La volatilidad de las acciones no había sido tan baja en cinco años como en 2024

Unos sólidos fundamentos empresariales, la relajación inflacionaria y los recortes de las tasas de interés de los bancos centrales han hecho que las acciones globales logren nuevos récords

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Bloomberg — Una elección presidencial estadounidense llena de tensión, guerras en Oriente Próximo y Ucrania, derrumbe de gobiernos europeos: pese a una oleada de acontecimientos de riesgo, la volatilidad de la renta variable se encamina a su media anual más baja desde 2019.

El índice de volatilidad Cboe, o VIX, ha registrado una media de 15,5 puntos durante 2024, más acorde con los periodos tranquilos que antecedieron a la pandemia de Covid-19 que con los agitados años recientes. El índice S&P 500 ha repuntado más de un 25% en 2024, alcanzando 51 máximos históricos, con las bolsas de Asia a Europa mayoritariamente al alza.

Los sobresaltos del 5 de agosto, que provocaron un alza récord del VIX intradía, ahora solo parecen un contratiempo.

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Unos sólidos fundamentos empresariales, la relajación inflacionaria y los recortes de las tasas de interés de los bancos centrales han hecho que las acciones globales logren nuevos récords, en tanto que el optimismo sobre la IA sigue impulsando a las empresas de mayor tamaño.

El índice CAC 40 francés es uno de los pocos indicadores de los mercados desarrollados que se dirige a la baja este año después de que el presidente Emmanuel Macron disolviese el Parlamento y perdiese su mayoría relativa.

“El nivel del VIX es un reflejo en gran parte de la incertidumbre macroeconómica integrada en la economía”, señaló Garrett DeSimone, jefe de análisis cuantitativo OptionMetrics. “Exceptuando unos pocos blips, no se ha experimentado una crisis de liquidez sostenida que conlleve riesgos sistémicos para la economía, lo que sería un motor importante para niveles de VIX superiores a la media.”

La distribución de los rendimientos en el S&P 500 pinta el panorama de un año con poco pánico o reducción precipitada del riesgo. Las oscilaciones diarias, tanto al alza como a la baja, no dieron lugar a fuertes valores atípicos, y la mayor parte de la acción de los precios se mantuvo dentro de la norma.

La corrección del verano, provocada por una reducción forzada del riesgo en medio de un cambio repentino de las perspectivas económicas y de la narrativa de las tasas fue una excepción, y los inversores compraron rápidamente la caída.

La creciente actividad de las opciones también ha ayudado a servir de estabilizador del mercado, manteniendo breves los picos.

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Los fondos cotizados en bolsa con estrategias de venta de opciones incorporadas han sumado US$30.000 millones este año, alcanzando más de US$92.000 millones en activos gestionados, según Nomura Holdings Inc.

Además, los inversores utilizan cada vez más las opciones a ultracorto plazo, conocidas como 0-DTE, para cubrirse ante eventos de riesgo específicos, lo que ayuda a mantener a raya la volatilidad a más largo plazo.

"Desde un punto de vista técnico, las correlaciones han sido bajas, y parte de la baja volatilidad se atribuye a que los fondos se dedican a la captura de rendimientos mediante estrategias de opciones de compra cubiertas", dijo DeSimone.

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