Bloomberg — Miembros del personal del Departamento de Eficiencia Gubernamental de Elon Musk irrumpieron en la sede del Instituto Estadounidense de la Paz el lunes por la noche, lo que provocó el envío de la policía y afirmaciones contradictorias de actividad ilegal.
El enfrentamiento fue el último en el que se ha visto al personal del DOGE (Departamento de Eficiencia Gubernamental) abrirse paso a la fuerza en las sedes de las agencias gubernamentales, y puso de relieve la implementación a menudo caótica de la apuesta del presidente Donald Trump por reducir radicalmente el gobierno.
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El Instituto Estadounidense de la Paz ha estado dirigido durante la mayor parte del año pasado por George Moose, miembro de carrera del servicio exterior, exembajador y secretario de Estado adjunto, que fue nombrado presidente en funciones y director ejecutivo el pasado mes de abril. El instituto ha mantenido que no es una agencia gubernamental, sino una organización independiente sin ánimo de lucro que recibe financiación gubernamental directamente del Congreso.
El mes pasado, Trump firmó una orden ejecutiva en la que se proponía reducir el Instituto Estadounidense de la Paz y otras entidades a “la presencia y función mínimas exigidas por la ley”.
Después de que la semana pasada se rechazara a los miembros del personal del DOGE en el instituto, la Administración Trump tomó la decisión de despedir a la junta directiva nombrada por el presidente y confirmada por el Senado, dejando como únicos miembros con derecho a voto al secretario de Defensa Pete Hegseth, al secretario de Estado Marco Rubio y al presidente de la Universidad de Defensa Nacional Peter A. Garvin.
El viernes, el trío intentó sustituir a Moose como presidente en funciones por otro funcionario, Kenneth Jackson.
La legalidad de esa medida no está clara, ya que existen requisitos legislativos específicos para la destitución de los miembros de la junta y para la constitución de la misma. Pero la Casa Blanca dijo el lunes que la acción era suficiente para provocar la destitución de Moose, y DOGE acusó al veterano diplomático de actuar de forma ilegal.
La portavoz de la Casa Blanca, Anna Kelly, calificó a Moose de “burócrata de carrera que quiere no rendir cuentas al pueblo estadounidense” en una publicación en las redes sociales.
Moose, por su parte, acusó al personal de DOGE de entrar ilegalmente en su edificio el lunes, y los empleados llamaron al Departamento de Policía Metropolitana para denunciar un allanamiento, informó NBC News.
“Los empleados de nuestro edificio no son empleados federales, empleados del poder ejecutivo”, dijo Moose a NBC. “Son empleados del instituto. Tenemos nuestra propia junta, separada; tenemos nuestra propia autoridad de derivación para ir directamente al Congreso a fin de obtener nuestro dinero. De alguna manera, todos esos argumentos no han prevalecido”.
El Instituto de la Paz de Estados Unidos no devolvió las llamadas telefónicas y los correos electrónicos después del horario laboral en busca de comentarios. En su sitio web, la organización dijo que el Instituto “sigue abierto y trabajando activamente en la búsqueda de su misión encomendada por el Congreso”.
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DOGE siguió con una publicación en X diciendo que Moose intentó bloquear la entrada de Jackson al edificio y que la policía de DC escoltó a Jackson al interior. No está claro de inmediato por qué los empleados de DOGE querían entrar al edificio.
El demócrata Don Beyer, un representante de Virginia, dijo que fue al edificio el lunes por la noche y que trabajaría para detener la “toma ilegal del poder” de DOGE.
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