Bloomberg — Boeing Co. planea recortar su plantilla mundial en cerca de un 10% y anunció cargos por valor de US$5.000 millones en sus negocios de aviones comerciales y defensa, lo que subraya la profundidad de los problemas financieros del fabricante de aviones en medio de una huelga laboral paralizante.
Los recortes se traducen en unos 17.000 puestos e incluirán a ejecutivos, directivos y empleados, según comunicó el viernes el CEO Kelly Ortberg a los empleados en un memorándum. La compañía también planea retrasar la introducción de su primer avión de pasajeros 777X, y anunció por separado que espera que las ventas del tercer trimestre se sitúen muy por debajo de las estimaciones de Wall Street.
“Nuestro negocio se encuentra en una posición difícil, y es difícil exagerar los retos a los que nos enfrentamos juntos”, dijo Ortberg en el memorándum. “Restaurar nuestra empresa requiere decisiones difíciles y tendremos que hacer cambios estructurales para garantizar que podemos seguir siendo competitivos y cumplir con nuestros clientes a largo plazo”.
Suponiendo un salario medio anual de US$100.000, los recortes de empleo podrían suponer un ahorro de unos US$1.700 millones en beneficios antes de intereses e impuestos, dijo Sheila Kahyaoglu, analista de Jefferies, en una nota del viernes a los clientes. También son un posible disparo de advertencia para otros fabricantes aeroespaciales.
“Las reducciones de plantilla son lo que hemos visto en los proveedores más pequeños a principios de esta semana, señal de que vendrán más” en toda la industria, dijo.
Los anuncios ponen de relieve la enorme empresa a la que se enfrenta Ortberg en su intento de dar la vuelta al atribulado fabricante aeroespacial y de defensa. Boeing dio a conocer las últimas medidas de recorte de costes y los resultados financieros preliminares mientras intenta salir de un punto muerto con la Asociación Internacional de Maquinistas y Trabajadores Aeroespaciales. Las conversaciones fracasaron a principios de esta semana, sin que se sepa cuándo y cómo podrían reanudarse.
Boeing ha hecho dos ofertas de aumento salarial, ambas rechazadas por el sindicato que representa a los trabajadores por hora de las fábricas de toda la costa oeste. Unos 33.000 empleados llevan un mes en huelga, devastando la producción y agotando las reservas de Boeing.
En respuesta al anuncio de Boeing, la Asociación Internacional de Maquinistas y Trabajadores Aeroespaciales se comprometió a continuar su acción industrial.
“El camino para resolver esta huelga empieza en la mesa de negociación. La falta de voluntad para permanecer en la mesa sólo prolonga la huelga”, afirmó en un comunicado. “El CEO Ortberg tiene la oportunidad de hacer las cosas de forma diferente en lugar de las mismas viejas y manidas amenazas de relaciones laborales”.
Las acciones del fabricante de aviones cayeron un 1,6% en las operaciones posteriores al cierre del viernes. Las acciones se desplomaron aproximadamente un 42% este año hasta el cierre.
Resultados preliminares
La compañía prevé unos ingresos en el tercer trimestre de US$17.800 millones, por debajo de los US$18.600 millones esperados por Wall Street, según la media de las estimaciones de los analistas recopiladas por Bloomberg. La empresa también prevé una pérdida neta por acción de US$9,97 según los principios contables generalmente aceptados, de acuerdo con las cifras preliminares publicadas el viernes.
La salida de caja operativa debería ser de US$1.300 millones, lo que dejaría a Boeing con una tesorería e inversiones en valores negociables de US$10.500 millones al final del periodo, dijo. Está previsto que la empresa anuncie sus resultados completos el 23 de octubre.
Las cifras preliminares implican que Boeing tendrá una salida de efectivo libre de US$1.800 millones durante el periodo finalizado el 30 de septiembre, dijo el viernes Kahyaoglu de Jefferies. Eso es mejor que la pérdida de 3.000 millones de dólares que había previsto, lo que sugiere que la crisis de liquidez de Boeing puede no ser tan grave como algunos habían pronosticado.
Boeing espera que los resultados incluyan unos US$5.000 millones en cargos combinados antes de impuestos en sus dos principales divisiones de negocio. Alrededor de US$2.600 millones de esa cifra proceden de otro retraso del avión de fuselaje ancho 777X de Boeing. Ortberg dijo que la compañía ha notificado a los clientes que las primeras entregas del avión no comenzarán hasta 2026. Citó el paro laboral en curso y la pausa en las pruebas de vuelo.
Es el último contratiempo para el avión de pasajeros, que ya llevaba cinco años de retraso en la obtención de la certificación de la Administración Federal de Aviación. En agosto, Boeing anunció que suspendía las pruebas debido al agrietamiento de un componente clave conocido como eslabón de empuje que ayuda a unir los enormes motores GE Aerospace del avión a las alas.
Las entregas iniciales del carguero 777X también se retrasarán hasta 2028, según Boeing. En conjunto, el negocio de aviones comerciales registrará cargos por valor de 3.000 millones de dólares al cerrar la producción del programa 767 en 2027, una vez construidos los aviones restantes bajo pedido.
El negocio de defensa y espacio también registrará un cargo antes de impuestos de 2.000 millones de dólares, dijo Boeing. Ortberg destituyó en septiembre a Ted Colbert como anterior jefe de la división en medio de los crecientes costes derivados de los tropiezos en el rendimiento de los nuevos programas de desarrollo, así como de una versión renovada del caza F-15.
Boeing ya ha puesto en marcha una serie de planes de recorte de costes mientras lidia con unas reservas menguantes y una baja producción. La empresa ha puesto a algunos trabajadores en excedencia, ha congelado la contratación y ha recortado los viajes corporativos.
Ortberg dijo que la empresa no procedería con el siguiente ciclo de permisos como parte de su plan de recorte de empleos. Está previsto que la actual ronda de permisos sin sueldo finalice a finales de octubre.
--Con la colaboración de Allyson Versprille, Richard Clough, Danny Lee y David Ramli.
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