Bloomberg — El arresto de Luigi Mangione esta semana por el tiroteo fatal del CEO de UnitedHealth Group, Brian Thompson, en Manhattan, no ha logrado completar algunos detalles clave del impactante asesinato que ha conmovido a Estados Unidos.
Una cacería humana a nivel nacional terminó en un restaurante McDonald’s en Altoona, Pensilvania, donde un empleado reconoció el rostro de Mangione. Fue arrestado en posesión de una pistola casera, un montón de dinero en efectivo y un manifiesto que criticaba a la industria de la atención médica.
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En la localidad, Mangione fue acusado de posesión ilegal de un arma y de utilizar una identificación falsa. Las autoridades de Nueva York presentaron cargos mucho más graves, ya que rápidamente lo acusaron de asesinato en segundo grado y otros delitos. Mangione compareció el martes ante el tribunal con un abogado para decir que luchará contra el intento de trasladarlo de vuelta a Nueva York, lo que desencadenó una disputa legal que podría tardar semanas en resolverse.
Thomas Dickey, abogado de Mangione en Altoona, instó al público a no emitir juicio.
“Si eres estadounidense y crees en el sistema de justicia penal estadounidense, debes asumir que es inocente”, dijo Dickey a las afueras del juzgado de Hollidaysburg, Pensilvania. “Ninguno de nosotros querría otra cosa”.
Aunque las autoridades de Nueva York afirman que Mangione realizó una planificación cuidadosa antes del ataque, persisten algunas preguntas.
¿Cuál fue su motivo?
Los fiscales no tienen que demostrar el motivo en un caso de asesinato, pero Jessica Tisch, comisaria de la policía de Nueva York, dijo que el manifiesto “habla tanto de su motivación como de su mentalidad”.
“Francamente, estos parásitos simplemente se lo merecían”, escribió Mangione. Contrastó el alto costo de la atención médica en Estados Unidos con la disminución de las tasas de esperanza de vida del país. El sospechoso dijo que actuó solo y se autofinanció, según una persona familiarizada con el manifiesto que pidió no ser identificada. “Evidentemente soy el primero en enfrentarlo con una honestidad tan brutal”, escribió.
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Mientras lo llevaban al juzgado del condado de Blair el martes, Mangione, esposado, mostró su enojo hacia los periodistas que le gritaban preguntas.
“Es claramente injusto y un insulto a la inteligencia del pueblo estadounidense”, gritó, lo que provocó que un oficial del sheriff lo agarrara por la nuca.
Las palabras “retrasar”, “deponer” y “denegado” estaban escritas en casquillos de bala y en una munición real recuperada frente al hotel donde le dispararon a Thompson, lo que proporcionó a los investigadores posibles pistas.
En las redes sociales también se especuló sobre un posible accidente de surf y una operación de espalda fallida, que no fue confirmada. Una cuenta de Goodreads a nombre de Mangione enumera al menos cinco libros sobre el dolor de espalda crónico y la forma física, y el banner de su cuenta X muestra una imagen de rayos X de una espalda baja con tornillos espinales que a menudo se insertan durante la cirugía.
¿A dónde fue después del tiroteo?
Los funcionarios del Departamento de Policía de Nueva York han dicho que después del tiroteo ocurrido antes del amanecer, Mangione recorrió Central Park en bicicleta y tomó un taxi hasta una estación de autobuses cerca del puente George Washington. Creen que luego tomó un autobús para salir de la ciudad. Pero no está claro cómo o por qué terminó en Altoona, que está a unos 451 kilómetros al oeste de Manhattan.
El martes, en el tribunal, los fiscales dijeron que Mangione fue arrestado en posesión de un arma, un silenciador y municiones, así como de US$8.000 estadounidenses, US$2.000 en moneda extranjera y un pasaporte. También llevaba bolsas Faraday, que bloquean las señales de los ordenadores portátiles y los teléfonos móviles, así como mascarillas adicionales. El dinero en efectivo y el pasaporte sugieren que Mangione no tenía intención de quedarse.
El oficial que arrestó a Mangione dijo a los periodistas el lunes que cuando le preguntó si había estado en la ciudad de Nueva York, se puso “visiblemente nervioso” y “comenzó a temblar”.
Cuando un agente le preguntó a Mangione por qué había mentido sobre su nombre, respondió: “Claramente no debería haberlo hecho”. Lo arrestaron por falsificación y por proporcionar información falsa a las fuerzas del orden. Lo esposaron y lo registraron, y luego lo llevaron a la comisaría. En su mochila encontraron una pistola negra y un silenciador, ambos fabricados con una impresora 3D.
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La pistola tenía una corredera de metal y una empuñadura de plástico con un cañón roscado de metal y un cargador Glock cargado con seis balas de nueve milímetros. También se encontró una bala suelta en la mochila.
En una conferencia de prensa el martes, el subjefe de policía de Altoona, Derek Swope, dijo: “Estamos siguiendo sus movimientos dentro de la ciudad” y ayudando a la Policía Estatal de Pensilvania a investigar el asunto.
¿Cómo un hombre de tan alto rendimiento terminó siendo sospechoso de asesinato?
Este es un misterio central que ha surgido desde el arresto de Mangione el lunes por la mañana. Fue el alumno con mejor nota de su prestigiosa escuela preparatoria para varones en Baltimore. En la Universidad de Pensilvania, obtuvo títulos de licenciatura y maestría en ingeniería, informática y ciencias de la información, y fundó el primer club de desarrollo de videojuegos de la universidad.
Pasó un tiempo en Hawái, lejos de su familia en la zona de Baltimore. El tráfico en las cuentas de las redes sociales parecía indicar que los miembros de la familia estaban tratando de localizar a Mangione hace apenas dos semanas, aunque no fue posible verificar la veracidad de las publicaciones, que desde entonces fueron eliminadas por X.
¿Cuál ha sido la reacción del público?
Muchos han denunciado el crimen como un asesinato a sangre fría y un acto atroz de violencia, mientras que otros han utilizado el tiroteo como base para expresar su enojo hacia la industria de seguros de salud. Otros en las redes sociales han elogiado a Mangione y han llegado a sugerir que el asesinato estaba justificado.
El lunes por la noche, el gobernador de Pensilvania, Josh Shapiro, criticó a quienes “buscaron celebrar” en lugar de condenar al asesino de Thompson.
“En algunos rincones oscuros, este asesino está siendo aclamado como un héroe”, dijo el gobernador. “Escúchenme, él no es ningún héroe”.
El martes, Swope dijo: “Este es claramente un caso muy polarizado. Hemos recibido algunas amenazas contra nuestros oficiales en el edificio. Hemos comenzado a investigar algunas amenazas contra algunos ciudadanos de nuestra comunidad”.
¿Qué sucede a continuación en el caso legal?
El abogado de Mangione dijo el martes que luchará contra cualquier intento de extraditarlo a Nueva York.
El juez David Consiglio le dio 14 días para presentar los documentos solicitando su liberación. Consiglio dijo que la gobernadora de Nueva York, Kathy Hochul, tiene 30 días para solicitar una orden de extradición para Mangione. Hochul prometió hacerlo.
Una vez en Nueva York, Mangione sería detenido y comparecería ante un juez estatal, donde se declararía culpable o inocente.
La oficina de Bragg luego presentaría evidencia a puertas cerradas ante un gran jurado, que escuchará el testimonio de los testigos, verá la evidencia ofrecida por los fiscales y votará en secreto sobre si acusar a Mangione en una acusación formal.
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