Bloomberg — El elegido por el presidente electo Donald Trump para supervisar lo que ha prometido que será el mayor esfuerzo de deportación de la historia del país dice que necesitará decenas de miles de millones de dólares para llevar a cabo la misión, pero que en última instancia reducirá la carga de los contribuyentes.
“Es mucho dinero. Lo es”, dijo el lunes por la noche Tom Homan, a quien Trump nombró para dirigir las operaciones de deportación como zar fronterizo, en un club de mujeres republicanas en el centro de Texas. “Pero ahora mismo estamos gastando miles de millones de dólares a perpetuidad”.
Vea más: El ‘zar fronterizo’ de Trump, Homan, promete deportaciones masivas en su visita a Texas
Homan, un funcionario de inmigración de carrera que comenzó a trabajar para el gobierno como agente de la Patrulla Fronteriza durante la administración Reagan, se refirió a una estimación de US$86.000 millones para el costo de la deportación, aunque los detalles específicos de lo que cubría no estaban claros de inmediato. Pero dijo que esa cifra palidece en comparación con el recuento continuo de facturas para alojar, alimentar y trasladar a los inmigrantes dentro de EEUU.
“Cada inmigrante ilegal recibe una habitación de hotel gratis, cada inmigrante ilegal recibe tres plazas al día”, dijo Homan en la cena en Franklin, Texas, a unos 140 kilómetros al sur de Dallas. “A la larga, voy a ahorrar a los contribuyentes miles de millones de dólares”.
Homan también citó dos recientes crímenes de alto perfil atribuidos a inmigrantes indocumentados para justificar el gasto. “Y además de US$86.000 millones, ¿qué precio le pone usted a Laken Riley?”, dijo. “¿Qué valor tiene la vida de una joven que fue quemada viva en el metro de Nueva York?”.
Los comentarios de Homan sobre la financiación ofrecen una visión de uno de los retos más acuciantes a los que se enfrenta la administración Trump: asegurar los recursos necesarios para ejecutar las deportaciones masivas mientras se sortea una mayoría muy ajustada en el Congreso. Tanto Trump como Homan han prometido deportar a millones de extranjeros que viven en EE.UU. sin permiso y poner fin de inmediato al cruce ilegal de la frontera con México.
Lea también: La ofensiva de Trump contra la inmigración será rápida y cruel. He aquí cómo
Los costos de todo, desde reunir a los individuos hasta alojarlos, pasando por administrar los casos judiciales y organizar el transporte en vuelos fletados, serán elevados y se toparán con obstáculos políticos en medio de un posible estancamiento partidista.
El presupuesto propuesto por el Departamento de Seguridad Nacional para este año fiscal es de US$107.900 millones. El Consejo Americano de Inmigración afirmó en un informe de octubre que un programa a largo plazo de deportaciones masivas costaría US$88.000 millones al año “para un costo total de US$967.900 millones en el transcurso de más de una década”. Una operación única tendría un precio de US$315.000 millones, estimó el grupo.
Homan y la nueva administración Trump también se enfrentan a la firme oposición de funcionarios estatales y locales de todo el país que se han comprometido a hacer todo lo posible para proteger a los migrantes que viven en sus comunidades.
Homan tenía una advertencia para esos funcionarios.
Vea además: Varados en México: La mano dura de Trump deja a los migrantes en la cuerda floja
Será mejor que "se quiten de en medio, ya vamos", dijo Homan el lunes. "El alcalde de Chicago dijo que no soy bienvenido en Chicago. Pues adivinen dónde voy a estar el primer día".
Homan dijo que el esfuerzo de deportación planeado y otros planes de seguridad fronteriza aún por revelar son necesarios después de años de aplicación indulgente de la ley bajo la administración de Biden, que supervisó cifras récord de cruces ilegales, principalmente por solicitantes de asilo de todo el mundo.
Bajo el mandato de Biden, las detenciones de inmigrantes en la frontera entre EE.UU. y México han fluctuado bruscamente, cayendo desde un máximo histórico en 2023. El gobierno de Biden atribuye a su aplicación más estricta de la ley, en virtud de una orden ejecutiva, un descenso constante desde mediados de año, mientras que México también ha aumentado sus esfuerzos para evitar que los migrantes lleguen a la frontera estadounidense.
"Hay una forma correcta y una forma incorrecta de llegar a este país", dijo Homan. "El presidente Trump va a asegurar la frontera sur. Sabemos cómo hacerlo".
Vea también: Trump dice que apoya visas para trabajadores calificados
Mientras tanto, el Congreso dio sus primeros pasos el martes hacia la implementación de la represión más amplia de Trump, aprobando un proyecto de ley que apuntaría a los migrantes indocumentados acusados de delitos no violentos para su deportación. La medida, que lleva el nombre de Laken Riley, fue aprobada por la Cámara de Representantes con apoyo bipartidista y se espera que sea aprobada por el Senado.
Riley era una estudiante de enfermería de 22 años de Georgia que fue asesinada el año pasado por un inmigrante que había entrado ilegalmente en el país. El hombre condenado por matar a Riley, José Antonio Ibarra, había sido detenido anteriormente por robar en tiendas.
Lea más en Bloomberg.com
