Bloomberg — La administración del presidente Joe Biden está iniciando una investigación que ofrecerá al presidente electo Donald Trump la posibilidad de decidir si promulga nuevos aranceles sobre los chips semiconductores fabricados en China.
La Casa Blanca anunció el lunes que iniciaría la investigación sobre los llamados chips fundacionales -también conocidos como semiconductores heredados o de nodo maduro- fabricados en China. Aunque no es tan avanzada como los chips que impulsan la inteligencia artificial, la tecnología más antigua es omnipresente en una amplia gama de aplicaciones, como automóviles, aviones, dispositivos médicos y la industria de las telecomunicaciones.
La medida prepara posibles aranceles sobre un sector que, según las autoridades estadounidenses, puede suponer un riesgo para la seguridad nacional si se concentra demasiado en manos chinas.
“Necesitamos cadenas de suministro resistentes para estos chips, porque ya vimos lo que ocurrió durante Covid cuando necesitábamos un chip pero no podíamos tenerlo”, dijo el domingo a los periodistas la secretaria de Comercio, Gina Raimondo. Depender de proveedores extranjeros atascó las líneas de producción y elevó los costes de los artículos domésticos, dijo.
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Raimondo y otros funcionarios estadounidenses que informaron a los periodistas dijeron que China ha expresado su deseo de dominar el mercado mundial de chips y está subvencionando injustamente a la industria, pero que la investigación es necesaria para emprender acciones legales.
Denominada investigación de la Sección 301 por la ley que la autoriza, el representante comercial estadounidense determinaría en primer lugar si las acciones de China han sido “irrazonables” o “discriminatorias” y suponen una carga para el comercio estadounidense. En caso afirmativo, la futura administración podría imponer aranceles de represalia, restringir las importaciones... o recomendar nuevas medidas al presidente y al Congreso.
La investigación llevará meses, dejando cualquier decisión en manos de la administración de Trump, que también utilizó los mismos poderes comerciales para promulgar amplios gravámenes sobre las importaciones procedentes de China. Trump dijo que nominará a Jamieson Greer como representante comercial, en sustitución de la actual representante Katherine Tai.
El lunes, un portavoz del Ministerio de Comercio chino pidió a EE.UU. que “ponga fin de inmediato a las prácticas erróneas”. Pekín prestará mucha atención al progreso de la investigación y tomará todas las medidas necesarias para “defender resueltamente sus derechos e intereses”, añadió el portavoz.
Biden se ha movilizado para reforzar la industria estadounidense de semiconductores, incluso con un proyecto de ley bipartidista de subvenciones. Eso ha incluido medidas para limitar la exportación de tecnología avanzada a China.
A los funcionarios estadounidenses les preocupa que China pueda inundar, y acaparar, el mercado con tipos de chips más antiguos y ampliamente disponibles y estrechar su control sobre el sector.
A principios de este año, la Casa Blanca anunció que aumentaría los aranceles sobre los semiconductores heredados chinos del 25% actual al 50% para 2025.
Con la colaboración de Jenny Leonard.
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