Bloomberg — La venta masiva en el mercado de bonos desatada por la victoria presidencial de Donald Trump la semana pasada terminó casi tan rápido como comenzó. Sin embargo, firmas como BlackRock Inc., JPMorgan Chase & Co. y TCW Group Inc. han emitido constantes advertencias de que el camino accidentado probablemente esté lejos de haber terminado.
El inminente regreso de Trump a la Casa Blanca ha alterado significativamente las perspectivas para el mercado de bonos del Tesoro de Estados Unidos, donde las pérdidas de octubre ya habían borrado gran parte de las ganancias de este año.
A menos de dos meses de que la Reserva Federal (Fed) comenzara a reducir las tasas de interés desde un máximo de más de dos décadas, la probabilidad de que Trump reduzca impuestos e imponga grandes aranceles amenaza con reavivar la inflación al aumentar los costos de importación e inyectar estímulos en una economía ya sólida.
Sus planes fiscales —a menos que se compensen con grandes recortes de gasto— también harían que el déficit presupuestario federal se dispare. Y eso, a su vez, ha renovado las dudas sobre si los tenedores de bonos comenzarán a exigir mayores rendimientos a cambio de absorber una oferta cada vez mayor de nuevos bonos del Tesoro.
Un posible escenario es que “el mercado de bonos imponga disciplina fiscal con un desagradable aumento en las tasas”, dijo Janet Rilling, gerente senior de cartera y jefa del equipo Plus Fixed Income en Allspring Global Investments.
Ella predijo que el rendimiento del bono del Tesoro a 10 años podría volver al pico del 5% alcanzado a fines de 2023, aproximadamente 70 puntos básicos por encima de donde estaba el viernes. Ese “fue el máximo del ciclo y es un nivel razonable si se implementan completamente los aranceles propuestos”.
Aún persiste una considerable incertidumbre sobre las políticas exactas que Trump implementará, y parte del posible impacto ya se ha incorporado al mercado, dado que los especuladores comenzaron a apostar por su victoria mucho antes de la votación. Si bien los rendimientos de los bonos del Tesoro a 10 y 30 años subieron el miércoles a su nivel más alto en meses, volvieron a caer durante los siguientes dos días, terminando la semana por debajo de donde comenzaron.
Sin embargo, la posibilidad de que las políticas de Trump impulsen el crecimiento ha llevado a los operadores a reducir sus expectativas sobre cuán profundamente la Fed recortará las tasas el próximo año, frustrando las esperanzas de que los bonos se recuperen con una política de flexibilización agresiva.
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Economistas de Goldman Sachs Group Inc., Barclays Plc y JPMorgan han ajustado sus pronósticos sobre la Fed, mostrando menos reducciones. Los operadores de swaps ahora esperan que los responsables de la política monetaria reduzcan la tasa de referencia al 4% para mediados de 2025, un punto porcentual completo por encima de lo que predecían en septiembre. Actualmente, la tasa se encuentra en un rango de 4,5% a 4,75%.
Los datos económicos de la próxima semana, especialmente las cifras más recientes sobre los precios al consumidor y productor, podrían desencadenar una nueva volatilidad. También están programados para hablar el presidente de la Fed, Jerome Powell, el presidente de la Fed de Nueva York, John Williams, y el gobernador de la Fed, Christopher Waller, lo que podría proporcionar nuevas perspectivas sobre sus puntos de vista.
Rick Rieder, director de inversiones de BlackRock para renta fija global, ha estado advirtiendo a los inversores que no deben esperar que los precios de los bonos aumenten a partir de aquí. Rieder señaló que la reciente recuperación es una oportunidad para asegurar rendimientos elevados en bonos a corto plazo, aunque sigue siendo cauteloso con la deuda a más largo plazo dada la incertidumbre actual.
Tras la reunión de la Fed del jueves, Rieder indicó en una nota a sus clientes que la venta masiva del día anterior había vuelto los rendimientos a corto plazo “extremadamente atractivos”. Sin embargo, “aventurarse hacia las tasas a más largo plazo”, agregó, “quizás no valga tanto la pena (ni la volatilidad).”
Otros ven riesgo de que el mercado de bonos tenga aún más margen para caer. Bob Michele de JPMorgan, director de inversiones y jefe de renta fija global en su división de gestión de activos, es uno de los que advierten que los rendimientos de los bonos del Tesoro a 10 años podrían eventualmente subir de nuevo al 5% una vez que Trump asuma el cargo. Vincent Mortier, CIO de Amundi SA, el mayor gestor de activos de Europa, también ha señalado este nivel como una “auténtica alerta” que podría tener repercusiones en el mercado de acciones al motivar a los inversores a trasladar dinero hacia los bonos.