Bloomberg — La secretaria interina de Trabajo de Estados Unidos, Julie Su, se encuentra en Seattle para ayudar a Boeing Co (BA) y al sindicato que representa a 33.000 trabajadores fabriles en huelga a resolver una paralizante huelga de cinco semanas que ha mostrado pocas señales de terminar.
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Ambas partes están “activamente involucradas en discusiones indirectas” facilitadas por el principal funcionario laboral de Estados Unidos, dijo el viernes la Asociación Internacional de Maquinistas y Trabajadores Aeroespaciales que representa a los trabajadores de Boeing. El Departamento de Trabajo dijo por separado que Su se ha reunido con el sindicato y con Kelly Ortberg, la directora ejecutiva del asediado fabricante de aviones, y ha estado en contacto con ambas partes varias veces.
El último acontecimiento subraya la atención que la polémica disputa ha atraído en Washington, DC, a pocas semanas de las elecciones presidenciales de Estados Unidos. Su regresó a Seattle por segunda vez esta semana después de instar a ambas partes a avanzar en el proceso de negociación. Varios legisladores demócratas también han visitado los piquetes para mostrar su apoyo a los trabajadores en huelga.
“Como parte de nuestra responsabilidad de buscar una resolución justa, estamos totalmente comprometidos con estas conversaciones”, dijo el Distrito 751 de IAM en su sitio web.
Boeing no hizo comentarios de inmediato.
La presión aumenta sobre Boeing, sus proveedores y trabajadores a medida que la huelga se prolonga, con pocos avances desde que las negociaciones formales colapsaron hace más de una semana. El paro laboral se extiende a lo largo de la costa oeste y ha obligado a Boeing a cerrar las líneas de montaje de sus aviones 767 y 777, así como del 737 Max.
La huelga de los maquinistas es el primer gran conflicto laboral en Boeing en 16 años. Si bien los trabajadores por hora están presionando por grandes aumentos salariales y mejores beneficios de jubilación, están impulsados por el resentimiento por los míseros aumentos salariales de la última década, mientras que los altos ejecutivos fueron ampliamente recompensados.
El fabricante de aviones sigue adelante con sus planes de recortar el 10% de su plantilla, el primer paso hacia una reorganización más amplia de sus negocios bajo el mandato de Ortberg. El problema también está comenzando a extenderse a través de la cadena de suministro de Boeing, con Spirit AeroSystems Holdings Inc (SAVE) anunciando que despediría a 700 trabajadores que construían componentes para los programas 767 y 777.
Boeing también ha tomado medidas iniciales para recaudar hasta US$25.000 millones en capital durante los próximos tres años para apuntalar sus operaciones y mantener su calificación crediticia de grado de inversión.
Las acciones de Boeing registraron pocos cambios en las operaciones posteriores al cierre del viernes. La acción ha caído aproximadamente un 40% este año, el segundo peor desempeño en el Promedio Industrial Dow Jones.
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