Bloomberg — El senador por Florida Rick Scott ganó las elecciones para un segundo mandato, rechazando a un contrincante demócrata que pretendía romper el dominio republicano en el estado.
Scott aventajaba a la representante Debbie Mucarsel-Powell por 55,4% a 43,1% con el 87% de los votos escrutados, según Associated Press. Su margen de victoria superó al de su última contienda en 2018, cuando superó al titular demócrata Bill Nelson por una ajustadísima diferencia de 0,2 puntos porcentuales, o unos 10.000 votos.
El éxito de Scott subraya el dominio que tiene el Partido Republicano en Florida. Antaño el estado indeciso por excelencia, los votantes republicanos superan ahora en un millón a los demócratas, lo que da a los candidatos del GOP una ventaja en un estado que también es el hogar del expresidente Donald Trump. El exmandatario ganó Florida en la carrera presidencial, según AP.
Los demócratas mantenían la esperanza de que Mucarsel-Powell pudiera darle la vuelta al escaño, y los sondeos de opinión la mostraban a tan solo un punto porcentual de Scott. Pero se enfrentaba a uno de los miembros más ricos del Congreso, que construyó su fortuna en el sector sanitario y gastó más de 14 millones de dólares para superar a su rival.
"Sería difícil para un demócrata ganar un escaño en el Senado, especialmente en unas elecciones presidenciales cuando Trump está en la candidatura", dijo Aubrey Jewett, profesor de ciencias políticas de la Universidad de Florida Central.
El senador de 71 años, un firme halcón de China, pidió una política fronteriza más estricta y una mayor supervisión de programas gubernamentales como la Seguridad Social y Medicare. Aunque está estrechamente alineado con Trump, Scott se vio obligado a responder rápidamente y defender a Puerto Rico después de que el cómico Tony Hinchcliffe llamara al territorio estadounidense “isla flotante de basura” en el mitin del expresidente en el Madison Square Garden.
--Con la colaboración de Alicia Díaz.
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