Bloomberg — Seis de los siete estados disputados que se espera decidan las elecciones presidenciales estadounidenses de este año registraron un crecimiento más rápido que la economía estadounidense en su conjunto en el segundo trimestre, lo que se suma a los recientes vientos de cola para la vicepresidenta Kamala Harris a casi un mes de la votación.
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Especialmente notable fue el rebote en los estados industriales herederos clave del "muro azul". El crecimiento del producto interior bruto ajustado a la inflación en Michigan y Wisconsin estuvo entre los 10 más rápidos del país, y Pensilvania repuntó tras contraerse en el primer trimestre, según los datos de la Oficina de Análisis Económico publicados el viernes.
El crecimiento en los estados disputados del cinturón del sol, Arizona, Georgia y Carolina del Norte, siguió siendo más fuerte que la media nacional. Sólo Nevada se quedó por detrás del aumento del 3% del PIB estadounidense, con un incremento del 1,8%.
Los votantes han designado sistemáticamente la economía como su principal preocupación, y el ex presidente republicano Donald Trump aventaja a su rival demócrata en esta cuestión en las encuestas.
Harris, sin embargo, ha ido recortando distancias en cuestiones económicas en los últimos sondeos. Un sondeo de Bloomberg/Morning Consult entre probables votantes en los siete estados indecisos reveló esta semana que ella estaba prácticamente empatada con Trump sobre en quién confían más los votantes para manejar el coste de los bienes cotidianos y mantenía una notable ventaja de 11 puntos sobre quién ayudaría más a la clase media.
Las cifras del PIB no recogen los meses más recientes, y los datos a nivel estatal pueden ser volátiles.
Pero una economía más fuerte en los estados del muro azul es potencialmente importante desde el punto de vista político porque los demócratas los veían como la clave para conservar la Casa Blanca incluso antes de que Harris se hiciera cargo de la candidatura. Los tres estados como grupo se han quedado rezagados en la recuperación desde la pandemia, creciendo a sólo un tercio del ritmo del resto de EEUU en términos reales per cápita entre 2019 y finales de 2023, según un análisis de Bloomberg publicado el mes pasado.
Wisconsin registró el mayor cambio de tendencia en los últimos datos del PIB, creciendo a una tasa anual ajustada a la inflación del 4,2% en el segundo trimestre tras contraerse a un ritmo del 1,1% en los tres primeros meses del año. El PIB real aumentó un 4,2% en Michigan y un 3,2% en Pensilvania.
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"El estado clave es Pensilvania, por supuesto", dijo Mark Zandi, economista jefe de Moody's Analytics, que tiene su sede en el estado. "Las grandes ciudades de Filadelfia y Pittsburgh se están beneficiando de un crecimiento muy fuerte en sanidad, educación y en servicios financieros", mientras que el resto del estado está "aguantando".
Aunque no se ha traducido en muchos nuevos puestos de trabajo en fábricas, la industria manufacturera como contribuyente al PIB ha sido significativa, junto con la construcción, dijo.
Arizona, Georgia y Carolina del Norte, donde las economías experimentaron un auge durante la recuperación de la pandemia, superaron al resto de EE.UU. en el último trimestre. En Nevada, sin embargo, el crecimiento económico del segundo trimestre se vio arrastrado por el sector clave de los servicios de alojamiento y alimentación.
La economía sigue siendo con diferencia el tema más importante para los votantes en la encuesta de Blomberg/Monrning Consult, y más de dos tercios de los encuestados creen que va por mal camino. Trump sigue liderando a Harris entre los votantes probables cuando se les pregunta en quién confían más para gestionar la economía. Pero el vicepresidente ha ido recortando su ventaja.
La realidad para mucha gente sigue siendo que, aunque la tasa de inflación se ha ralentizado, los precios de todo, desde la vivienda hasta los comestibles, siguen siendo elevados en comparación con antes de la pandemia.
El economista Mark Vitner, fundador de Piedmont Crescent Capital, con sede en Carolina del Norte, dijo que estados indecisos como Georgia y Carolina del Norte se han beneficiado claramente del impulso de la administración Biden a nuevas inversiones en plantas de fabricación de vehículos eléctricos y otras energías verdes.
Vitner advirtió, sin embargo, que los datos del PIB a nivel estatal suelen estar sujetos a grandes revisiones. Las cifras de fuerte crecimiento en un estado determinado no suelen traducirse en votos, ni siquiera en un año electoral, añadió.
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“La gente no pone el PIB en su depósito de gasolina. No compran PIB en el supermercado. Y ahí es donde está la mayor parte de la angustia en la economía”, dijo Vitner. “Alguien que trabaja en una planta de vehículos eléctricos en Greensboro, Carolina del Norte, está igual de frustrado con la subida de los precios de la gasolina que si trabajara en una fábrica de muebles”.
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