El apoyo de Elon Musk a la campaña de Donald Trump no solo es un asunto de afinidad política, sino de la búsqueda por hacer más rentables sus negocios y colaborar con su equipo de Gobierno una vez se posesione como presidente de Estados Unidos, el próximo 20 de enero.
Apenas horas después de que la prensa confirmara la victoria de Trump sobre Kamala Harris, gracias al apoyo recibido en los denominados estados péndulo, donde la batalla electoral fue menos reñida de lo que vaticinaron las firmas encuestadoras, las acciones de Tesla Inc. (TSLA) se dispararon hasta un 15% en Wall Street y la riqueza de Musk incrementó en US$6.150 millones, según el índice de millonarios de Bloomberg.
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Los beneficios del apoyo a Trump superan con creces los US$130 millones donados por Musk a su campaña presidencial, incluso, trascienden al plano político.
Más allá en la valorización de las acciones de Tesla, que solo es una de sus compañías —las otras son Starlink, SpaceX y la red social X—, la cercanía con Trump le permitirá a Musk llamar la atención del planeta entero.
El magnate sudafricano, que acompañó a Trump a recibir los resultados electorales en su hogar en Mar-a-Lago en Palm Beach (Florida), sería una mano derecha del nuevo presidente en EE.UU. los próximos cuatro años.
El cargo que desempeñaría Musk en el Gobierno de Trump
Semanas antes de los comicios presidenciales, el candidato republicano prometió que crearía un Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE) con el objetivo de reducir los gastos y estaría a cargo de Elon Musk.
“Va a ser el que nos recorte costes, creo que podría ahorrar billones (...). No creo que pueda tenerle a tiempo completo, porque está un poco ocupado lanzando cohetes y todas las cosas que hace”, dijo Trump durante un mitin político en Michigan, uno de los estados clave donde ganó el 5 de noviembre.
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La misión de Musk a través del DOGE sería auditar financieramiente al Gobierno y brindar recomendaciones de reformas a Trump, encargo que asumiría sin recibir un solo dólar en su bolsillo.
“Estoy deseando servir a Estados Unidos si se presenta la oportunidad. No necesito sueldo, ni título, ni reconocimiento”, respondió el multimillonario a través de X.
Frente a la alianza entre el político y el empresario, un informe del holding financiero suizo Mirabaud expuso: “La presencia de Elon Musk en X y en los medios de comunicación ha hecho imposible desvincularlo de la campaña presidencial de Donald Trump. Podemos imaginar que el futuro Gobierno podría echarle una mano con ciertos contratos nuevos”.
Tiempo atrás, en conversación con Bloomberg Línea, Enrique Prieto Ríos, experto en Derecho Económico Internacional, explicó el porqué del relacionamiento de Musk con líderes políticos en Estados Unidos, pero también en Latinoamérica, con acercamientos a Javier Milei, por ejemplo.
“Él, como multimillonario, ve que las alianzas estratégicas con los gobiernos puede generarle no solo una apertura a los mercados, sino resonancia de su nombre y de su marca. Como dicen los conocedores en mercados, es mejor que hablen mal de uno a que no hablen. Musk está desarrollando un conocimiento a nivel global gracias a todas estas intervenciones”, afirmó.