Bloomberg — Los asesores del presidente electo Donald Trump están elaborando una estrategia de sanciones de amplio alcance para facilitar un acuerdo diplomático entre Rusia y Ucrania en los próximos meses y, al mismo tiempo, apretar a Irán y Venezuela, dijeron personas familiarizadas con el asunto.
La administración saliente de Biden impuso el viernes las sanciones más fuertes sobre el comercio de petróleo de Rusia por parte de cualquier potencia occidental hasta la fecha. La medida creó una incógnita sobre cómo ve Trump las medidas, dado su compromiso de acabar rápidamente con la guerra en Ucrania.
El equipo de Trump está considerando dos enfoques principales. Un conjunto de recomendaciones políticas, si la administración entrante cree que la resolución de la guerra de Ucrania está a la vista, implica algunas medidas de buena fe para beneficiar a los productores de petróleo rusos sancionados que podrían ayudar a sellar un acuerdo de paz, dijeron las personas, solicitando el anonimato ya que las deliberaciones son privadas. Una segunda opción se basaría en las sanciones, aumentando aún más la presión para incrementar el apalancamiento, dijeron.
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Scott Bessent, el nominado de Donald Trump para secretario del Tesoro dijo el jueves que apoya el aumento de las sanciones a la industria petrolera rusa para poner fin a la guerra en Ucrania.
“Estaré 100% a favor de elevar las sanciones”, especialmente a las grandes petroleras rusas, dijo Scott Bessent durante una audiencia ante un comité del Senado. “Creo que las sanciones no fueron lo suficientemente fulminantes”, dijo Bessent sobre los esfuerzos existentes, añadiendo que a la administración Biden le preocupaba elevar los precios de la energía durante una temporada electoral.
El enfoque que finalmente elija Trump es fundamental para el mercado mundial del petróleo. Los futuros del Brent han ganado casi US$5 por barril desde que se anunciaron las medidas de Biden. Algunos analistas prevén nuevas subidas, algo que elevaría los costes del combustible en todo el mundo.
Los planes del equipo de Trump están en sus primeras etapas y dependen en última instancia del propio presidente electo, dijeron las personas. La semana pasada, Trump dijo que se estaba preparando una reunión con el presidente ruso, Vladimir Putin, lo que aumenta la perspectiva de posibles negociaciones a corto plazo para poner fin a la guerra.
Las discusiones sobre la estrategia incluyen a algunos de los nominados del gabinete de Trump, así como a antiguos funcionarios encargados de las sanciones en su primera administración, dijeron las personas. También se está sondeando a varios grupos de reflexión de tendencia conservadora. El equipo de transición aún tiene que anunciar a los elegidos de Trump para algunos puestos clave relacionados con la política económica.
Entre las preguntas que persisten está la de si Brad Smith y Andrea Gacki, dos veteranos del Departamento del Tesoro estadounidense, permanecerán en puestos de responsabilidad.
En última instancia, los asesores de Trump se enfrentarán a la misma cuestión que la administración Biden: cómo evitar grandes perturbaciones del suministro y de los precios en el mercado del petróleo en un momento en que Washington ha impuesto amplias sanciones a tres de los principales productores mundiales. Otro reto: Calibrar el equilibrio adecuado entre aprovechar las herramientas de la guerra económica con el deseo de mantener el estatus del dólar como moneda de reserva mundial.
Los portavoces del equipo de transición de Trump no respondieron a una solicitud de comentarios enviada por correo electrónico.
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Sanciones secundarias
Un primer barómetro de cómo aborda el equipo de Trump las sanciones a Rusia se producirá a mediados de marzo, cuando expire una licencia general que permite reducir las compras de productos energéticos rusos. Si el Departamento del Tesoro permite que caduque la exención sobre algunas transacciones, podría aumentar la presión sobre el Kremlin.
El miércoles, los funcionarios introdujeron medidas para dificultar que Trump levante algunas de las sanciones a Rusia de forma unilateral. Volvieron a designar a varias entidades, exigiendo al presidente que notifique al Congreso si planea levantar las restricciones sobre ellas, lo que podría desencadenar un voto de desaprobación si los miembros se oponen.
Para el equipo de Trump, una combinación de políticas rusas más agresiva podría implicar una mayor aplicación de las sanciones secundarias sobre el comercio de petróleo, penalizando a los cargadores europeos, así como a los compradores asiáticos, incluidas las principales entidades de China e India, dijeron las personas. Otro posible enfoque: presionar para que se realicen intervenciones más enérgicas en los petroleros que transportan el petróleo ruso a través de los vitales puntos de estrangulamiento danés y turco.
Un escenario de toque más suave podría significar la emisión de licencias generales y el levantamiento del tope de precios a más de US$60 por barril, movimientos que animarían al petróleo ruso a seguir fluyendo al mercado.
En su audiencia de confirmación el miércoles para secretario de Estado, Marco Rubio citó las sanciones como una pieza clave de apalancamiento que podría propiciar una resolución pacífica.
Por otra parte, el equipo de Trump también está evaluando opciones políticas para Irán y Venezuela.
Hay un consenso general entre sus principales asesores para volver a una estrategia completa de máxima presión contra Teherán, comenzando con un gran paquete de sanciones que golpee a los principales actores de la industria petrolera, que podría llegar ya en febrero, dijeron las personas. Durante el primer mandato de Trump, un enfoque similar redujo significativamente las exportaciones de petróleo iraní, aunque han aumentado desde que el presidente Joe Biden asumió el cargo.
La situación es más compleja en Venezuela, donde Nicolás Maduro acaba de jurar su cargo para otro mandato en medio de pruebas generalizadas de fraude electoral, pero empresas petroleras estadounidenses como Chevron Corp. (CVX) también tienen presencia.
Maduro sobrevivió a la estrategia de máxima presión de la administración Trump, incluso mientras frenaba las exportaciones de petróleo de la nación, y también superó un esfuerzo de los funcionarios de Biden para facilitar unas elecciones libres y justas. Mauricio Claver-Carone, un influyente asesor durante el primer mandato de Trump, volverá a desempeñar un papel destacado sobre América Latina, y existe el deseo de restaurar la postura más agresiva que ayudó a dirigir en torno a 2019, cuando Estados Unidos dejó de reconocer a Maduro como presidente legítimo de Venezuela, dijeron las personas.
Con la colaboración de Tom Fevrier y Kasia Klimasinska.
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