Bloomberg — El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, viajará a Perú y Brasil la próxima semana para dos cumbres internacionales en un viaje al extranjero que amenaza con verse eclipsado por la victoria electoral del presidente electo Donald Trump.
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El presidente viajará al Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico en Lima, Perú, del 14 al 16 de noviembre y luego viajará a Manaos y Río de Janeiro, Brasil, del 17 al 19 de noviembre. Biden visitará la selva amazónica para reunirse con líderes locales que trabajan para preservar el medio ambiente antes de dirigirse a Río de Janeiro para su última cumbre de líderes del Grupo de los 20.
En Brasil, Biden se reunirá con el presidente Luiz Inácio Lula da Silva para discutir los derechos de los trabajadores y el impulso del crecimiento económico.
El plan de Biden de reunirse con líderes extranjeros se produce tras una aplastante derrota electoral de su partido, en la que la vicepresidenta demócrata, Kamala Harris, perdió ante Trump y los republicanos recuperaron el Senado de EE.UU. y potencialmente se aferraron a la Cámara de Representantes.
Los resultados de las elecciones representan un duro golpe para Biden y su legado, y los votantes expresan una profunda frustración con su historial, particularmente en la economía. Los republicanos han prometido deshacer elementos clave de la agenda del presidente y se muestran escépticos sobre muchas de sus prioridades de política exterior, incluida la lucha contra el cambio climático, el fortalecimiento de los derechos laborales en todo el mundo y el refuerzo de las alianzas de seguridad y las instituciones democráticas en el extranjero.
Durante su visita a Lima, se espera que Biden se reúna con el presidente chino, Xi Jinping, en su primera reunión en un año, según personas familiarizadas con el asunto que hablaron bajo condición de anonimato para discutir los planes. Los dos se vieron por última vez en una reunión extendida cerca de San Francisco al margen de la cumbre de APEC de 2023.
Los equipos de Biden y Xi todavía están trabajando para finalizar los detalles de la reunión entre los líderes y aún no se ha decidido una fecha, dijeron las personas.
La relación entre las dos economías más grandes del mundo se ha estabilizado en gran medida durante el último año y se ha recuperado de su punto más bajo, cuando China envió un supuesto globo espía sobre Estados Unidos y estallaron las tensiones sobre Taiwán.
Los funcionarios estadounidenses han minimizado las expectativas de resultados durante la posible reunión entre los presidentes de Estados Unidos y China y, en cambio, la han descrito como una oportunidad para que los líderes se comuniquen con su contraparte.
Un portavoz del Consejo de Seguridad Nacional declinó hacer comentarios.
El regreso de Trump a la escena mundial ocupará un lugar importante en ambas cumbres y en el posible enfrentamiento con Xi. El republicano tuvo una relación polémica con China durante su primer mandato en la Casa Blanca y ha amenazado con golpear las importaciones del país con un gravamen del 60% cuando regrese al cargo.
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