Bloomberg — El presidente Joe Biden firmó un amplio indulto para su hijo, Hunter Biden, dando marcha atrás en su postura anterior de que no utilizaría sus poderes ejecutivos para ayudar a su hijo mayor vivo.
Biden justificó el indulto diciendo que el caso contra su hijo tenía tintes políticos, era excesivo y estaba diseñado para “quebrarlo” a él y a Hunter. Biden emitió la declaración cuando se disponía a partir hacia África.
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“Los cargos en sus casos surgieron solo después de que varios de mis oponentes políticos en el Congreso los instigaron para atacarme y oponerse a mi elección”, dijo Biden en una declaración escrita el domingo. “Ninguna persona razonable que analice los hechos de los casos de Hunter puede llegar a otra conclusión que no sea que Hunter fue señalado solo porque es mi hijo, y eso está mal”.
La medida de Biden marca una decisión sorprendente de un presidente saliente, que se produce apenas unas semanas antes de que deje el cargo y de que el presidente electo Donald Trump asuma el poder.
Trump ha indultado a personas cercanas a él y ha prometido indultar en su segundo mandato a los condenados por su implicación en el atentado del 6 de enero de 2021 contra el Capitolio estadounidense. Trump indultó a Charles Kushner, suegro de su hija Ivanka, en su primer mandato y nombró a Kushner recientemente embajador de EE.UU. en Francia.
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Trump arremetió contra la decisión del presidente en un post publicado el domingo en su plataforma Truth Social.
"¿Incluye el indulto concedido por Joe a Hunter a los rehenes del J-6, que ya llevan años encarcelados? Semejante abuso y error judicial!", escribió Trump.
Biden y la Casa Blanca han dicho en repetidas ocasiones que el presidente no indultaría a su hijo, que fue declarado culpable de cargos de posesión de armas por un tribunal federal de Delaware a principios de este año, convirtiéndose en el primer hijo de un presidente estadounidense en ejercicio condenado por delitos. Su sentencia en ese caso estaba fijada para el 12 de diciembre.
Esas negativas se han producido tan recientemente como en noviembre, cuando la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, dijo a los periodistas: "Eso no es lo que vamos a hacer", cuando se le preguntó sobre la posibilidad de un indulto o una conmutación.
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El Biden más joven, de 54 años, también se declaró culpable en otro caso de delito fiscal en septiembre.
“He admitido y asumido la responsabilidad de mis errores durante los días más oscuros de mi adicción - errores que han sido explotados para humillarme públicamente y avergonzarme a mí y a mi familia por deporte político”, dijo Hunter Biden en un comunicado. “Nunca daré por sentada la clemencia que se me ha concedido hoy y dedicaré la vida que he reconstruido a ayudar a los que siguen enfermos y sufriendo”.
El equipo legal de Hunter Biden presentó mociones en tribunales de Delaware y Los Ángeles, donde estaba sujeto a cargos en un caso separado de supuesta evasión fiscal, notificándoles el indulto y diciendo que los casos deben ser ahora desestimados.
El indulto del presidente, del que informó en primer lugar NBC News, es amplio y abarca no solo los actos delictivos por los que Hunter Biden ha sido condenado, sino otros posibles desafíos legales que puedan aguardarle.
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El “indulto total e incondicional” que Biden firmó para su hijo abarca “los delitos contra Estados Unidos que haya cometido o pueda haber cometido o en los que haya participado durante el periodo comprendido entre el 1 de enero de 2014 y el 1 de diciembre de 2024, incluidos, entre otros, todos los delitos imputados o procesados”.
El abogado de Hunter Biden, Abbe Lowell, no respondió inmediatamente a las solicitudes de comentarios y el fiscal especial del Departamento de Justicia de EEUU, David Weiss, declinó hacer comentarios.
Críticas republicanas
Los problemas legales de Hunter Biden han supuesto un reto político y personal para el presidente, sobre todo durante su intento de reelección. Los republicanos han investigado al menor de los Biden por sus negocios, acusándole de utilizar sus conexiones con su padre para beneficiar ilegalmente a su familia. No ha habido pruebas sólidas de que el presidente se haya beneficiado de las fechorías de su hijo. No se ha establecido ninguna conexión entre las actividades políticas del presidente Biden y los negocios de Hunter Biden.
Aún así, los problemas legales del menor de los Biden persiguieron la campaña de su padre y socavaron los esfuerzos de los demócratas para machacar a Trump por sus propios casos penales, entre ellos el de convertirse en el primer ex residente de EE.UU. en ser condenado por un delito grave por pagos de dinero subrepticio a una estrella de cine para adultos.
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Trump y sus correligionarios republicanos han acusado sin pruebas a Biden de orquestar las acusaciones penales contra el presidente electo.
El equipo de Trump aprovechó las sugerencias de Biden de que el caso tenía motivaciones políticas como confirmación de sus antiguas afirmaciones sobre el Departamento de Justicia.
“La fallida caza de brujas contra el presidente Trump ha demostrado que el Departamento de Justicia, controlado por los demócratas, y otros fiscales radicales son culpables de armar el sistema judicial”, dijo el portavoz de Trump, Steven Cheung, en un comunicado el domingo. “Ese sistema de justicia debe ser arreglado y el debido proceso debe ser restaurado para todos los estadounidenses”.
El anuncio del indulto provocó la rápida condena de los legisladores republicanos, incluido el representante James Comer, cuyo Comité de Supervisión de la Cámara de Representantes ha estado investigando las prácticas empresariales de la familia Biden, pero aún no ha encontrado ninguna prueba de irregularidades por parte del presidente.
"Es lamentable que, en lugar de confesar sus décadas de fechorías, el presidente Biden y su familia sigan haciendo todo lo posible para evitar rendir cuentas", escribió Comer en un post en X.
Hunter Biden se enfrentaba a la amenaza de pasar un tiempo considerable en prisión. Dos de los cargos por posesión de armas conllevan penas máximas de prisión de 10 años; el tercero se castiga con hasta cinco años. Se enfrentaba hasta a 17 años de cárcel por los cargos fiscales. Los jueces, sin embargo, rara vez imponen penas máximas.
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