¿Por qué invertir durante la campaña electoral de EE.UU. es una “causa perdida”?

Aún después de conocerse el próximo presidente estadounidense, el desempeño específico de las acciones y sectores económicos está lejos de estar descontado en los precios

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Bloomberg — “Ha sido un ciclo extraordinariamente excepcional, tanto desde el punto de vista de la economía como del mercado”, asegura Liz Ann Sonders, directora gerente y estratega jefe de inversiones de Charles Schwab, durante el episodio de esta semana de Merryn Talks Money. “Quizá sea el eufemismo definitivo”.

Sonders se suma a Merryn Somerset Webb para analizar qué impulsa y qué no impulsa unos mercados tan convulsos, desde la Madre Naturaleza “provocando estragos” con los datos inflacionarios hasta el prometido espaldarazo a la productividad de la IA, y cómo pueden los inversionistas capear las turbulencias.

No es menos importante el impacto de las próximas elecciones presidenciales estadounidenses, afirma.

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Si bien señala Sonders que el mercado previo a los comicios se está mostrando más firme y menos volátil de lo que se esperaría históricamente, los ciclos de gasto de capital se han paralizado a la espera de que las empresas sorteen el periodo de incertidumbre de ahora hasta el 5 de noviembre (y posiblemente más allá, teniendo en cuenta lo ajustadas que están las encuestas).

De todas formas, Sonders nos advierte de que, aun después de conocer quién será el próximo presidente de Estados Unidos, el comportamiento concreto de las acciones y los sectores está lejos de haberse descontado, teniendo en cuenta la naturaleza polarizada del poder legislativo de Estados Unidos (con frecuencia, las promesas políticas de los candidatos requieren la aprobación del Congreso).

“Independientemente de lo que suceda durante las elecciones con el Congreso, no vamos a tener mayorías amplias, lo que significa que hay un límite a la cantidad de propuestas políticas que son naturales en la campaña electoral que pueden convertirse en realidad”, afirma. “Es francamente una tarea un poco inútil tratar de negociar los resultados electorales, especialmente si esas maniobras se basan en el supuesto de que las propuestas políticas realmente se conviertan en políticas”.

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