Bloomberg — El gobierno del presidente sirio Bashar al Assad ha caído tras un impresionante avance territorial de los grupos opositores en los últimos días.
Assad y su familia llegaron a Moscú, donde el gobierno ruso les concedió asilo, informó el domingo la agencia estatal rusa TASS.
Antes, la televisión estatal siria anunció el «triunfo de la gran revolución siria y la caída del régimen criminal de Assad». Assad decidió dimitir y abandonó el país, según informó el Ministerio de Asuntos Exteriores ruso en un comunicado.
El derrocamiento del gobernante de larga data está enviando ondas de choque en Oriente Próximo y supondrá un duro golpe para Rusia e Irán, sus principales apoyos en el extranjero.
Hayat Tahrir Al-Sham, que ha liderado la ofensiva para derrocar a Assad y su gobierno, entró en Damasco el sábado por la noche y la ciudad clave de Homs, a unos 160 kilómetros al norte de la capital.
Otras zonas del norte, cerca de la frontera turca, y en el sur, han sido tomadas por distintos grupos.
Vídeos e imágenes de televisión mostraron a sirios en Damasco y otros lugares celebrando la caída del régimen, ampliamente despreciado. También hubo muestras de júbilo en Turquía, que acoge a millones de refugiados sirios.
El líder de HTS, Ahmed Al-Sharaa, hizo un llamamiento a todas las fuerzas del gobierno sirio en la capital para que se unan a la causa.
Al-Sharaa, también conocido como Abu Mohammed Al-Jolani, afirmó que el primer ministro Mohammad Ghazi al-Jalali seguirá en su cargo hasta que se produzca un relevo oficial.
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