La caída en el precio del petróleo agrega otro desafío a las economías de América Latina

El retroceso en los precios internacionales pueden generar efectos mixtos en las economías de la región, con menores ingresos para los países exportadores.

El retroceso en los precios internacionales pueden generar efectos mixtos en las economías de la región, con menores ingresos para los países exportadores.
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Bloomberg Línea — Los temores de una guerra comercial y una posible recesión en Estados Unidos han impactado los precios del petróleo, con caídas de más del 5% en lo que va del año. Esta tendencia representa un desafío para América Latina, afectando las finanzas públicas de los países exportadores, aunque brinda un alivio para aquellas economías que dependen de la importación del crudo.

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Las políticas proteccionistas del presidente Donald Trump, con la amenaza de aranceles a países como Canadá, México y China, han generado incertidumbre en los mercados, debilitando las expectativas de crecimiento y, en consecuencia, la demanda de petróleo.

A esto se suma la política de Trump de aumentar la producción petrolera de Estados Unidos y el deseo de reducir los precios internacionales, para restarle presiones a la inflación en su país. Incluso, días después de su juramentación como mandatario, le pidió al príncipe heredero de Arabia Saudita, Mohammed bin Salman, que bajara los precios del petróleo, diciéndole que eso podría ayudar a poner fin a la guerra de Rusia en Ucrania.

Entonces, la Organización de Países Exportadores de Petróleo y sus aliados (OPEP+) decidió aumentar la producción de crudo a partir de abril, lo que podría agravar el exceso de oferta y presionar aún más los precios a la baja.

La política de Trump de aumentar la producción petrolera de Estados Unidos puede reducir los precios internacionales.

Para economías como la de Brasil, la caída de los precios del petróleo representa un golpe a sus ingresos fiscales y a la inversión en el sector energético. En contraste, países importadores como Chile y Perú se benefician de un crudo más barato, que disminuye los costos de importación y reduce la presión inflacionaria.

Menos ingresos por petróleo

​La reciente caída en los precios del petróleo, influenciada por una mayor oferta y una demanda debilitada, puede afectar a economías exportadoras como Brasil, Colombia o México.

En Brasil, la principal potencia económica de América Latina, el petróleo se consolidó como el principal producto de exportación en 2024, alcanzó ventas de US$44.800 millones que representan el 13,3% del total de las exportaciones del país.

Sin embargo, las caídas de los precios del petróleo que se dieron el año pasado, con un retroceso de 3%, anticipan lo que podría pasar en 2025. Por ejemplo, la estatal Petrobras experimentó una disminución del 70,6% en su beneficio neto en 2024, cerrando el año con US$7.500 millones, muy por debajo de los resultados de 2023.

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Este descenso se atribuye a la caída en el precio del Brent, a la reducción en los márgenes de refinación del diésel y al diferencial del tiempo de cambio, factores que impactaron la rentabilidad de la empresa en un entorno de menor demanda global.​

A pesar de este panorama, la presidenta ejecutiva de Petrobras (PETR4), Magda Chambriard, afirmó este año que la compañía está preparada para resistir a una posible caída en los precios globales del crudo bajo la administración de Donald Trump.

“Lo que esperamos en este momento después de las elecciones por las que Trump se convirtió en el presidente de Estados Unidos es que el nivel de los precios del petróleo sea un poco más bajo y se ubique ligeramente por debajo del valor que hemos visto hasta este momento”, dijo en una entrevista con Bloomberg TV.

Chambriard estimó que el crudo probablemente se negociará entre US$70 y US$75 por barril, en respuesta a la intención de Trump de aumentar la producción y reducir los precios del petróleo.​

En Colombia, hay un escenario similar al de Brasil. Las exportaciones de petróleo y sus derivados alcanzaron US$15.024 millones en 2024, con lo que el sector mantuvo su importancia en el comercio exterior, pues aportó el 30,3% del total de las ventas externas del país.​

Nelson Castañeda, presidente ejecutivo de la Cámara Colombiana de Bienes y Servicios de Petróleo, Gas y Energía, destacó que este tipo de exportaciones siguen siendo un pilar fundamental para la economía del país. Castañeda señaló que los US$15.024 millones equivalen, en pesos colombianos, al recaudo que se logra con tres reformas tributarias.

Por eso, una caída en los precios del petróleo puede significar un impacto en el principal ingreso de Colombia. “Si el precio del petróleo está cayendo, el gobierno va a recibir menos utilidades, menos dividendos, menos regalías, menos impuestos”, dijo Camilo Pérez, jefe de investigaciones económicas del Banco de Bogotá.

Según Pérez, en el corto plazo el impacto en las finanzas podría ser neutral, ya que la reducción en los precios del petróleo podría moderar el costo de la gasolina. Esto, a su vez, disminuiría la necesidad de destinar recursos para subsidiar el fondo de estabilización de precios.

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“Pero el riesgo es hacia adelante. Si esa tendencia de precios se afianza hacia la baja, por las políticas de Trump para ampliar la capacidad productiva de Estados Unidos, el gobierno va a tener serios problemas”, dijo Pérez.

Al igual que Petrobras, la empresa estatal Ecopetrol (ECOPETL) reportó una caída del 21,7% en su utilidad neta en 2024, situándose en US$3.627,9 millones, que se atribuyó a la baja de los precios internacionales del petróleo, la inflación y el efecto de la tasa de cambio.

Pérez dice que hasta 20% del total de los ingresos del gobierno son generados por impuestos del petróleo y dividendos de Ecopetrol. “Con el tema fiscal, ya estamos enredados, si además le sumamos a eso, un petróleo bajito, mejor dicho: apague y vámonos”, dijo Pérez.

En México, la empresa estatal Pemex enfrenta dificultades financieras debido a la disminución de los ingresos petroleros, lo que limita su capacidad de inversión en exploración y producción. Aunque las exportaciones totales de México alcanzaron un récord de US$617.100 millones en 2024, las exportaciones petroleras disminuyeron un 14,4% debido a la caída de los precios del crudo y a la reducción del volumen exportado.

“El deterioro de los ingresos petroleros es preocupante para 2025, sobre todo porque durante las últimas dos administraciones, los ingresos petroleros del gobierno federal se desplomaron alrededor de 50%, y López Obrador no aumentó los impuestos para compensar las pérdidas en la renta petrolera”, advirtió un informe del Baker Institute.

Según el análisis, históricamente, los ingresos del petróleo han compensado la debilidad de la recaudación fiscal de México. Pero durante la administración de López Obrador, los ingresos totales del sector público mostraron un crecimiento muy limitado “debido a los bajos ingresos petroleros y al mediocre crecimiento de los ingresos tributarios”.

Argentina, aunque no es un exportador neto de petróleo, ha invertido en el desarrollo de yacimientos no convencionales, como Vaca Muerta. La disminución de los precios del petróleo podría afectar la rentabilidad y la inversión en estos proyectos.

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Durante la llamada de resultados, el CEO de YPF (YPF), Horacio Marín, señaló que, a pesar de la baja en los precios del petróleo, la compañía mantiene su enfoque en inversiones estratégicas.

Sin embargo, advirtió que, si la tendencia a la baja del Brent persiste, podrían evaluar ajustes en el gasto de capital. “Si (el Brent) continúa bajando y se mantiene, seguro veremos qué hacer, porque recuerden lo que siempre dice nuestro CFO: es una asignación de capital estricta.”

A pesar del contexto de precios del petróleo, YPF sigue firme en su estrategia de crecimiento en Vaca Muerta. La empresa ha superado las expectativas iniciales de producción de shale oil y confía en que el crecimiento continuará en 2025.

Un alivio para importadores

Economías como las de Chile y Perú tienen mayor dependencia hacia los precios del cobre, pero no son ajenos al desempeño del petróleo, al ser importadores del commodity.

Análisis del Banco Central de Chile han señalado que movimientos inesperados en el precio del petróleo pueden tener efectos directos sobre la inflación de corto plazo, obligando a revisar las proyecciones inflacionarias. En el mediano plazo, el el crudo puede afectar los términos de intercambio, el ingreso disponible y la actividad económica.

Sin embargo, el Banco Central de Chile resalta que el petróleo ha perdido importancia en la matriz energética del país, lo que ha reducido su impacto en el crecimiento económico.

Pese a esto, una caída en los precios internacionales puede representar un alivio para el bolsillo. El año pasado, cuando los precios del petróleo cayeron, el ministro de Hacienda, Mario Marcel, adelantó que podría darse una caída en los precios de la gasolina debido a la evolución de los precios internacionales del crudo.

Además, su desempeño también puede ayudar a las monedas. El reciente comportamiento de los mercados de materias primas ha mostrado una divergencia histórica entre el cobre y el petróleo, un fenómeno que ha impactado el desempeño del peso chileno.

Mientras el cobre ha registrado un fuerte repunte, el petróleo ha caído, generando un efecto positivo en los términos de intercambio de Chile. Según el análisis de BBVA FX Strategy, esta inusual disparidad ha sido un factor determinante en la apreciación de la moneda.

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Este movimiento ha sido más fuerte de lo esperado y ha desafiado la hipótesis inicial del banco, que anticipaba una reversión en la relación cobre/petróleo tras alcanzar niveles históricamente extremos.

En el caso del Perú, ​el precio tiene un impacto en la economía, ya que el país es un importador neto de hidrocarburos. En 2023, por ejemplo, la producción nacional de petróleo fue de aproximadamente 40.000 barriles diarios, mientras que el consumo superó los 250.000 barriles diarios. Esta diferencia se suple mediante importaciones, principalmente de Ecuador, Brasil y Trinidad y Tobago. ​

Según análisis del Ministerio de Economía y Finanzas, un aumento en el precio del petróleo incrementa los costos de producción y transporte, lo que puede traducirse en mayores precios al consumidor, una tendencia que se puede revertir con la caída internacional de los precios.

Al igual que sucede en Colombia, el desempeño internacional también puede ayudar a reducir las presiones fiscales del Fondo para la Estabilización de Precios de Combustibles, que se implementó en 2004.

¿Cómo le irá al precio del petróleo?

Morgan Stanley (MS) advirtió que la decisión de la OPEP+ de aumentar la producción de crudo a partir del 1 de abril podría ejercer presión a la baja sobre los precios.

La firma recordó que inicialmente esperaba que los recortes de producción se extendieran al menos hasta el segundo trimestre, y posiblemente hasta finales de 2025. Sin embargo, el anuncio del cartel indica que buscarán evaluar la demanda en el período de abril a agosto como una prueba para el aumento de producción.

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El banco ajustó sus proyecciones de precios para el Brent, reduciendo su estimación previa de US$75 por barril en el primer semestre a $US$70 por barril en el segundo trimestre, y proyectando un promedio de US$67,50 por barril en la segunda mitad del año.

Además, Morgan Stanley señaló que las tensiones comerciales globales podrían afectar la demanda de crudo, lo que aumenta la incertidumbre en el mercado.

La Administración de Información Energética de EE. UU. (EIA) publicó su informe de marzo, en el que también ajustó sus proyecciones para el precio del petróleo Brent. Según el análisis, el precio promedio se ubicará en US$74 por barril en 2025 y caerá a US$68 en 2026.

La EIA destaca que el mercado petrolero global se mantendrá ajustado hasta mediados de 2025, pero posteriormente experimentará una acumulación de inventarios que ejercerá presión a la baja sobre los precios. “Esperamos que los inventarios globales de petróleo caigan en el segundo trimestre de 2025 (2Q25), en parte debido a la disminución de la producción de crudo en Irán y Venezuela”, plantean en el informe.

Las recientes sanciones impuestas por EE.UU. sobre el petróleo iraní y la revocación de licencias de producción y exportación de Venezuela afectarán la disponibilidad de crudo en el corto plazo, según el informe.

El mercado también enfrenta la política de “Drill, baby, drill”, que refleja la intención de Donald Trump de impulsar la producción petrolera dentro de Estados Unidos. Según Bloomberg BNEF, las órdenes ejecutivas firmadas por el mandatario en su primera semana de gobierno buscan flexibilizar la regulación y facilitar la explotación en regiones como Alaska y el Golfo de México.