Bloomberg — El gobierno de Biden advirtió a Israel que debe aliviar la crisis humanitaria “cada vez más grave” en la Franja de Gaza en un plazo de 30 días, sugiriendo que EE.UU. podría verse obligado por ley a cortar el flujo de armas estadounidenses si la situación no mejora.
La advertencia la hicieron el Secretario de Estado, Antony Blinken, y el Secretario de Defensa, Lloyd Austin, en una carta conjunta fechada el 13 de octubre y dirigida al Ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant, y al Ministro de Asuntos Estratégicos, Ron Dermer.
La carta subraya que una ley estadounidense exige a los países que reciben armas estadounidenses que “faciliten y no denieguen, restrinjan o impidan de otro modo de forma arbitraria” la ayuda humanitaria proporcionada o apoyada por Estados Unidos.
Los dos funcionarios pidieron a Israel que permitiera la entrada diaria de un mínimo de 350 camiones de ayuda en Gaza, reforzara la seguridad de los centros de ayuda y la circulación de los trabajadores humanitarios y pusiera fin al aislamiento del norte de Gaza, entre otras medidas.
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“No sabíamos que iba a salir a la luz”, dijo Sabrina Singh, portavoz del Pentágono, sobre la carta en una sesión informativa el martes. “Pretendía ser una correspondencia privada”.
La carta, de la que informaron el martes el Canal 12 israelí y Axios, es una de las advertencias más severas y específicas de Estados Unidos a Israel sobre la situación en Gaza. Estados Unidos es el principal proveedor de armas de Israel, y el apoyo de Washington es crucial para los planes de guerra del primer ministro Benjamin Netanyahu en Gaza y Líbano, así como en la rivalidad más amplia de Israel contra Irán.
Mientras que una advertencia anterior a Israel en abril dio lugar a un aumento de la ayuda, la cantidad de asistencia que fluye a Gaza ha disminuido en más del 50% en los meses transcurridos desde entonces, según la carta. Las entregas de septiembre fueron las más bajas de todos los meses del año pasado.
El gobierno de Biden ha apoyado a Israel con miles de millones de dólares en armas desde que Hamás -designado grupo terrorista por Estados Unidos- atacó Israel el 7 de octubre del año pasado, matando a 1.200 personas, secuestrando a otras 250 y desencadenando una guerra en Gaza que ha matado a más de 42.000 palestinos, según la autoridad sanitaria de la franja costera dirigida por Hamás.
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Las autoridades estadounidenses han presionado constantemente a las israelíes para que limiten el número de víctimas civiles y aumenten la cantidad de ayuda que llega a los desesperados palestinos, pero la administración sólo ha detenido hasta ahora un envío de bombas de 1.000 kilos, una medida destinada a limitar una anterior ofensiva israelí en la ciudad de Rafah, en el sur de Gaza.
El gobierno de Biden está sometido a presiones internas de cara a las elecciones de noviembre, y parece cada vez más incapaz de influir en los acontecimientos de Medio Oriente a medida que Israel desplaza su atención de Gaza a un segundo frente contra Hezbolá en Líbano. Algunos miembros del partido demócrata han pedido que Estados Unidos detenga por completo los envíos de armas ofensivas a Israel para presionar a Netanyahu a que ponga fin a los conflictos.
Preguntado el martes sobre las consecuencias si Israel no proporciona más ayuda a Gaza, el portavoz del Departamento de Estado, Matthew Miller, dijo: “No voy a hablar de eso hoy”.
Miller dijo que esperaba que la carta incitara a Israel a aumentar el flujo de ayuda humanitaria, como en abril, y dijo que no era la primera ni la última vez que los dos gobiernos se comunicarían sobre el tema.
“Necesitamos ver más cambios por parte del gobierno de Israel”, afirmó.
Blinken y Austin escribieron que los funcionarios estadounidenses se han mostrado “especialmente preocupados” por la interrupción por parte de Israel de los envíos comerciales de mercancías, las “onerosas y excesivas” restricciones sobre los productos de doble uso y los “onerosos” requisitos aduaneros para el personal y los envíos humanitarios.
En combinación con los saqueos y la anarquía general en Gaza, las acciones israelíes están “contribuyendo a un deterioro acelerado de las condiciones” allí, escribieron.
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