dirigirse a un almuerzo de celebración posterior a la toma de posesión en el Capitolio. En un momento dado, Bezos salió con su prometida Lauren Sánchez. Preguntado por su opinión sobre el discurso de Trump, Bezos respondió: "Oh, no lo sé, estoy buscando un baño".
En el almuerzo, se vio a Cook sentado junto a la fiscal general entrante Pam Bondi, mientras que Bezos se sentó con el líder de la mayoría republicana en el Senado, John Thune. La senadora republicana Shelley Moore Capito, de Virginia Occidental, se hizo una foto con Zuckerberg, de Meta (META).
Desde las elecciones, Zuckerberg ha pivotado abiertamente el gigante de los medios sociales para alinearse más estrechamente con Trump y las nuevas mayorías republicanas en el Congreso. Ha abandonado un sistema de comprobación de hechos de terceros en EE.UU., tras las quejas conservadoras sobre censura, y ha abandonado muchos de los esfuerzos de diversidad e inclusión de la empresa.
Otro invitado seguido de cerca fue el CEO de TikTok, Shou Chew, cuyo destino de la empresa está en manos de Trump. El presidente ha prometido emitir una orden ejecutiva que salve a la aplicación de una prohibición que iba a entrar en vigor el domingo por la negativa de su matriz china, ByteDance Ltd, a desinvertir.
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Trump, que inicialmente trató de prohibir TikTok en su primer mandato, ha encontrado desde entonces que la plataforma de medios sociales es un conducto eficaz para los jóvenes votantes y se comprometió a encontrar una manera de llegar a un acuerdo que la mantenga viva.
Con la colaboración de Billy House.
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