Bloomberg — Los niños menores de 16 años en Australia tendrán prohibido el acceso a las redes sociales como parte de un esfuerzo para proteger la salud mental de los jóvenes, dijo el primer ministro Anthony Albanese, y las empresas involucradas deberán hacer cumplir las nuevas regulaciones o enfrentar posibles multas.
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“Las redes sociales están haciendo daño a nuestros hijos y les pido tiempo”, dijo Albanese a los periodistas en Canberra el jueves, prometiendo presentar una legislación a finales de este mes. “La responsabilidad recaerá en las plataformas de redes sociales para demostrar que están tomando medidas razonables para evitar el acceso. La responsabilidad no recaerá en los padres ni en los jóvenes. No habrá penalizaciones para los usuarios”.
Los tan esperados límites de edad para las redes sociales son parte de un conjunto de medidas del gobierno laborista de centroizquierda de Albanese para tomar medidas enérgicas contra los gigantes tecnológicos, a los que el primer ministro culpa de un aumento de la desinformación y los problemas de salud mental.
Australia tiene un historial de enfrentarse a grandes empresas de tecnología que administran sitios de redes sociales, incluido un impulso en 2021 para hacer que Facebook y Google paguen por el contenido de noticias. Más recientemente, el gobierno llevó a la X Corp. de Elon Musk a los tribunales por no haber eliminado un video de un ataque terrorista en Sídney.
El Partido Laborista también está sopesando una nueva legislación para obligar a los sitios de redes sociales a tomar medidas enérgicas contra la información errónea y la desinformación en sus plataformas.
El gobierno dijo que había consultado con las empresas de redes sociales sobre los límites de edad “a través de una variedad de medios”. Sin embargo, los funcionarios no especificaron a qué sitios web se aplicarían los cambios, si habían recibido garantías de que se podría poner en vigor una prohibición o cuál podría ser el tamaño potencial de las sanciones para las empresas.
Albanese dijo que no creía que las leyes fueran completamente efectivas, o que solucionarían el problema de inmediato, apuntando a las restricciones al alcohol que no han logrado prevenir el consumo de alcohol entre los menores de edad.
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