Bloomberg — La riqueza de los titanes franceses del lujo y la cosmética alcanzó cotas sin precedentes durante la época de la pandemia, cuando los consumidores se lanzaron a comprar bolsos, vestidos y productos de aseo caros.
Ahora, tres de los mayores multimillonarios del país - Bernard Arnault, Françoise Bettencourt Meyers y François Pinault - están viendo menguar sus fortunas a medida que la moderación sustituye a la indulgencia.
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El trío, que sigue figurando entre las personas más ricas del mundo, ha perdido colectivamente US$58.000 millones este año, según el Índice de Multimillonarios de Bloomberg. El declive se produce cuando los gigantes del sector que controlan - LVMH, L’Oreal SA y Kering SA - informan de una menor demanda de productos de gama alta, especialmente en China.
El retroceso se produce tras un periodo de euforia tanto para la industria como para los multimillonarios, cuyo aumento de riqueza les impulsó a la misma liga que magnates de la tecnología y las finanzas como Elon Musk y Warren Buffett. En Francia, donde residen Arnault, Bettencourt Meyers y Pinault, la caída de su patrimonio neto coincide también con la intensificación de la presión política para que se suban los impuestos a los ricos con el fin de combatir la desigualdad y ayudar a reducir el enorme déficit del país.
Pinault, de 88 años, que fundó la empresa que ha evolucionado hasta convertirse en Kering, ha visto cómo su fortuna recibía el golpe más duro, cayendo un 63% hasta los US$22.000 millones desde el máximo alcanzado en agosto de 2021. Es el mayor descenso porcentual de cualquiera que siga en el índice de riqueza de Bloomberg durante ese periodo y se debe en gran medida a los problemas de su mayor marca de moda, Gucci.
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"Estamos llevando a cabo una transformación radical en Gucci" en un entorno subóptimo, dijo la directora financiera de Kering, Armelle Poulou, en una llamada de resultados esta semana, durante la cual anunció el cierre de tiendas. "Esto afecta al ritmo de nuestra ejecución y se suma definitivamente al dolor que soportamos a corto plazo".
El mayor de los Pinault traspasó el control de la empresa a su hijo, François-Henri Pinault, de 62 años, hace casi dos décadas y se ha centrado en su colección de arte, abriendo museos en París y Venecia. François-Henri ha prometido dar un giro a Gucci, pero la advertencia de esta semana sobre las ventas ha sido la tercera en 2024.
Desde principios de año, la fortuna de Arnault se ha reducido en unos US$26.000 millones, la mayor entre las 500 más ricas del mundo según la clasificación de Bloomberg. Se ha hundido hasta la quinta posición del índice desde el número 1, ya que las acciones de LVMH Moët Hennessy Louis Vuitton SE, el conglomerado de lujo que Arnault, de 75 años, fundó y aún controla, se han desplomado un 30% desde un máximo alcanzado a mediados de 2023.
Los resultados también fueron decepcionantes en el gigante de la cosmética L’Oreal, contribuyendo a borrar US$19.000 millones de la fortuna de Bettencourt Meyers este año, dejándola en US$81.000 millones. La heredera de 71 años fue durante muchos años la mujer más rica del mundo, un puesto que ahora ocupa Alice Walton.
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“Las turbulencias peores de lo esperado se produjeron en el norte de Asia, en el ecosistema chino, donde los mercados se volvieron aún más negativos, sobre todo en el lujo”, declaró el CEO de L’Oréal, Nicolas Hieronimus, en una llamada con analistas. El negocio de la empresa se mantuvo “bastante bien” en Europa, Norteamérica y los mercados emergentes a pesar de la ralentización del verano, pero el de China fue “muy inferior al anterior a Covid”.
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